LA OPERA SOBRE LA PIEZA DE CUZZANI SE VIO EN EL ARGENTINO DE LA PLATA

"Tlausicalpán", nueva lírica argentina

Ficha técnica: "Tlausicalpán", ópera en un prólogo y diez escenas. Libreto: E. Mastronardi y J. Pérez Fernández. Música: Ernesto Mastronardi. Dirección: Bruno D"Astoli. Dirección del coro: Luis Clemente. Régie: Carlos Branca. Escenografía y vestuario: Sergio Massa. Iluminación: Raúl Bongiorno. Coreografía: Sabrina Streiff. Cantantes: Mónica Sardi, Graciela Oddone, Marcela Pichot, Carlos Duarte, Norberto Marcos, Alejandro Di Nardo. Ricardo Ortale y otros. Orquesta, coro y cuerpo de baile estables. Teatro Argentino de La Plata, el sábado 5.

La reanudación de la temporada lírica del teatro Argentino de La Plata trajo aparejado un hecho significativo, cual es reactivar la costumbre de estrenos de óperas de compositores argentinos. En este caso, "Tlausicalpán", que, siguiendo una costumbre tradicionalmente usada en la ópera italiana en otros tiempos, lleva también un subtítulo: "El descubrimiento de Europa". La compuso el maestro Ernesto Mastronardi sobre la base de un libreto que el mismo músico y Jorge Pérez Fernández tomaron de la pieza de Agustín Cuzzani "Los indios estaban cabreros", estructurándola en un prólogo y diez escenas, que en la función del estreno se ofreció en dos partes con un intervalo. El argumento narra la historia de indígenas americanos que llegan al Viejo Mundo en una balsa y provocan sorpresa y confusión como especie, en los tiempos de los viajes de Colón. En ese contexto se desenvuelve con diversas facetas el tema original de Cuzzani. CUADROS EN SECUENCIA Declarado como un defensor de la música tonal, el compositor compatriota, de extensa y distinguida trayectoria, realizó así en su segundo trabajo para el teatro lírico una obra orquestalmente variada, con lenguajes también diversos planteados según las escenas y una presencia de rica orquestación, con variedad tímbrica y rítmica sobre leyes armónicas, con escenas corales y partes solistas, que en las últimas escenas termina por manifestarse dentro de un canto lírico estructurado en líneas melódicas, en arias y concertantes y un sugestivo septeto, por ejemplo, en la escena de la cárcel (la Nº 8 del desarrollo), en tanto en las primeras escenas aparece más dominante el recitado y el parlamento declamado. El autor expuso por tanto una rica imaginación, en una partitura extensa, de casi dos horas y media de duración, donde las diez escenas se suceden como cuadros secuenciales, separados en ocasiones por breves interludios orquestales. La versión tuvo en el podio a un animador ejemplar en Bruno D"Astoli, con un sólido acompañamiento de la orquesta estable, un coro que lució afinación y homogeneidad en sus voces, bien preparado por Luis Clemente, y un ballet estable que en su breve intervención mostró enjundiosa preparación. ALGUNOS ACIERTOS Las interpretaciones vocales de Mónica Sardi, con musicalidad y acierto, de Graciela Oddone como un autorizada Reina Isabel, y Marcela Pichot y la juvenil Susana Moreno, además de María Bugallo y Vanesa Mautner entre las voces femeninas, y trabajos elocuentes y destacados de Carlos Duarte, con lúcido sesgo lírico en sus arias, Norberto Marcos en sus dos personajes (Manuel y Cristóbal Colón) cantando con soltura y convicción, Alejandro Di Nardo, Oreste Chlopecki y Osvaldo Peroni, además de Ricardo Ortale con su vigorosa presencia vocal, Gabriel Centeno y Carlos Iaquinta, entre otros intervinientes, exhibieron una coherente y esmerada preparación y rendimiento. Por otra parte, el marco escénico planteado en esta realización, que contó con una estudiada "régie" de Carlos Branca y con decorados y vestuario de Sergio Massa, coloridos y oportunos, y convenientemente iluminados por Raúl Bongiorno, podrá, en futuras funciones, ajustar aún más el mecanismo de preparativos para evitar alguna demora al cambiar escenas, en tanto los dibujos caricaturescos, sobre un telón en el proscenio, no siempre parecieron justificarse, porque la puesta ya de por sí aparece explícita. En resumidas cuentas, un esfuerzo conjunto del Argentino platense en este retorno a la lírica, con el añadido de ofrecer un ponderable estreno nacional, al cual contribuyó con sus mejores recursos de producción. Néstor Echevarría