Opinión

Una huella verde, rica y profunda

Hay sangre irlandesa en todos los renglones trascendentes del quehacer nacional. La Asociación de Estudios Irlandeses del Sur trabaja intensamente para rescatar y preservar el legado de la diáspora de Irlanda en nuestra patria y cuatro países limítrofes. El papel clave de la Universidad de El Salvador.

Guillermo Brown y el edecán sanmartiniano Juan Thomond O'Brien. Cecilia Grierson. El padre Padre Guillermo Furlong. Los descendientes de Juan Martín de Pueyrredón y María Rita Damasia O'Doggan (Victoria Ocampo y Federico Leloir, entre tantos). Rodolfo Walsh y los padres palotinos masacrados. La sangre irlandesa ha contribuido también a enriquecer ese bendito crisol de pueblos que hoy conocemos como República Argentina. Una joven institución se esfuerza para rescatar y preservar ese legado, provenga del palacio o de una humilde chacra.

Hablamos de la Asociación de Estudios Irlandeses del Sur. Este diario se reunió con tres personalidades de la entidad para conversar sobre su trabajo: el diplomático Justin Harman (presidente fundador), la académica María Verónica Repetti (presidenta) y el historiador y columnista de La Prensa, Roberto Elissalde (miembro del consejo). El embajador de Irlanda en la Argentina, Gerard McCoy, es presidente honorario de AEIS.

La reunión se produjo en el barrio de Congreso, en una de las sedes de la Universidad de El Salvador, no casualmente. El rector Carlos Salvadores de Arzuaga es un pilar fundamental de esta cruzada cultural e histórica.

EL ORIGEN

-¿Como surge esta iniciativa?
J.H.: -Permítame hace un poco de historia. Fui secretario y embajador de Irlanda en Buenos Aires, di la vuelta al mundo, me casé y volví. Como diplomático siempre intenté divulgar la cultura irlandesa y rastrear sus huellas en el mundo. En la Argentina son ricas y profundas. Dublin siempre, ha tratado de promover los estudios irlandeses, es como una herramienta de afirmación de la identidad nacional. Es decir, personalmente desde hace décadas estoy vinculado con trabajos universitarios, encuentros culturales, congresos sobre el tema. En 2017 creamos aquí una entidad, a título de individual, y creamos un lazo permanente con la Universidad de la La Pampa. De esa matriz surge la AEIS. Hoy, la República de Irlanda es una sociedad desarrollada que no duda en patrocinar iniciativas culturales como la nuestra.
R.E.: -Me gustaría destacar que nuestro radio de acción es más amplio que la Argentina. Incluye también a Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
V.R.: -Estamos trabajando con la Universidad de El Salvador para otorgar una diplomatura en estudios irlandeses. No sólo para los estudiantes; está abierta a la comunidad. El único requisito es tener el secundario completo e interesarse en la historia, la sociedad y la cultura de la isla. Tiene un nivel académico muy alto; incluso con profesores que han vivido en Irlanda.

-¿Tengo entendido que hay muchos argentinos en Irlanda hoy en día, verdad?
V.R.: Sí, cerca de seis mil. Trabajan casi todos en las industrias de alta tecnología.

-¿Su trabajo de rescate cultural incluye también el idioma gaélico?
J.H.: -No. Si bien el gaélico sigue siendo el idioma oficial de Irlanda, hoy es hablado por sólo el 2% de la población. Hay escuelas bilingües y un esfuerzo del Estado por promocionarlo, pero Irlanda se encuentra hoy en el área conocida como anglósfera, se habla inglés. En la diáspora tampoco se usa. Hay una especie de contradicción en Irlanda, mientras se afirma oficialmente que el idioma nativo es un pilar de la nacionalidad, el pueblo le ha dado la espalda.

-¿Qué logros ha alcanzado la AEIS?
J.H.: -La digitalización completa de The Southern Cross (NR: en español ‘La Cruz del Sur´), el periódico argentino en idioma inglés, fundado en 1875 por el sacerdote Patrick Dillon. A través de la embajada, conseguimos los fondos que se entregaron a la Biblioteca Nacional. El acceso es gratuito. Es un archivo extraordinario de ciento cincuenta años de la presencia irlandesa en todos sus aspectos; creo que como periodista seguramente le resultará muy interesante.

-¿Sigue publicándose The Southern Cross?
V.R.: -Sólo por vía digital, cada tres meses aproximadamente. Es decir, no tiene una periodicidad definida. Se publica más como newsletter.
Quisiera añadir que entre los objetivos cumplidos está la construcción de una red con la que hemos conectado a todos los interesados. Somos once personas en la comisión directiva, con trabajo ad honorem, pero mucho compromiso y amor, más Roberto y otra persona más como revisores de cuentas. Tenemos 33 socios que hacen una pequeña colaboración mensual. Creo que arrancamos con fuerza durante la pandemia con una serie de conferencias muy buenas, una por mes, con temáticas irlandeses, como la Roberto Raíces irlandesas de escritores argentinos. Ahí detectamos un gran interés.
R.E.: -Destacó que en 2025 AEIS se conformó como asociación formal, con su respectiva personería jurídica. J.H.: -En mi opinión, la asociación está cumpliendo su objetivo primordial: la preservación del acervo histórico cultural de Irlanda en la Argentina, que abarca todo: pintura, letras, medicina, defensa nacional, economía, educación; sólo en política me parece algo floja. Ese patrimonio estaba disperso y nosotros tratamos de reunirlo y potenciarlo de alguna manera, con la colaboración de expertos, algunos llegados de Irlanda, por ejemplo trajimos un profesor del folclore.
V.R.: -No queremos circunscribirnos a los asuntos tradicionales, sino que la asociación está abierta a nuevas temáticas que tienen que ver con la transformación de la economía y la sociedad, las relaciones internacionales. De hecho, otro de los grandes logros de Justin es haber promovido en la Universidad del Salvador la traducción al español de dos ensayos del prestigioso catedrático Dermot Keogh, que falleció hace poquito: ‘Irlanda y la Argentina del siglo XX (Diplomacia, diáspora, Iglesia Católica, derechos humanos y la guerra de Malvinas)’ y ‘La independencia de Irlanda, la conexión argentina’. Voy a regalarle un ejemplar de cada uno (se levanta para buscar los libros…).

-¡Muchas gracias!
J.H.: -La Argentina fue uno de los primeros países del mundo en reconocer el Estado libre de Irlanda en 1921, lo que demuestra la influencia de la diáspora en la Argentina.

¿POSCRISTIANOS?

-Me han explicado que idioma gaélico ha dejado de ser un bastión de la irlandidad. ¿Pasa lo mismo con la religión católica una presencia tan importante en la historia, en la afirmación nacional y en la literatura irlandesa contemporánea, como vemos en esos sublimes narradores John Banville y John McGahern?
-J.H.: -Desde la gran reforma de la Iglesia de Inglaterra, hubo una fusión en cierto modo entre entre la identidad nacional irlandesa y el catolicismo. Es decir, entre el nacionalismo y la religión. Pero en los últimos cuarenta años han cambiado las cosas drásticamente. Es otro mundo. Incluso ya hay estudiosos que hablan de una “Irlanda poscristiana”, similar a casi todos los países de Europa occidental. El proceso de secularización contemporáneo no se ha detenido en la costas de Irlanda. Piense que también el país sufrió una gran transformación demográfica: el 22% de la población no nació en el país. Irlanda ha dejado de ser un gran exportador de personas y ahora atrae inmigrantes de todo el mundo, incluso argentinos.
V.R.: -En relación a la presencia católica en la literatura irlandesa por lo general se refieren al pasado, una visión crítica de los años cincuenta, después de la Segunda Guerra Mundial con la Iglesia con un papel dominante. La literatura irlandesa es fecunda, porque proviene de un pueblo que es elocuente. En los nuevos narradores -como Claire Keegan- hay otros tópicos abordados.
J.H.: -El debate continúa, en todo caso. Hoy que los valores ultramontanos que trasmitía la Iglesia Católica se han diluido en el cuerpo social, pero los eruditos están preguntando que reemplazará, justamente, a esos valores.
V.R.: -Se busca una identidad. Hay paralelismos, por cierto, entre Irlanda y la Argentina en cuanto a la influencia de la religión y el papel de la mujer en la vida social.
 

LO QUE VENDRA
 

¿Qué viene ahora para la Asociación?
J.H.: -Queremos digitalizar todo. The Standard, por ejemplo, que fue un periódico en lengua inglesa publicado en Buenos Aires entre 1861 y 1959, fundado y dirigido por los hermanos Edward y Michael Mulhall, inmigrantes irlandeses. Y el Fiana que se publicó entre 1910 y 1913.
Nos gustaría, además ampliar las asociaciones con universidades, que se incorporen estudios irlandeses. Trabajamos con la Universidad de Lanús y la Universidad de La Pampa y tratamos de reflotar la cooperación con la Universidad de Córdoba y la Universidad de La Plata.
R.E.: -Hay un aniversario muy importante en vista. En 2026 vamos a empezar a preparar todo lo que ronda a los 250 años del nacimiento del almirante Guillermo Brown (se cumplen en 2027). Y tenemos también, aunque creo que no lo vamos a celebrar, los 200 años de la guerra con el Brasil que fue uno de los hitos del gran almirante, con esa gran victoria en Combate de los Pozos. Con ese espíritu browniano vamos a trabajar.
En segundo lugar, queremos rescatar la memoria popular porque yo creo que hay muchas personas de origen irlandés que escribieron memorias. Y no son políticos ni personajes importantes. Cómo hizo Fray Mocho que escribió las memorias de un vigilante.
V.R.: -Sí, ese tipo de memorias creemos es importante rescatarlas, si están escritas en inglés, traducirlas; en todo caso que no se pierdan. El gran objetivo macro es crear el archivo de la inmigración irlandesa en Argentina, todo digitalizado. Que comprende los periódicos, pero también las historias personales. Memorias, cartas, postales, fotos. Todo eso lo queremos agrupar en un megaarchivo, no sabemos cómo nos va a ir, pero es nuestra ambición. El año que viene pensamos relevar tres poblaciones donde hubo una comunidad irlandesa. Venado Tuerto, que fue fundado por un empresario irlandés (Eduardo Casey en 1884), Capilla del Señor y San Antonio de Areco. Buscamos, incluso, testimonios orales de personas mayores.
J.H: -Hubo un aporte irlandés muy importante en el terreno de la medicina en particular en los tiempos de la fiebre amarilla. Nos gustaría rescatarlo también. Sobre todo el aporte fuera de Buenos Aires.
Respecto, a lo que dijo Roberto, debo agregar que hay mucho interés en Irlanda por la figura y el legado de Brown. Se está planeando incluso la realización de un documental en conjunto con argentinos.

-¿Cuál es la biografía definitiva de Guillermo Brown?
R.E.: -Sin duda, la última la que realizó Miguel Angel De Marco. Es la más completa y didáctica, su lectura es muy cómoda. No solo incluye el hecho histórico documentado, sino también el contexto.
Hay otra actividad de la AEIS, que quizás Justin no lo menciona por pudor porque le involucra a él, qué es el descubrimiento de un busto de San Martín que en los años sesenta la comunidad irlandesa había donado a Irlanda pero que nunca fue colocado porque había quedado en el limbo. Era en la época del Golpe de Onganía. Ahora gracias a la gestión de Justin se ha localizado y están activas las gestiones para ser emplazado. Se va a colocar en un museo en el año 27, calculamos.
Yo creo en los milagros, amigos. Nosotros estamos acá por el trabajo del padre Guillermo Furlong, ese gran jesuita, que tanto tuvo que ver con la fundación de la Universidad del Salvador. Hay un irlandés eminente en cada renglón de la Argentina.