El mundo
¿QUIEN ES EL NUEVO PAPA?

Un políglota afable que trasciende fronteras

Afable, moderado, reservado, el cardenal nacido en Estados Unidos Robert Francis Prevost -hoy Leon XIV- fue una de las grandes apuestas de Francisco, que lo designó en uno de los cargos más influyentes del Vaticano, dirigiendo la oficina que selecciona y gestiona a los obispos a nivel mundial. También los puso a cargo de los asuntos de América latina.

Este misionero de la antigua Orden de San Agustín, que también tiene nacionalidad peruana (fue misionero, párroco, profesor y obispo en el país hermano), ha sido en los últimos años un estrecho colaborador del difunto Bergoglio y entró a su estilo, discretamente, en la lista de papables para este cónclave, como un outsider por detrás de otros grandes nombres.

Su talante moderado le posiciona como puente entre las facciones conservadora y reformadora de la iglesia y su vasto conocimiento de América le ha valido el respaldo de los cardenales del sur y del norte del continente, muchos de los últimos críticos con Francisco.

EN CHICAGO

El nuevo Obispo de Roma nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, de ascendencia española. Tiene dos hermanos, Louis Martín y John Joseph.

Pasó su infancia y adolescencia con su familia y estudió primero en el Seminario Menor de los Padres Agustinos y luego en la Universidad de Villanova en Pensilvania, donde en 1977 obtuvo la Licenciatura en Matemáticas y también estudió Filosofía.

El 1 de septiembre del mismo año, Prevost entró en el noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en San Luis, en la Provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo de Chicago. El 29 de agosto de 1981, hizo sus votos solemnes.

La hermana Dianne Bergant, quien le dio clases de Biblia en la Unión Teológica Católica de Chicago, donde obtuvo una maestría en teología en 1982, dijo que era un estudiante discreto y con excelentes calificaciones. Añadió que cuando fue nombrado cardenal, décadas después de haber sido alumno de su clase, respondió de inmediato a un correo electrónico de felicitación que ella le envió, agradeciéndole su ayuda en su desarrollo teológico.

A los 27 años, sus superiores lo enviaron a Roma para estudiar Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (Angelicum).
En Roma, fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982, en el Colegio Agustino de Santa Mónica, por Mons. Jean Jadot, entonces Propresidente del Consejo Pontificio para los No Cristianos, actual Dicasterio para el Diálogo Interreligioso.

SEGUNDA PATRIA

Con 28 años, fue enseguida enviado al que se convertiría en su segundo país: Perú, como misionero a Chulucanas, en Piura (1985-1986).
Esta sería el primer paso de un largo camino en Latinoamérica que prosiguió en 1988 en la misión peruana de Trujillo, seleccionando vocaciones agustinas en ciudades como Chulucanas, Iquitos y Apurímac y ejerciendo otros roles durante una década en esa archidiócesis.

Prevost también acumula una dilatada experiencia docente en su país, también como prior general del Capítulo Agustino de Chicago, hasta que en 2014, desde Roma, el papa Francisco le puso al frente de la diócesis peruana de Chiclayo, como administrador apostólico.

Un año después sería nombrado por Francisco obispo de Chiclayo y desde 2018 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal de Perú, afrontando entre otras cosas la grave crisis por los abusos del grupo Sodalicio de Vida Cristiana, disuelto este año por el papa.

Como obispo de Chiclayo, se opuso a un plan gubernamental para incorporar la enseñanza de género en las escuelas. "La promoción de la ideología de género es confusa, porque busca crear géneros que no existen", declaró a los medios locales.

DE NUEVO EN ROMA

Tras un lustro peruano, en 2023 el pontífice argentino le llamó a Roma para hacerle cardenal y nombrarle prefecto del Dicasterio para los Obispos, el ministerio vaticano que elige a los monseñores de todo el planeta.

Al frente de esta poderosa institución, que controla una enorme red de prelados en todo el mundo, asistió también a las pugnas de su mentor, el papa Francisco, con los conservadores católicos, plasmadas por ejemplo con la destitución del obispo estadounidense Joseph Strickland en noviembre de 2011, desleal con la Santa Sede. Pero Francisco también lo puso como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina gracias a su gran conocimiento sobre la realidad y las periferias del subcontinente.

Su rol de ojeador de obispos y su experiencia sudamericana hace que Prevost mantenga un contacto continuo con la jerarquía eclesiástica alrededor del mundo, sobre todo en América, la región con la mitad de los católicos del planeta (unos 637 millones en 2004).

UNA NOVEDAD

Pero su elección pontificia resulta una novedad no solo porque es considerado un cardenal joven, con 69 años, sino también porque se convierte en el primer papa llegado del corazón de un imperio ya suficientemente poderoso, los Estados Unidos.

La decisión de los 133 cardenales votantes, que llegó en una columna de humo blanco al final de su segundo día de votación desafió la creencia de larga data de que los líderes de la Iglesia nunca elegirían a un Papa de una superpotencia global que ya tiene una influencia considerable en los asuntos mundiales.

A nivel de magisterio, aunque cauto, se ha pronunciado en línea con Francisco, defendiendo la idea de un clero "cercano al pueblo", diametralmente opuesto a la figura de un "directivo" o "un gestor”.

Este agustiniano discreto, que habla perfectamente francés, ingles, italiano y español, fue la figura que más convenció a una iglesia universal, representada por los 70 países de los cardenales que entraron en la Capilla Sixtina y que rechazaron el regreso de un papa italiano.

En los días de las congregaciones generales consiguió despistar a los periodistas entrando con un pequeño coche anónimo y, a pesar de ser cardenal, vivía en una habitación de la curia general de la Orden de San Agustín, a la izquierda de la columnata de Bernini, un edificio que él mismo mandó construir cuando era superior de su orden.

Sus amigos dicen que es tranquilo y humilde, que visita el monasterio agustino en Roma para comer con los sacerdotes de la orden y que siempre lava sus propios platos, dijo el reverendo Alejandro Moral Antón, sucesor del cardenal Prevost como líder agustino en Roma.

También se ha destacado que “sabe escuchar” y que consigue ser apreciado por los cardenales progresistas y conservadores, así como por las tres mujeres que Jorge Bergoglio nombró en 2022, por primera vez, para trabajar con él como miembros del ministerio para los obispos.

BUEN HUMOR

El reverendo Fidel Purisaca Vigil, director de comunicaciones de la antigua diócesis de Prevost en Chiclayo, recuerda que el cardenal se levantaba cada día y desayunaba con sus compañeros sacerdotes después de rezar. Desde una perspectiva más mundana, León XIV es un aficionado confeso al tenis que echa de menos usar la raqueta .

"Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú he tenido pocas ocasiones de practicarlo así que tengo muchas ganas de volver a la pista. Mi nuevo trabajo (cardenal) no me ha dejado mucho tiempo libre para ello hasta ahora", había confesado una entrevista con la Orden Agustiana, en el portal augustinianorder.org.