Hará el papel de una verdulera en "Che Madam" bajo la dirección de Osvaldo Bonet

Luisa Kuliok debuta en el Cervantes

Es un "grotesco asainetado" que cuestiona el machismo porteño al enfocar a na mujer que elige amar a dos hombres. También actuarán Pepe Novoa y Roly Serrano. El estreno está previsto para finales de agosto.

Luisa Kuliok posa para el fotógrafo en el Salón Dorado del Cervantes y cuida los detalles, cambia de pose y de gestos. La actriz de éxitos televisivos como "La extraña dama", "Amo y señor" o "Más allá del horizonte", confiesa a La Prensa que la emociona poder debutar en el antiguo teatro Cervantes. Allí a fines de agosto, en la sala Orestes Caviglia, estrenará "Che madam" de Carlos Pais y Américo Torchelli, en la que estará acompañada por Pepe Novoa y Roly Serrano y será dirigida por Osvaldo Bonet. "Es la primera vez que me convocan para un teatro oficial y acepté enseguida -dice-; me interesa saber cómo es el funcionamiento de un ámbito como éste, que encierra tanta magia. La historia habla de los porteños, el machismo y ese sentir "tanguero" que aquellos que nacimos en esta ciudad llevamos adentro", señala con entusiasmo la actriz y se preocupa por elogiar a cada uno de los que la acompañan en la pieza. "Tendré que estar a la altura de ellos", agrega con cierta inquietud. El título de la pieza nace del tango "Muñeca brava" -que Enrique Cadícamo escribió en el 28 y Carlos Gardel estrenó al año siguiente- y dice así: "Che "Madam" que parlas en francés y tirás Ventolin a dos manos...". Aunque eso no quiere decir que Luisa Kuliok se convierta en una "muñeca brava", su personaje es mucho más sencillo. "Haré de una mujer que trabaja en una verdulería y vive con un profesor de tango, que no tiene ningún alumno, no le gusta trabajar y al que ella mantiene". ¿Un cafishio? "No -se apura a responder la actriz-. Ellos están enamorados uno del otro y a él no se le ocurriría hacer que la "mina" venda su cuerpo. La pieza tiene una pintura machista y se completa con otro personaje, un hombre que tiene una pescadería, al que también le gusta el tango y es el detonante de que se produzca un triángulo amoroso. Por último es ella la que va a intentar encontrar una solución para poder vivir con esos dos hombres", cuenta Luisa Kuliok. COMO SER PORTEÑA -¿Está aprendiendo a bailar tango? -Sí, porque seguramente bailaremos alguno... Estoy descubriendo ese "ser porteño" que tenemos metido en la médula y es algo que se siente en el cuerpo, cuando caminamos por la calle. Eso me hizo recordar a mi madre cantando tangos en el patio de mi casa, cuando yo era niña. -¿Su madre cantaba tangos profesionalmente? -A mi madre le hubiera gustado ser pianista, o bailarina. Nació en un hogar humilde y no pudo hacerlo, por eso trató de incentivar en mí, que soy la mayor de sus hijas, lo que ella no pudo hacer. Nací en el barrio de Devoto y a los cinco años recitaba poesía. Cuando terminé la secundaria sabía que quería ser actriz. Estudié con Agustín Alezzo y dirigida por él y Hedy Crilla, hice "Despertar de primavera" en el 76, en el desaparecido teatro Olimpia. -Entre lo último que hizo en teatro están "La fierecilla domada", "Dos damas indignas" y ahora "Che madam" ¿qué le importa a la hora de subir a un escenario? -Es un rito único e irreemplazable. Como persona y actriz esa es la base de mi trabajo. El escenario impide cualquier falsedad. Más allá de los programas que se emiten en vivo, la televisión es "tape", sus programas están grabados. EL DIFICIL EQUILIBRIO -¿Qué perdió cuándo se convirtió en una actriz popular? -Tuve que hacer un gran ejercicio para mantener el equilibrio, la serenidad. El hacer tiras diarias requiere de una gran exigencia, concentración y manejo de los impulsos para poder hacerlo bien. En la television no hay tiempo para elaborar nada. -Después de "Los médicos 2" ¿reniega de la televisión? -La televisión como medio me encanta, porque uno puede "entrar" todos los días a una casa, a través de una palabra, de la acción, de un mensaje. Hoy somos muchos los que coincidimos en que tenemos una television liviana y no es lo que me gusta. "Los médicos 2" representó está nueva televisión, que tiene códigos del "no aguante". Fue una novedad para mí no poder intercambiar opiniones con el productor para que el programa cre