Espectáculos
Crítica: "Cuando los chanchos vuelen", una mirada a la crisis entre israelíes y palestinos

Un animal que cayó del cielo

El director Sylvain Estibal explora con buenos recursos narrativos un conflicto sin fin y lo hace a través de una historia que despierta cierta ternura y humor, a la vez que hace que el espectador se identifique con ese antihéroe llamado Jafaar, el pescador, magistralmente interpretado por el actor israelí Sasson Gabai.

Ficha técnica:

"Cuando los chanchos vuelen" (Le cochon de Gaza). Coproducida entre Francia, Bélgica y Alemania, 2011. Dirección y guión: Sylvain Estibal. Fotografía: Romain Winding. Música: Aqualactiva y Boogie Balagan. Actores: Sasson Gabai, Baya Belal, Myriam Tekala, Gassan Abbas, Ulrich Tukur y Khalifa Natour. Presenta: DCA. Duración: 98 minutos. Calificación: Para todo público.
 
El director francés Sylvain Estibal parte de una situación absurda, para ilustrar, con un humor -respetuoso-, el conflicto que separa a israelíes y palestinos.
 
La anécdota es simple, pero efectiva. Jafaar (Sasson Gabai) un pobre pescador palestino con mala suerte, se interna en el mar y cuando recoge su red descubre que en lugar de pescados para vender en la feria de la ciudad en ella hay un cerdo.
 
La sorpresa provocará en el pescador un intenso cambio en su cotidianidad porque comenzará a sentirse un perseguido.
 
Ocurre que Jafaar vive en la llamada Franja de Gaza, escena de un largo conflicto entre israelíes y palestinos y el cerdo es un animal mal visto por los habitantes de ambas zonas.
 
Como si esto fuera poco, Jafaar decide mantener al animal en su pequeña embarcación. No puede llevarlo a su casa, porque en ella tiene apostados a dos soldados israelíes que no sólo custodian la frontera, también pretenden simpatizar con su mujer.
 
CON POCA SUERTE
 
Una solución es intentar venderle el animal a un miembro de la ONU, pero cuando se lo ofrece, el funcionario asombrado, prácticamente lo saca a patadas de su oficina.
 
A partir de ese momento, comienza una aventura tan absurda como insólita para Jafaar, que teme ser descubierto por las autoridades y condenado a prisión, tan sólo porque un cerdo apareció un día en su red de pescador.
 
El hombre imagina una y mil maneras para obtener algún dinero con ese cerdo "caído" del cielo. Desde la de disfrazarlo de oveja, hasta intentar venderlo a unos vecinos. Jafaar todo lo intenta, pero sin demasiada suerte.
 
El director Sylvain Estibal explora con buenos recursos narrativos un conflicto sin fin y lo hace a través de una historia que despierta cierta ternura y humor, a la vez que hace que el espectador se identifique con ese antihéroe llamado Jafaar, el pescador, magistralmente interpretado por el actor israelí Sasson Gabai.
 
Calificación: Muy buena