Opinión
Vuelve el fantasma nuclear
“Las intervenciones mediáticas de diversos e importantes dirigentes de ambos bandos del conflicto en Ucrania, poseen el común denominador del posible uso de armas nucleares. ¿Se trata de una pantalla retórica, es decir de mensajes para engañarse unos a otros, o existe realmente el riesgo de que Europa sea escenario de un conflicto atómico?”, esto decíamos en La Prensa el 9 de octubre de 2022.
Hoy debemos retomar esta temática porque en noticias recientes el tema vuelve al primer plano en medio del conflicto OTAN-Rusia.
Por un lado, hace unas semanas, además de los acuerdos de paz en medio oriente, hemos visto una noticia que nos devuelve la mirada a la guerra larga, irrestricta y sin fin, la guerra en Ucrania. La noticia nos indicaba que Estados Unidos está considerando enviar Tomahawks a Ucrania y, al mismo tiempo, podría prorrogar el tratado START, que es el último gran acuerdo sobre armas nucleares que está en pie entre Rusia y EEUU y vence en febrero del año que viene. Aunque después esta noticia quedó en suspenso.
En sus últimas declaraciones sobre el tema, el presidente Trump ocultó sus intenciones con palabras habitualmente crípticas. A bordo del Air Force One, durante un viaje a Oriente Medio el lunes, afirmó que los Tomahawks son un "arma muy ofensiva".
En una entrevista de Glenn Diesen con Scott Ritter se aclaran algunos interrogantes sobre esta “arma muy ofensiva”. ¿Qué son los Tomahawks y cuán disruptivo sería que Estados Unidos enviara estos misiles a Ucrania?
Scott Ritter responde: “hay tres variantes del “Tomahawk” que se produjeron: una de lanzamiento aéreo, otra de lanzamiento desde el mar y otra de lanzamiento terrestre. La variante terrestre se desplegó en Europa a comienzos de los años 80 como parte de la estrategia de contrafuerza de Estados Unidos para compensar el despliegue soviético del SS-20, un misil nuclear de alcance intermedio, móvil por carretera. Al SS-20 se lo consideró un cambio en el equilibrio de poder en Europa, que daba a los soviéticos una enorme ventaja, y necesitábamos contrarrestarlo. Así que desplegamos dos sistemas: el Pershing II -un misil de combustible sólido, muy capaz y muy preciso- y también el misil de crucero de lanzamiento terrestre, el Tomahawk.” Mas adelante, dice: “Existe una variante nuclear, obviamente no se la provee a nadie -salvo quizá a los británicos, aunque ni eso creo-, pero el Tomahawk es más conocido por su carga convencional y su capacidad de golpear con precisión a larga distancia.”
Interesante el párrafo siguiente: “Ahora, ese sistema está “en venta”. Estados Unidos, siempre buscando hacer dinero, decidió exportarlo. Antes, creo que solo nosotros y los británicos lo habíamos usado. Ahora se habla de enviarlo a Japón y a los Países Bajos. Y los Países Bajos son la parte importante, porque como dijiste, no se lo daría directamente EE.UU. a Ucrania, sino mediante un intermediario europeo, un país de la OTAN. Los holandeses… tengo entendido que ya concluyeron un contrato, hicieron sus pruebas operativas -se disparó un Tomahawk desde una fragata holandesa-, y están en la fila para comprar un par de cientos, con entregas a partir de 2028. Así que, si hablamos de proveer Tomahawks a Ucrania, sería a través de un intermediario europeo, y los holandeses parecen los candidatos más probables porque son el único poder europeo -además de los británicos- que está comprando Tomahawks. Cualquier otra nación europea tendría que ponerse a la cola, y Ucrania nunca vería ese sistema. En esto estamos”.
DISUASION NUCLEAR
El 15 de junio de 2025 en nuestro articulo publicado en La Prensa titulado “Guerra en Ucrania: ¿fin de la disuasión nuclear?”. Nos referíamos al tema: “En principio diremos que la disuasión tiene como objetivo evitar que un actor tome una decisión o realice una acción que ponga en peligro la seguridad de otro actor o el mantenimiento de un determinado statu quo”.
La disuasión puede basarse en la amenaza de una respuesta militar, pero también en la utilización de otros instrumentos de poder del Estado, como la diplomacia, las sanciones económicas, o la demostración de una voluntad firme de defender los intereses nacionales.
La disuasión como proceso se ejerce mediante tres aspectos: la capacidad, la credibilidad y la comunicación. Es decir: que puedo hacer daño (capacidad); me creen que puedo hacer daño (credibilidad) y digo que puedo hacer daño (comunicación).
La capacidad se da por medio de una serie de factores, entre ellos, los que hacen a las fuerzas mismas como su poder de combate. Parte de este son sus medios y armamentos como sus RRHH, su capacitación, su equipamiento y su moral.
Mensaje: Ejemplo “con un ejército bien instruido no se puede arriesgar” (con estos no me meto…). De igual manera la capacidad se comunica mediante el equipamiento de aceptable modernidad y actualización. Con respecto a la disuasión nuclear han abundado los mensajes de ambas partes en estos días.
MENSAJES ESTRATEGICOS
Rusia y EEUU están mandando mensajes estratégicos. Enlazado a estos mensajes se da la credibilidad, porque si tengo capacidad de daño es bastante creíble que la use y así lo produzca. Por esta razón se ven los anuncios de ambas partes y las pruebas de armas e ingenios militares que se hacen visibles a través de los medios de comunicación masivos.
El gobierno estadounidense está aumentando poco a poco la presión sobre la Rusia de Vladimir Putin. La semana pasada, se impusieron nuevas sanciones a las materias primas. Y parece haber una clara aprobación para que Kiev utilice misiles de crucero occidentales contra objetivos en el interior de Rusia. El reciente ataque ucraniano a la importante fábrica de municiones de Briansk fue vinculado por los rusos con los misiles de crucero Storm Shadow o Scalp", según informa el coronel Markus Reisner en n-tv. “Es probable que Estados Unidos incluso esté apoyando activamente a Ucrania con datos de localización de objetivos de sus satélites espía”. Así, Rusia reaccionó a este acontecimiento. Lanzando una nueva "superarma” y de esta manera “comunicó” al mundo entero del supuesto poder militar del misil "Burevestnik”.
Putin está reaccionando a la creciente presión del gobierno estadounidense. Esta presión se debe, por un lado, a las sanciones impuestas a Rusia la semana pasada sobre las materias primas y, por otro, a la amenaza que representan para Rusia los misiles de crucero occidentales. Rusia quiere demostrar que posee armas catastróficas. La idea detrás de un misil de crucero de largo alcance y propulsión nuclear es transmitir al enemigo: “Podemos sorprenderlos en cualquier momento, incluso con bombas nucleares”. Los rusos quieren mantener un equilibrio de poder y disuadir a los estadounidenses de una intervención militar importante.
CAMPO DE BATALLA
Como venimos indicando en esta columna, la situación en el campo de batalla es apremiante para Ucrania. La misma se vuelve cada vez más tensa en tres ciudades: Kupiansk, Siversk y Pokrovsk. Kupiansk está al borde de ser cercada. Ucrania ahora intenta retirar sus fuerzas de la ciudad. En una sesión informativa con Putin en la televisión rusa, el jefe del Estado Mayor General Gerasimov declaró que decenas de batallones ucranianos han sido cercados en Kupiansk.
Ucrania y la OTAN conocen la doctrina nuclear rusa. ¿Quién provoca e incita un desastre nuclear? El presidente ruso, Vladimir Putin, ha firmado la actualización de la doctrina nuclear, en la que se ha ampliado la lista de condiciones para un ataque nuclear ruso. Es conocido y comentado. Rusia se reserva el derecho de responder con armas nucleares a la agresión de un Estado, aunque este no posea armas nucleares propias. Basta con que el agresor cuente con el apoyo de una potencia nuclear. Incluso un ataque convencional contra Rusia se consideraría entonces un ataque conjunto y podría dar lugar a una respuesta nuclear.
No hay referencias concretas a Estados en el texto, pero, en el contexto de esta guerra, se sugieren paralelismos con Ucrania (un Estado sin armas nucleares) y sus aliados de la OTAN (incluidas las potencias nucleares EE. UU., Gran Bretaña y Francia).
La OTAN conoce perfectamente la “Triada Nuclear Rusa” y esto ha sido recordado en los últimos días con una práctica militar que sirvió como mensaje estratégico al resto del mundo.
La tríada nuclear de Rusia es un pilar fundamental para garantizar la seguridad nacional y la capacidad de disuasión estratégica del Estado. En palabras del presidente Vladímir Putin, quien lo subrayó varias veces, este sistema constituye una garantía sólida de la soberanía del país, asegura el cumplimiento de las tareas de disuasión y contribuye a preservar la paridad nuclear y el equilibrio de fuerzas a escala mundial, factores esenciales de la estabilidad global.
TRES COMPONENTES
En un proceso de modernización constante y con un potencial en aumento, está integrada por tres componentes principales: fuerzas nucleares estratégicas terrestres, navales y aéreas.
Componente terrestre: Las Tropas de Misiles de Designación Estratégica constituyen el principal componente de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia. Actualmente, la base de la agrupación terrestre de la tríada nuclear rusa la constituye el sistema estratégico Yars, equipado con un misil balístico intercontinental. Otra arma del componente terrestre de la tríada nuclear de Rusia es el sistema de misiles hipersónicos Avangard. Además: el misil balístico intercontinental Sarmat -con un alcance de 18.000 kilómetros y una carga útil de alrededor de 10 toneladas-, que entró en servicio en el Ejército ruso en 2023. (esto es un breve resumen).
Componente naval: submarinos de propulsión nuclear. La disuasión naval rusa se basa en dos tipos principales de misiles balísticos lanzados desde submarinos: el R-29RMU, más antiguo y de combustible líquido, y el Bulavá, de combustible sólido.
Componente aéreo: aviación de largo alcance. La aviación estratégica rusa que forma parte de la tríada nuclear del país es capaz no solo de lanzar ataques de largo alcance, sino también de proyectar su poder mucho más allá de las fronteras nacionales. Su arsenal incluye misiles balísticos, aerobalísticos y de crucero. En esta columna hemos señalado un misil que entró en servicio en Rusia y se convirtió en la primera arma hipersónica utilizada en el campo de batalla en 2022 que fue el sistema aerobalístico Kinzhal.
Ante la espada de Damocles nuclear que está a la vista, creemos conveniente considerar que, en los conflictos geopolíticos muchas veces olvidamos que también tienen su peso factores espirituales, filosóficos, histórico-culturales, identitarios e incluso religiosos, por lo tanto, no sólo intereses económicos, estrategias, relaciones de poder y posiciones militares.
Vale la pena recordar el artículo de Kissinger ‘Armas nucleares y política exterior’, donde dice: "Desde el comienzo de la agresión contra Ucrania, había que evitar una victoria de Rusia. Con mayor razón debemos evitar que busque una venganza nuclear. No podemos permitir que el uso de armas nucleares se vuelva convencional, se normalice. No sólo por lo que sería el tremendo resultado inmediato, sino por las consecuencias sobre la interpretación y legitimación del poder por parte de quienes lo ejercen". Además, el famoso teórico de la diplomacia instaba volver precisamente a eso: la diplomacia.
"Un diálogo, aunque sea exploratorio, es fundamental en este ambiente nuclear. No es relevante si nos gusta o no Putin. Una vez que el arma nuclear entrara en acción, el sistema mundial sufriría una interrupción de importancia histórica. No debemos vincular la acción diplomática a la personalidad de quienes están frente a nosotros. Nos corresponde a nosotros concebir un diálogo que preserve nuestra seguridad pero que nos devuelva al espíritu de convivencia. El derrocamiento del líder contrario no debe aparecer como condición previa". ( decía Kissinger).
Ante este panorama podemos deducir que no se podrá confiar demasiado en la cordura de los líderes atlantistas para evitar el paso del conflicto a las bombas atómicas. Es oportuno tener presente el consejo adecuado de Denes Martos: “De este lado del charco, haríamos bien en tomar nota. Dentro de tan solo un par de años (o mucho antes), el mundo entero será muy diferente.” ¿Y nosotros…que previsiones estratégicas y geopolíticas hemos adoptado? Creemos que estamos mirando para otro lado.