Espectáculos
Con Julian Kuerti como director invitado y la mezzo neoyorquina Isabel Leonard

Un programa francés en el Colón

Concierto de la Orquesta Estable del Teatro Colón. Programa musical francés con obras de Héctor Berlioz y Maurice Ravel. Dirección: Julian Kuerti. Solista: Isabel Leonard, mezzosoprano. El sábado 10 en el Colón.

En el tercero de sus conciertos programados para este año, la Orquesta Estable contó con dos nuevas figuras para nuestro medio, el director canadiense -nacido en Toronto hace cuarenta y cinco años- Julian Kuerti, y la mezzosoprano neoyorquina Isabel Leonard, de cuarenta, a quien este crítico recuerda de hace pocos meses en el Met y comentado en estas páginas.

En su presentación en el Colón acometió un repertorio lucido para la vocalista porque incluyó de entrada "Las noches de verano" ("Les nuits d"été, opus 7), de Héctor Berlioz, sobre poemas de Théophile Gautier -reconocido poeta, dramaturgo y novelista del siglo XIX-. Seis piezas comprende esta creación del gran exponente del romanticismo musical galo, con auténtica vena berliozana, diríamos, en la musicalidad impecable y el fraseo, y con una personalidad refinada.

Exhibió entonces Leonard esa voz atractiva, de mediano volumen, homogénea en color, dueña de una personalidad también fina y atrayente mostrando una emisión controlada, acorde con la partitura y el sello literario que caracteriza al autor. Comenzando con un "Villanelle", la evocación de la primavera, y siguiendo con un cristalino "El espectro de la rosa", melodía acompañada por la flauta y clarinete.

Enseguida siguieron en el cancionero "Sobre las lagunas" y "Ausencia" a manera de una plegaria, y adecuándose a los efectos psicológicos de "En el cementerio" y en "La isla desconocida", que acompañan las cuerdas, para completar el ciclo berliozano, donde demostró su emisión refinada y controlada, expresiva con la partitura orquestal, siempre en empatía con la dirección de Kuerti en una clara simbiosis.

RAVEL Y BIZET

Tras el bello poema que cerró la primera parte del concierto prosiguió el programa a cargo de la orquesta titular del teatro con la conocida "Rapsodia española", de Maurice Ravel, compositor francés a la que estuvo dedicada la parte final.

Ravel, como otros colegas franceses, mostró entusiasmo y veneración por la música hispana, con su estilo propio, particularmente en su "Rapsodia española", obra estrenada en París en la sala del Chatelet en 1908 y que causó entusiasmo, sobre todo en el estreno donde fue bisada su "malagueña".

La versión propuesta en esta ocasión por el director canadiense fue prolija y eficaz en las cuatro partes que comprende.
Finalmente, para el cierre, la conocida "Shéhérazade" de Ravel, que fuera fríamente recibida cuando el músico francés la estrenó juvenilmente en 1899, aunque pocos años después apeló a los poemas de Tristan Klingsor (seudódonimo del poeta francés Léon Leclre) y con sus tres piezas ("Asia", "La flauta mágica" y "El indiferente") estrenadas en la Ciudad Luz en 1904, la composición raveliana se transformó en el conocido ciclo para voz solista y orquesta.

Impecablemente encarada por Leonard luciéndose en su noche de presentación entre nosotros, con la belleza de su fraseo, del idioma francés que bien domina, fue seductora para la audiencia, al punto de recibir efusivos aplausos y una ovación del público. Como ha venido ocurriendo con frecuencia, los aplausos que también comprendían al director Kuerti, cuya labor fue muy efectiva al frente de la Estable, buscaban obtener algunos encores.

La cantante, entonces agradeció con emoción estar en el Colón, contó lo de sus padres y el vínculo con nuestro país, y entregó como adición la "Habanera" de "Carmen", de Bizet, para cerrar así un concierto interesante por el acertado y agradable programa francés reuniendo a dos empinados músicos galos de diferente época y características.

Calificación: Muy bueno
 



El canadiense Kuerti condujo a la Estable con seguridad y soltura. Isabel Leonard se llevó los mejores aplausos. GENTILEZA ARNALDO COLOMBAROLI