"Israfel" muestra ciertos desniveles en su puesta

Miradas a Edgar Allan Poe

El norteamericano Edgar Allan Poe es uno de los fundadores del cuento moderno, así como precursor del relato policial. Nacido a principios del siglo XIX y muerto a los cuarenta años, su vida fue prolífica en cuentos, más que en poemas, y en sucesos desgraciados.

Ficha técnica: "Israfel" de Abelardo Castillo. Dirección: Raúl Brambilla. Escenografía y vestuario: Marcelo Pont Vergés. Banda sonora: Eduardo Bolívar. Actores: Rubén Stella, Marcelo Mininno, Marcos Montes, María Ibarreta, Aldo Pastur, Antonella Costa y Jean-Pierre Reguerraz. Cervantes (Libertad 815). EL ESPECTACULO La producción literaria de Edgar Allan Poe, a pesar de haberse iniciado bajo los excelentes auspicios del primer premio del concurso de cuentos del Baltimore Saturday Visiter, no tuvo reconocimiento económico y mantuvo siempre a Poe, su joven esposa y su tía, en una situación precaria. La obra de Abelardo Castillo toma al autor al final de su vida con evocaciones de su juventud. A través de un contrapunto escénico que lo vincula con su juventud transcurre la segunda parte de la vida del escritor, desde el momento en que vive en Baltimore con su tía María Clemm y su prima Virginia, la Ligeia, Berenice, Anabel Lee de sus obras, con quien se casará cuando ella cumple catorce años. UN PRONUNCIADO DESNIVEL La puesta en escena presentada en el Cervantes exhibe notorios altibajos y sólo podemos rescatar algunas buena actuaciones y la belleza de ciertos cuadros escénicos en su estricta acepción de imágenes estáticas. Se han querido utilizar estéticamente fragmentos musicales de reconocida calidad ("Carmina Burana", entre otros), pero éstos no alcanzan cohesión dramática y a veces obran más como recursos efectistas que funcionales o de genuina intensidad dramática. Lamentablemente, el nivel general de la música fue tan alto el día del estreno que algunas irrupciones tonales, provocaron más de un sobresalto. La densidad y cierto empastamiento en la escena de la taberna del comienzo, pareció desaparecer con un interesante acceso espacial y lumínico al mundo de la adolescencia del protagonista en una suerte de segunda planta, pero el empaste se mantuvo, en general, en las escenas de grupo . En cuanto a los actores, la corrección y profesionalidad de figuras como Rubén Stella, Marcos Montes, Aldo Pastur, María Ibarreta, contrastaron con cierta tendencia al desborde del Poe joven de Marcelo Mininno, que, sin embargo, revela rasgos interesantes en los momentos menos exaltados. Estos desbordes dramáticos no ocurrían en su participación en "Living, último paisaje", notable puesta de Ciro Zorzoli. A su lado, la joven Antonella Costa logra una armónica Virginia, manteniéndose en un justo medio tono. La escenografía está lograda en el espacio correspondiente a la juventud del escritor y el vestuario presenta algunos puntos discutibles desde el punto de vista estético: Hay una exagerada utilización del "humo" escénico. Isabel Croce