Sabores de familia en Tigre

 

"Tuve el placer de conocerlo la semana pasada, fuimos a desayunar. Al ver el lugar y los muebles, me llevó automáticamente a mi infancia, cuando íbamos con mi mamá a la salida de la escuela, al local de Don Sergio a comprar y charlar con él. Amé que hayan honrado la historia de la familia y conservado todos sus muebles. Seguro están orgullosos de ustedes. Increíble todo lo que probamos, la torta de pistachos, el roll de canela, el pan de chocolate, las focaccias y el café, un viaje de ida! ¡Que tengan muchos éxitos! , escribió @andydelpo83 en Instagram sobre su experiencia en 'Sole di Parma'. Su posteo -de marzo de este año, cuando fue la apertura- es uno de los tantos que agradecen, alaban y reivindican este especial sitio de Tigre que se transformó en uno de los preferidos de la zona.

Alejado de la parte más turística, pero en pleno casco histórico, 'Sole di Parma' bien merece una visita. A cualquier hora está lleno y hay que ir con paciencia. Sus espectaculares sándwiches y su riquísima pastelería son la razón principal del éxito.

El espacio, abierto por Martín Gianella y su esposa María Cancello, se inspira en la historia que comenzó en la década de 1950, cuando los nonnos de María, don Sergio y doña Violanta, emigraron desde Parma, Italia y fundaron el local que mantuvieron durante décadas. 

LAS FOCACCIAS

El acogedor salón actual cuenta con cocina a la vista y también con mesas en la vereda para disfrutar de los días lindos.

El hit del local son sus focaccias artesanales, elaboradas con masa madre y sometidas a un proceso de fermentación de 24 horas, que se pueden pedir simples o con algún topping. Una de las más destacadas, sin dudas, es la focaccia de pera confitada con queso azul, nueces y almíbar.

La resultado atención muy amable pero al ser un lugar sumamente exitoso a veces habrá que esperar un poco, sobre todo para hacer la cola del pedido. 

Sin embargo, a nadie parece importarle demasiado ya que todos disfrutan con sus focaccias. Amigos y amigas, familias y parejas abrazadas pululan por las mesas de este entrañable espacio de Tigre.

 

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