RAZON Y FE

La religión es salud

La ciencia una vez más se ocupó de la religión. En esta ocasión una investigación dio por resultado que la religión o su práctica podría ayudar a alargar la vida. "Asistir semanalmente a servicios religiosos, sin importar la denominación religiosa, podría reducir el riesgo de muerte en veinte por ciento en comparación con las personas que no asisten a tales servicios", informaron los investigadores.

El autor principal del estudio fue Eliezer Schnall, profesor clínico asistente de psicología del Colegio Yeshiva de la Universidad Yeshiva de la ciudad de Nueva York.

Las participantes del estudio -cuyos resultados fueron publicados recientemente en la edición de la revista "Psychology and Health"- fueron en total 95.000 mujeres de todo Estados Unidos. Las mismas tenían entre 50 y 79 años al comienzo del estudio. Cuando comenzó la investigación, cada mujer llenó cuestionarios extensos sobre antecedentes de salud, conductas de salud, factores psicosociales, datos demográficos y religión. Para cada voluntaria del estudio se obtuvo información médica anualmente y el promedio de seguimiento fue de casi 8 años.

"La religión es siempre un tema caliente, pero sobre todo ahora, cuando las personas tal vez sientan temor debido a la recesión y a la amenaza del terrorismo, y buscan estabilidad en la religión, según encontramos. También observamos algunos beneficios de salud", afirmó el científico.

Específicamente, en cuanto a la labor desarrollada, cuando los investigadores ajustaron los datos para tomar en cuenta la salud física, la edad, la etnia, los ingresos, la educación, el respaldo social, los eventos vitales importantes y la satisfacción con la vida, encontraron que la asistencia semanal a servicios religiosos era responsable de una reducción del 20% en el riesgo de muerte.

Sin embargo, aunque el estudio notó un menor riesgo de muerte, Schnall no pudo afirmar que la receta de una buena salud sea asistir a servicios religiosos de manera regular. "No estoy diciendo que nuestro estudio llegue a tal receta, pero nuestros hallazgos son interesantes, y tenemos al menos algunas ideas de por qué hay un beneficio, aunque no lo hemos explicado del todo", añadió.

"Tal vez se trate de la sensación de comunidad, o del respaldo, o tal vez las personas se deprimen menos cuando asisten a servicios religiosos", apuntó, y concluyó que los investigadores trataron de controlar los datos para tomar en cuenta muchos de estos factores, pero que "no lo hemos explicado todo por completo".

Más allá de lo que pueda demostrar la ciencia, la práctica de la religión, en primer lugar, es una necesidad esencial en el hombre, ya que su espíritu, su alma es eterna y naturalmente sólo se siente realizado y encontrará reposo en lo trascendental.

Y, por otro lado, el practicar una religión, como alguna vez reflexionó el filósofo francés Blaise Pascal (1623-1662), ofrece cierta tranquilidad a aquel que es consciente de la existencia de otra realidad más allá de la terrenal: "Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe -sostuvo- Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo. En definitiva sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque lo conocen, y las que lo buscan de todo corazón porque no lo conocen".