SU NUEVO ESPECTACULO SIGUE SIENDO FIEL A LA CALIDAD EN EL GRAN REX

Les Luthiers brillan en "Lutherapia"

Ficha técnica:

"Lutherapia" show de humor musical, con el grupo Les Luthiers. Músicos: Carlos López Puccio, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna y Carlos Núñez Cortés. Gran Rex (Corrientes 857).

 

Les Luthiers podría decirse que ya es un grupo convertido en leyenda. Pioneros de hacer humor con buena música, algunos chistes y pequeños gags, sus espectáculos dirigidos a toda la familia responden a una impronta que hace reír con muy buenos y creativos recursos, esto es lo que ofrece "Lutherapia" que estrenaron hace pocos días atrás en el Gran Rex.

Superior a "Los premios Mastropiero" que dieron a conocer en 2006, en esta oportunidad la risa y la riqueza musical se dan la mano como en los primeros tiempos de su trayectoria, en el que a través de títulos que no son sólo disparatados en sí sino también en su calificación, se escuchan temas, que llevan el calificativo de: galope psicosomática, vals geriátrico, cumbia epistemológica, tarareo conceptual o exorcismo sinfónico-coral.

PARA DISFRUTAR

El espectáculo tiene una línea conductora que son las sesiones psicoanalíticas en que Daniel Rabinovich es el paciente y Marcos Mundstock el terapeuta, éste beneficiado por un "physique du role" ya aprovechado en el filme "No soy yo, sos vos", de 2004.

Los diálogos del dúo son sencillamente impagables porque en cuarenta años han elaborado una química deliciosa, y así se suceden los absurdos y los juegos de palabras de un humor casi siempre blanco que desata la hilaridad sin obstáculos.

Mientras Mundstock juega con su voz engolada de locutor profesional al servicio de la confusión (una sesión "cara a cara" se transforma en "una sesión cara, cara"), Rabinovich revive ese atolondramiento gozoso que en algún pasaje lo emparienta con la verbalidad del mexicano Cantinflas.

Alrededor de ellos giran temas musicales como "El cruzado, el arcángel y la arpía", con Carlos López Puccio como un ceceante cruzado al frente de una tropa reacia a la lucha y Carlos Núñez Cortés como el arcángel que les cambia la suerte.

"ARIA AGRARIA"

Hay otros segmentos muy disfrutables como la galopa psicosomática "Dolores de mi vida", la balada mugida y relinchada "Paz en la campaña", la marcha prenupcial "Las bodas del Rey Plipo" y, sobre todo, el "Aria agraria", en la que un dúo folclórico se transforma en cuarteto.

Frente al desempeño general del grupo, que esta vez ya no cuenta con aportes del recordado Roberto Fontanarrosa, hay un especial lucimiento de Jorge Maronna y Carlos Núez Cortés, tanto en "Rhapsody in Balls", una mezcla de blues y dixieland, como en "Aria agraria", muy aplaudidas.

Como siempre, el "autor guía" de Les Luthiers es Johann Sebastian Mastropiero, quien decreta en ese último tema que el tarareo es un género musical en sí y el grupo lo demuestra con creces.

Hay también lugar para la presentación de instrumentos disparatados y sin embargo efectivos, como una lira construida con un asiento de inodoro, un extraño artefacto con tubos lumínicos y el flamante "bolarmonio", especie de órgano con pelotas de fútbol.

Pilares fundamentales de Les Luthiers, Rabinovich vuelve a brillar con su intencionada versión de la cumbia epistemológica "Dilema de amor" y Mundstock demuestra grandes avances en las partes cantadas, en especial en un arranque de barítono que antes no lucía.