Ya está. Parece mentira pero parece que Lionel Messi jugó su último partido oficial con el Seleccionado en territorio nacional en el duelo frente a Venezuela por las Eliminatorias Sudamericanas. Si no ocurre nada raro, claro…
El rosarino disputó 45 partidos en suelo argentino vistiendo la camiseta albiceleste y el Monumental fue el escenario más habitual en sus 24 presencias. La Bombonera, por su parte, recibió en solo cinco oportunidades al astro, mientras que San Juan lo vio en tres ocasiones en cuerpo y alma jugando por los puntos.
La doble fecha, en la que Argentina recibió este jueves a la Vintinto en el Monumental (y visitará a Ecuador el martes 9) y tiene un valor sentimental. Casi con seguridad fue la última con Messi en un partido por Eliminatorias, en Buenos Aires, antes de las giras internacionales de octubre y noviembre.
Su recorrido con Argentina comenzó hace ¡exactamente 20 años, el 9 de septiembre de 2005! cuando, con apenas 18, años tuvo su primera presentación en el país frente a Perú, justamente en la cancha de River.
Su primer grito en el país llegaría tres años más tarde, el 11 de octubre de 2008, contra Uruguay, también en una Eliminatoria mundialista. Desde entonces, los goles del rosarino en Argentina se transformaron en una costumbre y en una cita esperada cada vez que la Albiceleste jugaba de local. Hasta anoche el capitán había convertido 35 goles con el equipo nacional, de los cuales 23 fueron por Eliminatorias y 12 en amistosos. Seguramente, si o ocurre nada grave, la Pulga seguirá marcando… Ojalá haga muchos en el Mundial del año que viene, que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. Pero para eso falta, claro.
De esta forma, el encuentro Ecuador del martes uno d ellos últimos para Messi con la celeste y blanca. Por lo pronto, el de anoche fue por demás emotivo. Ya lo había anunciado el capitán. ´´Voy a ir con mi familia, será un partido muy especial para mi´´. Y los más de 85 mil hinchas que lo alentaron en vivo resultaron testigos privilegiados del hecho. Messi con la 10 del Seleccionado. Una imagen que los contemporáneos jamás olvidaremos.