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Teme por el feminismo la sucesora de Stieg Larsson

La escritora sueca Karin Smirnoff, sucesora de Stieg Larsson para continuar la saga Millennium, denuncia "una contraola de ataque a las conquistas feministas", a partir del auge de la derecha y la moda de las "trad wives" (“mujeres tradicionales”).

"Algunos políticos pretenden devolver a las mujeres al hogar y echar por tierra lo conseguido, con mucho sacrificio, por las generaciones anteriores",señaló la autora durante la presentación en Madrid de Los colmillos del lince, octava entrega de la serie Millennium y la segunda escrita por ella.

Smirnoff (1965) fue seleccionada por los herederos de Larsson para dar continuidad a esta popular saga, con más de 105 millones de lectores en todo el mundo, después de las tres escritas por David Lagercrantz.

Su contrato, dijo, es por otras tres -ya ha comenzado a escribir la tercera- y a partir de ahí no sabe lo que ocurrirá.

"Para mí ya estaría, pero no sé qué hará la familia después, dependerá de los herederos y su hermano murió recientemente, así que no sé qué pasará", reconoció.

Fue en 2005 cuando se publicó Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, que se completó en una trilogía negra y de crítica social que su autor nunca llegó a ver publicada porque murió de un infarto en noviembre de 2004, con solo 50 años.

Su protagonista, Lisbeth Salander, se convirtió en icono de denuncia de la violencia contra las mujeres pero Larsson también se adelantó a su tiempo con las advertencias sobre el auge de la supuesta extrema derecha.

"Era una de sus grandes preocupaciones, él ya advirtió de que los Demócratas de Suecia (partido de derecha) iban a llegar al poder", recordó Smirnoff, que al igual que Larsson es periodista de formación y también fotógrafa.

"Tengo fotos en las que hacen el saludo nazi, con camperas bomber y rapados; hoy tienen el 20 por ciento de los votos en Suecia y es un partido completamente establecido, niegan ser neonazis pero a la vista está que lo son y que comparten su visión del mundo", protestó.

Una realidad que ya no solo comprende a Suecia sino que se extiende a todo el mundo.

"Hoy día los vientos corren a favor de la extrema derecha, me da mucho miedo cómo hemos llegado a normalizar las estupideces que hacen y dicen los miembros de estos partidos", exageró Smirnoff.