El Teatro Nacional de Grecia debutará con un drama que ilustró a Freud

El hombre que pervive detrás el mito

La obra elegida para actuar el miércoles es "Edipo rey". La compañía ya realizó funciones en Mendoza y en Córdoba y hará otras cuatro en el Teatro Nacional Cervantes. Con el despliegue de veintidós actores, se oirá en su idioma original y subtitulada en castellano la tragedia de Sófocles. La tradición con una mirada actual.

A Sigmund Freud le interesaba la historia y tomó de las tragedias griegas ejemplos para diferentes catalogaciones del comportamiento humano. Cuando el sabio estudiaba en Viena, el Teatro Nacional de Grecia era fundado en 1900 y luego daría su primera representación el 24 de noviembre de 1901, en Atenas. Por tradición el elenco que conforma la institución actúa durante los festivales de verano en el antiguo teatro Epidauro de Atenas. Aunque no realizan giras por el interior de Grecia, si acostumbran a realizar funciones en el extranjero. En la Argentina no actuaban desde los años 60. "Edipo rey" de Sófocles, que narra la tragedia de un hijo que mata a su padre, se enamora de su madre y decide quitarse los ojos, fue la elegida por el Teatro Nacional de Grecia para actuar en nuestro país. Un elenco de veintidós actores que ya hicieron funciones en Mendoza y en Córdoba, actuarán a partir del miércoles y hasta el sábado, a las 21, en el Cervantes (Libertad 815). La puesta en escena que verán los porteños es la misma con la que este grupo de actores inauguró el Coliseo de Roma, en julio de este año. La dirección es de Vasilis Papavassiliou y su elenco lo integran ocho actores que interpretan los personajes principales (Edipo, un sacerdote, Creonte, Tiresias, Yocasta, un mensajero, un sirviente y un informante), a ellos se suman cuatro corifeos y diez coreutas. El vestuario es de Yorgos Xiakas y la música de Dimitris Kamaroto. El Teatro Nacional de Grecia es una institución estatal que actualmente está dirigida por Nikos Kourkoulos. Cuenta con una escuela de formación integral, en Atenas, y su objetivo es preservar la tradición de las antiguas representaciones de la tragedia griega, no obstante sus puestas sugieren una lectura más contemporánea. LA ESENCIA DEL INCESTO La puesta en escena de "Edipo rey" realizada por Vassilis Papavassiliou, se adapta a un escenario a la italiana, como el del Cervantes, y respeta la esencia de los cánones escenográficos de los tiempos de Sófocles, en cuanto al acceso a escena de los personajes principales, según su rango y los espacios que ocupa el coro. Desde esa visión el escenario aparece con un foro negro, una abertura central que determina el ingreso al Palacio Real y una rampa de acceso, que se extiende desde el proscenio hasta el fondo del escenario. Esa rampa también permite marcar un desnivel en el que se ubican los personajes centrales. Estos son Edipo, Yocasta, Creonte (hermano de Yocasta) y aquellos que dialogan con el protagonista, como el adivino ciego (Tiresias) y los pastores esclavos que van develando el pasado. Por los laterales ingresan los personajes que llegan de la ciudad, principalmente los ancianos que forman el coro y que se desplazan a ambos lados de la rampa central. La trama de la pieza tiene como eje dramático la historia de Edipo Rey de Tebas, casado con Yocasta (viuda de Layo) y padre de cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Una peste cae sobre la ciudad y el oráculo proclama que es consecuencia de no haber vengado la muerte de Layo, asesinado años atrás en un cruce de caminos. Edipo promete al pueblo encontrar al culpable y castigarlo con el destierro. LA VERDAD DE TIRESIAS Para averiguar la verdad llama al adivino Tiresias. De este modo Edipo descubre que, sin saberlo, ha cumplido el destino que los dioses le tenían prefijado. El pasado que surge a la luz indica que Edipo es hijo de Layo y de Yocasta. Cuando el niño nació, el oráculo predijo que el pequeño sería el asesino de su padre y cometería incesto con su madre. Layo, para evitar el designio de los dioses, lo entrega a un sirviente con los pies atados y los tobillos perforados, con la orden de abandonarlo en el bosque para dejarlo morir. Conmovido, el criado, en lugar de cumplir la orden lo entrega a la pareja real de Corinto, que lo cría como un hijo y le da el nombre de Edipo (que significa el rengo o el de los pies hinchados). Ya mayor, Edipo consulta el oráculo de Delfos, que le