TRAS LA DE GRAFITE AL JUGADOR DE QUILMES POR RACISMO

Los testigos se desdijeron por acusaciones a Desábato

Después de que peritos brasileños determinaron que no se apreció que el defensor "cervecero" pronunciara la frase por la que se lo imputó, los acusadores se retractaron. El club argentino iniciaría una demanda judicial.

Los testigos que acusaron al jugador de Quilmes Leandro Desábato de proferir insultos discriminatorios contra el brasileño Grafite se desdijeron y, ahora, el club argentino está reuniendo pruebas con las que podría accionar judicialmente contra el estado de San Pablo. El presidente de Quilmes, Daniel Razzetto, adelantó que tiene varios informes que detallaban irregularidades en el caso como “falso testimonio, detención indebida y abuso de autoridad” que se pueden presentar contra el estado paulista. A su vez, el abogado Federico Deyá, quien maneja el caso con un estudio brasileño, recordó que tras llegar con Desábato a la comisaría donde lo llevaron vio cómo “los testigos charlaban amigablemente con la policía y recorrían la seccional como si fuera su casa”. Los dos testigos que acusaron a Desábato de proferir “insultos racistas” contra Grafite cambiaron su declaración ante la policía en las últimas horas y sin sus declaraciones la causa puede caer, a horas de que el brasileño dijo que no la iba a ratificar. Según Folha de San Pablo, Fabio Bolla y Eduardo Sorrentino, cuyos testimonios permitieron detener al defensor quilmeño durante 36 horas, cambiaron su posición original luego de que el periódico les informó que especialistas en lectura labial concluyeron que el argentino no pudo haber pronunciado la palabra “mie...”. Los peritos consultados fueron Ricardo Molina y Erika Eguti y el equipo de profesoras del Instituto Severino Fabriani, una escuela para jóvenes hipoacúsicos, con más de 25 años de experiencia. Bolla, asesor de prensa, y Sorrentino, amigo personal de Grafite, no estuvieron en el estadio Morumbi el miércoles 14, cuando San Pablo le ganó 3-1 a Quilmes por la Libertadores. Pero ambos se presentaron esa noche ante la policía para asegurar que habían visto por TV cómo Desábato llamaba “negro de mie...” al jugador brasileño, y avalaron la denuncia de su amigo. SE ABRAZABAN Y COMIAN PIZZA Razzetto acusó a los testigos en la seccional de mentir y Folha afirmó ayer que junto a otros acompañantes de Desábato vio cómo se abrazaban y comían pizza con los policías, cuando el argentino estaba detenido. En tanto que Deyá, quien acompañó al jugador cervecero en el coche cuando lo detuvieron, destacó que “según la ley brasileña, en un caso de injuria, no se puede aprehender al imputado sin previa denuncia ante juzgado, lo que no ocurrió esa noche”. El letrado recordó que el comisario que detuvo a Desábato, Nico Goncalvez, le aseguró a Razzetto que iba a llevar al jugador un rato a la comisaría para que declarara y en su propio coche lo iba a alcanzar de nuevo al hotel”. Pero esa noche, tras llegar a la comisaría Desábato fue detenido y tuvo que pasar 36 horas hasta su liberación sólo con un pago de 10 mil reales, en medio de un escándalo regional por una acusación de racismo. Deyá explicó que por ahora el club “espera” para ver cómo evoluciona la causa alrededor de Desábato y, en ese plazo, destacó que “ya se cayeron los testigos”. Ahora, el jugador puede ser citado en San Pablo antes del 16 de mayo para declarar, pero el abogado aclaró que si bien el futbolista argentino se comprometió a ir, puede no ser necesario que vaya. En ese plazo o a lo sumo en seis meses, si Grafite no ratifica su denuncia, se puede abrir otra demanda contra el estado de San Pablo por la detención del jugador. El abogado aclaró también que “sin esperar a que se cumplan los seis meses -en el que la causa se archiva en forma automática- Grafite puede retirar la demanda”.