‘EL RAPTO EN EL SERRALLO’ SE PRESENTO EN EL TEATRO ROMA DE AVELLANEDA

Un logrado tributo a Mozart

‘El rapto en el serrallo’, ópera en tres actos. Libreto: Gottlieb Stephanie. Música: Wolfgang Amadeus Mozart. Dirección orquestal: Susana Frangi. Dirección del coro: Ricardo Barrera. Régie: Concepción y Paz Perré. Escenografía: Facundo Lozano. Cantantes: Soledad de la Rosa, Carlos Natale, Leonardo Palma, Claudia Montagna, y otros. Orquesta Sinfónica Municipal de Avellaneda y Coro del Instituto Municipal de Música. El el teatro Roma, Avellaneda, el domingo 18.

En su raíz alemana ‘El Singspiel’ constituye una forma particular de ópera basada en fragmentos musicales intercalados con partes habladas. Una tipología que durante el siglo XVIII fue teniendo sus cultores. Mozart se manejó admirablemente en esta tendencia y su ópera ‘El rapto en el serrallo’ (‘Die Entführung aus dem Serail’), estrenada en 1782 en Viena cuando contaba veintiséis años, se presenta como un paradigmático modelo del género. Integrado a su vez a las entusiastas ‘turquerías’ de esa época, por la temática argumental, es una comedia lirica donde se combinan bellas arias, ‘duetti’ y escenas de conjunto que en sus cinco personajes cantados y uno hablado, el pashá Selim, requieren un buen ensamble y coherencia. voz destacada Y en este año mozartiano a nivel mundial y local, también el teatro Roma de Avellanedo decidió integrarse a los festejos con su inclusión logrando un estimable resultado musical, con la dirección de Susana Frangi, que al frente de la Orquesta Sinfónica Municipal infundió a la versión ‘tempi’ adecuados y equilibrio de planos sonoros. que fueron ajustándose con el transcurrir de los compases. El coro del Instituto de Música de Avellaneda preparado por Ricardo Barrera contribuyó también eficazmente en sus breves intervenciones. En el escenario se destacó principalmente la soprano Soledad de la Rosa, que con su registro de lirico-ligera imprimió a las arias de Konstanze, sobre todo ‘Marten allen Arten’ una atrayente musicalidad, muy buen fraseo y notas de coloratura impecablemente emitidas. Obtuvo merecidamente por su labor las más calurosas expresiones del público. En los restantes personajes, el joven tenor Carlos Natale dio a Belmonte el timbre lírico y la línea mozartiana adecuada para redondear una eficaz intervención, en tanto también resultó consistente la labor del bajo Leonardo Palma como Osmín, por el color vocal y los recursos histriónicos puestos en juego. En el personaje de Blonda, una típica ‘soubrette’, Claudia Montagna ,de entusiasta labor, debería ejercer un mayor control de la emisión, y Ariel Pecchinotti (Pedrillo), cumplió con decoro su cometido, en tanto el papel hablado de Selim Bajá, fue eficientemente encarado por Sergio Geuna Una sencilla puesta, estudiada en el manejo de actores, de las hermanas María Concepción y María de la Paz Perré sobre una escenografia más bien esquemática trazada por Facundo Lozano y el adecuado vestuario proveniente del teatro Argentino de La Plata, completaron la faz visual de esta función conmemorativa del 250º aniversario del natalicio del genio de Salzburgo, que el público premió con justificado entusiasmo n Néstor Echevarría.