La educación en el país se encuentra en una encrucijada. Los resultados de las pruebas Aprender, que evalúan el desempeño de los estudiantes en todo el país, revelan una realidad preocupante: un alto porcentaje de alumnos no alcanza los niveles mínimos de aprendizaje, especialmente en matemáticas y las brechas entre estudiantes de diferentes niveles socioeconómicos son alarmantes.
En una entrevista exclusiva con Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050, una organización que aboga por la mejora de la enseñanza en Argentina, La Prensa pudo dialogar sobre el estudio “¿Qué aprendimos de Aprender?” que ofrece un análisis exhaustivo del desempeño de los estudiantes en las 24 jurisdicciones del país. Los datos, que abarcan desde 2016 hasta 2023, permiten observar tendencias preocupantes.
"Los resultados son muy, muy malos", afirmó Álvarez Trongé para luego agregar que "Nos muestran que el 82% de los chicos del último año del secundario no llegan a los conocimientos mínimos de matemáticas".
El informe, que fue elaborado en colaboración con la ONG Argentinos por la Educación, señala que “en lengua, 4 de cada 10 estudiantes de 6to grado de primaria y de 5to/6to año de secundaria no alcanzan niveles mínimos de aprendizaje”.
Respecto a matemática los datos tampoco son esperanzadores ya que “5 de cada 10 estudiantes de 6to grado y 8 de cada 10 de 5to/6to año no alcanzan niveles mínimos de aprendizaje”.
En ciencias naturales los datos determinan que “3 de cada 10 estudiantes de 6to grado y 4 de cada 10 de 5to/6to año no alcanzan niveles mínimos de aprendizaje”. Algo similar a las ciencias sociales en que “4 de cada 10 estudiantes de 6to grado y de 5to/6to año no alcanzan niveles mínimos de aprendizaje”.
Por otra parte, con las evaluaciones realizadas desde 2016 se muestra un aumento preocupante en la cantidad de estudiantes que no logran aprender lo mínimo esperado en casi todas las materias. En lengua, el porcentaje de estudiantes en el nivel básico o por debajo de él aumentó 3 puntos porcentuales en 6to grado y disminuyó 3 puntos en 5to/6to año desde el 2016. En matemática, aumentó 7 puntos en 6to grado y 12 puntos en 5to/6to año. Ciencias sociales y naturales se evaluaron una vez en cada nivel, por lo que no se sabe cómo evolucionó el porcentaje de estudiantes de bajo desempeño.
Cabe destacar que los cambios más grandes en estos porcentajes se produjeron durante el comienzo de la pandemia.
En tanto, la cantidad de estudiantes que alcanza aprendizajes de excelencia es pequeño. “Entre 1 y 3 de cada 10 estudiantes se desempeñan en el nivel avanzado, excepto en matemática de 5to/6to año, donde casi la mitad de las jurisdicciones argentinas no tienen estudiantes que clasifican en este nivel”, menciona el texto.
Esta situación, que se desprende del análisis del informe Aprender, es una señal de alerta que no se puede ignorar. "Es una percepción muy dolorosa. Demuestra que la educación no es prioridad en la Argentina, no lo ha sido, y que si no hay un cambio que la sociedad reclame, que levante la voz, no va a haber futuro"., continuó el directivo de la ONG.
DESIGUALDAD
Uno de los aspectos más alarmantes que revela el informe es la profunda desigualdad en el acceso a una educación de calidad en el país. "Si Sarmiento viviera, creo que se vuelve a morir", sentenció Álvarez Trongé y acto seguido señaló que "Hoy tenemos un enorme problema de comprensión lectora, y la política número uno de este gobierno y de los gobiernos provinciales es la alfabetización".
El texto confirma esta preocupante realidad. La brecha entre estudiantes de diferentes niveles socioeconómicos es la más amplia de todas. Los estudiantes más pobres son entre 29 y 36 puntos porcentuales más propensos a no alcanzar los niveles mínimos de aprendizaje que los más ricos.
En tanto, la diferencia en el porcentaje de estudiantes más pobres y más ricos en el nivel avanzado es la más amplia de todas, aunque está disminuyendo. La diferencia de rendimiento entre estudiantes de diferentes géneros es pequeña (menos de 4 puntos porcentuales en todas las materias y grados) y ha disminuido desde 2016. La diferencia según el tipo de escuela (urbana o rural) varía más (entre 0.1 y 11 puntos, dependiendo de la materia y el grado) y ha aumentado en algunas áreas y bajado en otras. La diferencia según la gestión de la escuela (pública o privada) es aún más variable (entre 0.1 y 26 puntos), pero también está descendiendo.
Sin embargo, la distinción en el nivel socioeconómico de los estudiantes sigue siendo la más extrema. "Si la educación es un motor de equidad social, un motor para corregir los defectos de la cuna, hoy te demuestra que ese motor se quedó sin combustible, que no lo está haciendo y se está generando el efecto contrario”, advirtió Álvarez Trongé. De esta forma, los datos “muestran que hay cuarenta puntos porcentuales entre el nivel socioeconómico más alto y el más bajo. Es una barbaridad".
De esta manera, la disparidad en la calidad educativa en Argentina sigue siendo un problema grave. Existe una brecha evidente entre la educación que se imparte en la Ciudad de Buenos Aires, primera en el ranking, y la que reciben los estudiantes en provincias como Formosa o Chaco, en las últimas posiciones según los resultados. “Nos enfrentamos a un desafío como país: ¿Por qué no logramos garantizar una educación igualitaria para todos?”, dijo el especialista en educación.
FALTA DE INVERSION
La problemática de la educación en Argentina es compleja y multifactorial. Álvarez Trongé señaló la falta de inversión como uno de los principales obstáculos para mejorar la calidad educativa. "Argentina no solamente nunca cumplió con lo que dice la ley, del 6% del PBI para educación, sino que ahora manda un proyecto de ley para suspender esa inversión", denunció.
Este problema se traduce en bajos salarios para los docentes, lo que a su vez afecta la calidad de la enseñanza. "No le pagamos bien a los que se ocupan de esta tarea como responsables número uno", señaló Álvarez Trongé.
Por otra parte, un tema recurrente que agrava la situación y atraviesa todas las instancias, es la deserción escolar, especialmente en los sectores más vulnerables.
El acceso a la educación secundaria en la Argentina ha mejorado significativamente desde la sanción de la Ley de Educación Nacional en 2006. Sin embargo, a pesar de que más del 90% de los jóvenes ingresan al sistema, la tasa de deserción escolar sigue siendo demasiado alta. "El desgranamiento es tremendo ya que llegan a recibirse aproximadamente un 50%. Hay un 50% que quedan en el camino", afirmó Álvarez Trongé.
Entre las causas que contribuyen a este problema se encuentra la pobreza que afecta a más del 60% de los hogares con niños en edad escolar. En muchos casos, los jóvenes se ven obligados a abandonar la escuela para trabajar y contribuir a la economía familiar.
Si bien se ha avanzado en la inclusión educativa, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que todos los jóvenes puedan completar sus estudios secundarios y acceder a mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional. Según el especialista, es fundamental “implementar estrategias que aborden las causas del abandono escolar, como la pobreza y la falta de apoyo a las trayectorias educativas”.
En tanto, se observan numerosas dificultades, particularmente en las comunidades más vulnerables, donde se vuelve crucial hacer cumplir la legislación en ciertos puntos. A modo de ejemplo, la ley establece que “los docentes más capacitado debería ejercer en las escuelas con mayores necesidades”, lo cual no se está llevando a cabo.
PROBLEMA TECNICO
Durante la entrevista, el educador puso el foco en la recopilación de datos con que luego se hace el informe que contempla la prueba Aprender ya que no se incluye a quienes han abandonado la escuela. “Nuestro informe plantea dos grandes dudas sobre estos datos. La primera es lo que se llama la cobertura, es decir, cuántos alumnos se presentan a dar este examen. En primaria estamos muy bien, es decir, un noventa y cuatro por ciento se presenta a dar el examen, pero en secundaria la cifra decae al sesenta y nueve por ciento, con lo cual ya ahí se abre un enorme signo de interrogación si esa información es fidedigna, porque probablemente con más datos la información sea todavía peor”, señaló el educador.
Otro punto destacado sobre lo recopilado es la “comparabilidad entre estos datos y las evaluaciones internacionales” como las realizadas por la UNESCO, denominadas como Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE). También se incluyen las evaluaciones regionales y otras, como las famosas pruebas PISA. Así, el porcentaje presentado en cada instancia evaluativa difiere entre sí lo que sugiere cierta dificultad por presentar un diagnóstico más exacto sobre la situación educativa en la Argentina.
Aún con estas diferencias porcentuales, la existencia de estos datos son fundamentales para la toma de decisiones en políticas públicas. “Son una herramienta poderosa, pero la pregunta clave es cómo la utilizamos. A pesar de tener acceso a información, los resultados en áreas clave como educación no han mejorado en las últimas dos décadas. Es crucial que la sociedad se involucre activamente, exigiendo no solo soluciones a problemas inmediatos como la inflación o la inseguridad, sino también mejoras en la educación”, señaló el especialista.
PLAN URGENTE
Ante este panorama desalentador, Álvarez Trongé realizó un llamado a la sociedad para que exija un cambio profundo en la política educativa. "Los políticos debieran presentarnos un plan con la misma magnitud de importancia que la economía, que la inflación, que la salud o que la seguridad", reclamó.
Por otra parte, el experto en educación destacó la necesidad de un seguimiento más cercano a las escuelas, especialmente a aquellas con mayor índice de vulnerabilidad."Tendríamos que tener mejor información de las escuelas y estar sobre ellas, diciendo “vemos tal problema”, “vemos tal conveniencia", propuso.
Álvarez Trongé también advirtió sobre la necesidad de un cambio en los métodos de alfabetización. "Nos estamos equivocando del método que estamos adoptando. Probablemente esto nos lleve más tiempo para enseñar a leer bien", señaló el directivo.
UNA PROMESA VACIA
La crisis de la educación en Argentina tiene consecuencias directas en el futuro de los jóvenes. "Los exámenes internacionales como PISA muestran que el mejor nivel de Argentina está a la altura del peor nivel de Italia, por ejemplo, o al peor nivel de España", advirtió Álvarez Trongé.
Esta realidad se traduce en la frustración de muchos jóvenes que, al terminar el secundario, se encuentran con que su título no les garantiza una inserción laboral exitosa."Estamos cometiendo un fraude", afirmó el presidente de Educar 2050 que luego agregó que "Se genera una enorme frustración para esos chicos de 14 años de educación obligatoria y que después su título no los pone a nivel".
FUTURO INCIERTO
La falta de inversión, la desigualdad, la deserción escolar y los métodos de alfabetización inadecuados son algunos de los desafíos que se deben afrontar con urgencia.
El futuro de la educación, y con él el futuro del país, depende de la capacidad de la sociedad argentina para exigir un cambio profundo y de la voluntad política para llevarlo a cabo. "Esta transformación se logra con la educación, y no lo percibimos. Fabricamos excusas y decimos “bueno, no se puede”. Pero ¿por qué se pudo en los países vecinos como Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica y hasta México?", se preguntó Manuel Álvarez Trongé al finalizar la entrevista.