La estrategia del Gobierno de salir a absorber pesos para atenuar el impacto de esa liquidez sobre la cotización del dólar, terminó derivando en una pronunciada escalada en las tasas que se pagan los bancos entre sí cuando necesitan liquidez.
La suba se profundizó esta tarde cuando la tasa de caución llegó a tocar el 80% anual, hasta que el equipo económico decidió salir a bajarla por distintos canales, de acuerdo con fuentes del mercado financiero.
La tasa de caución es un indicador del estado de liquidez en el sistema y refleja cuánto están dispuestos a pagar quienes necesitan dinero urgente.
Si esa tasa sube -como está ocurriendo-, es señal de que hay menor disponibilidad de pesos o mayor demanda de financiamiento. Y la disparada impacta sobre toda la curva de bonos en pesos.
Al eliminar las LEFI, que eran Letras del Tesoro utilizadas por los bancos como una inversión segura y rentable a corto plazo, se liberó una enorme cantidad de pesos -entre 10 y 15 billones- que quedaron sin un destino inmediato.
Desde el gobierno esperaban que esa liquidez se volcara a las nuevas Lecaps. Sin embargo, esa reinversión no se dio con la intensidad que se proyectaba.
En lugar de apostar fuerte por las Lecaps, los bancos y fondos prefirieron jugar a lo seguro: mantuvieron liquidez o eligieron instrumentos más cortos y menos riesgosos.
En definitiva, la falta de apetito por las Lecap (después de la eliminación de las LEFI), sumada a la incertidumbre electoral y las presiones sobre el tipo de cambio, terminó generando un clima de tasas extremadamente volátiles.
Según Federico Sibilia y Valentimo Caramutti, estrategas de renta fja de la empresa de servicios financieros Criteria, el fin de las letras LEFI el 10 de julio último marcó “la salida definitiva de los pasivos remunerados del BCRA y el avance hacia un esquema monetario basado en el control de agregados, con tasas determinadas de forma endógena”.
“En función del errático comportamiento de las tasas, la salida no fue ordenada. Vencían ARS 15,5 billones de LEFIs y en la licitación de ese día las tasas de corte no lograron capturar los pesos liberados, expandiendo la base monetaria en ARS 9,9 billones, derivando en una fuerte caída en la tasa de caución (que ya venía bajando con fuerza, como forma de anticiparse a los acontecimientos) y en una presión alcista sobre el tipo de cambio, aún en un momento de fuerte liquidación del polo sojero”, explicaron los analistas de Criteria.
La consultora PPI indicó que, al final de la jornada, la tasa de caución a un día se disparó hasta cerrar en 45,6% TNA, mientras que los rendimientos de la curva soberana en pesos subieron con fuerza.
Las Lecaps más cortas, como la S31L5 (vencimiento a fines de julio), alcanzaron una tasa de 5,3% Tasa Efectiva Mensual -casi el triple de la inflación-, y la S15G5 (con vencimiento a mediados de agosto) trepó a 3,9% TEM, mientras que el resto de las Lecaps más largas operaron en el rango de 3,2/3,8%.
No obstante, analistas de la city porteña confían en que si se sostiene la estabilidad cambiaria y la inflación continúa descendiendo, hay condiciones para una compresión adicional que siga impulsando aún más la demanda de crédito, sin afectar la sostenibilidad del sistema”.
El economista German Fermo acota que “los bancos están aprendiendo a trabajar de bancos, cosa que no hacen desde hace décadas”.
“Los bancos perdieron al BCRA como ancla y ahora deberán encontrarla operando entre ellos y armando un mercado overnight. Mi único comentario es si hacía falta hacerlo antes de octubre”, escribió el catedrático.
“¿Estaba el mercado listo para un sistema endógeno de tasas? A la luz de lo que observamos pareciera que no. ¿Es esto entonces un drama? No necesariamente, BCRA o Tesoro deberán marcar la cancha por un rato, veremos que tan largo es ese rato”, añadió.
“Me parece inevitable un largo periodo de intervención para evitar una dinámica delirante en tasas y potencialmente también en tipo de cambio que no le conviene a nadie. Es como cuando un bebe aprende a caminar, si lo soltás de golpe, se rompe”, concluyó.
En tanto, el dólar minorista cerró en 1.225 pesos para la compra y 1.275 para la venta en la cotización de Banco Nación, con una baja de $25 respecto del cierre del lunes. Fue la mayor baja en el mes.
Según fuentes del mercado, hubo intervención estatal en futuros y también influye las supertasas
(volvió el carry trade). Economía parece haber fijado un techo de 1.300 pesos para las cotizaciones oficiales.
El dólar blue se mantuvo arriba de los $1.300. Cotizaba ayer a la tarde en la City a $1.285 para la compra y $1.305 para la venta, con una baja de 1,15% en el día.
En tanto, el dólar mayorista, el de referencia del mercado y del comercio exterior, se ubicaba en $1.254 tras bajar 1,6%. En cuanto a los tipos de cambio financieros, el MEP perdía 1,5% hasta $1.262,52 y el CCL registraba un descenso de 1,7% hasta los $1.267,41.
Finalmente, las reservas del BCRA bajaron por primera vez en cinco jornadas, al descender u$s 74 millones hasta los u$s 40.576 millones.