Pese al hostigamiento mediático, pese al intento de corrida cambiaria, pese a la campaña de denuncias, pese a las palizas que le había propinado en los últimos meses la “casta” en las dos Cámaras del Congreso, el presidente Javier Milei y su plan de ajuste superaron su primera prueba nacional.
Inmunes al clima agobiante que anunciaba una derrota, los ciudadanos de a pie resucitaron el proyecto libertario y el liderazgo preside ncial superando la resistencia de todos los sectores corporativos.
El gobierno dio vuelta las expectativas negativas con una suerte de referéndum en que los votantes apoyaron sin reticencias el nuevo orden económico, la lucha antiinflacionaria, el recorte del gasto público y la restricción monetaria.
Los números fueron no solo sorpresivos, sino también aplastantes. De cualquier manera en que se los quiera medir. Con más del 90% de los votos escrutados los libertarios habían ganado en una amplia mayoría de distritos, mientras que el peronismo –K y no K—en menos de la mitad. Formosa y Santiago del Estero fueron las únicas provincias peronistas que escaparon del desastre.
La victoria más impactante fue el desempeño de Milei en la provincia de Buenos Aires, donde hace poco más de un mes había perdido por goleada. Con el 95,88% de los votos escrutados Diego Santilli superaba anoche a Jorge Taiana por el 0,63%.
En cuanto a la renovación parlamentaria el impacto de las urnas fue también contundente. En el Senado LLA triplicó su representación. Con el PRO alcanzará a partir del 10 de diciembre el tercio suficiente para bloquear eventuales insistencias opositoras. En Diputados superó también el tercio, pero con bancas propias con lo que podrá no sólo sostener los vetos del Ejecutivo, sino también alejar a la oposición del quorum para armar sesiones contra la voluntad de la Casa Rosada.
El aporte de este cambio de escenario a la gobernabilidad y a la estabilidad macro es invalorable.
Primera conclusión: la sociedad frenó ante el abismo y no convalidó la insólita aventura de la dirigencia peronista que quería dinamitar la estabilidad. Los ciudadanos actuaron con una sensatez que los dirigentes omitieron.
Segunda conclusión: en el plano nacional muchos votantes del peronismo siguen apoyando a Milei, aunque cuando se votan autoridades provinciales vuelven a votar al PJ.
Tercera conclusión: el resultado se vio influido por el rechazo al desastre económico del kirchnerismo en todas sus gestiones. En buena medida Milei ganó, porque que tuvo enfrente a Cristina Kirchner.
Quedan para más adelante otras conclusiones como, por ejemplo, la referida al peso de la boleta única. Sin punteros, sin voto cadena, sin robo de boletas ¿cómo será el desempeño del peronismo en la próxima presidencial? Por último, lo ocurrido ayer también impactará en la interna peronista. Si Cristina Kirchner vuelve a perder en su bastión, ¿podrá digitar al próximo candidato presidencial de su partido? Esa respuesta en buena medida la deberá dar Axel Kicillof.