Comenzaba la semana, era un lunes 18 de octubre de 1869. El país era gobernado, desde hacía un año, por el presidente Domingo Faustino Sarmiento. Ese día salió a la calle el primer número del diario La Prensa, gracias a la incentiva de un jóven de 27 años, José Clemente Paz.
Comenzó a editarse en la Imprenta Buenos Aires de la calle Moreno 73, entre Bolívar y Perú, propiedad del poeta y amigo de Paz, Estanislao del Campo.
La maquina que se utilizó fue una Presse Universelle, una imprenta rotativa diseñada por el inventor francés Hippolyte Marinoni (1823-1904). Su característica principal era la capacidad de usar rodillos para imprimir de forma continua sobre papel, en lugar de hojas individuales, lo que aumentaba drásticamente la velocidad de producción.
Inicialmente, el diario tuvo sólo una hoja de poco más de medio metro de alto por 37 centímetros de ancho, impresa en el anverso y reverso. Cada página estuvo dividida en 5 columnas. Se repartió a partir de las tres de la tarde y salía un peso.
En 1873, la empresa trajo de Europa una máquina de reacción Alouzé, siendo una de las primeras de ese sistema introducidas en el país. El 11 de diciembre de 1883 adoptó el formato de 8 páginas que solía llegar a 18. El 1º de enero de 1889, adquirió una rotativa Hoe, de origen estadounidense, con una mayor capacidad de producción y velocidad. Ya en 1903 tenía una tirada de 115.000 diarios, y en 1901 de 150.000.
En ese primer número de 1869, el lector pudo leer la presentación en sociedad del nuevo diario:
“Saludamos afectuosamente a toda la prensa argentina, de la que nosotros también entramos a formar parte. Les deseamos todo el bien y acierto que para nosotros ambicionamos. La independencia, el respeto al hombre privado, el ataque razonado al hombre público y no a la personaliad individual, formarán nuestro credo (…) Verdad y Libertad: he ahí nuestro punto de partida. Libertad, progreso, civilización, he ahí el fin único que perseguimos. No nos guía ningún móvil mercantil. Abrigamos la confianza de conservar la independencia suficiente, a más de la que nos es característica, para poder ser intérpretes genuinos de la opinión pública".
Y tras la presentación, la primera crónica de La Prensa estuvo dedicada a una función en el teatro Colón: “Anoche se dió el ´Rigoletto´ y el ´Jardín de Míbil´ que tanta bulla a metido entre el sexo feo. Como simpre, la compañía de baile se portó perfectamente bien. La concurrencia fué muy numerosa, tanta, como la noche del debut de la ´Carozzi´”.
En segundo lugar, bajo el título “Pago” se informó: “Mañana empezará el pago de las asignaciones del ejército del Paraguay y guarniciones de las fronteras”. Sobre la misma temática, asegura que los gastos de dicha guerra “ascienden a treinta y un millones de pesos fuertes en cuatro años y cinco meses de duración”.
En otra noticia de aquel lunes de hace 156 años, se hacía mención de “una gran feria para mañana en el circo ´Chiarini´ en beneficio del Hospital de Inválidos. Además de las pruebas nuevas y variadas que tendrán lugar, se anuncian varias novedades que traerán una gran concuerrencia. Se dice que un jóven conocido montará una mula brava que nadie ha podido montar hasta hoy. Para que el acto sea completo aparecerá vestido con camiseta colorada, chiripá, espuelas de fierro, sombrero de paja y demás accesorios del domador”.
A continuación, en otra breve información, se confirma que el “Gobierno Nacional ha nombrado sub Secretario del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública al apreciable joven D. Rafale Pereira”.
Y con el título “Inscripción del Registro Nacional” la primera queja del matutino que comenzaba a recorrer sus primeros pasos:
“Es bochornoso lo que pasa en Buenos Aires con la inscripción. Los ciudadanos permanecen indiferentes al llamado del deber patriótico. Muy pocos son los ciudadanos que hasta la fecha se han inscripto. En balde la prensa se ocupa diariamente de la inscripción, exitando a los ciudadanos a concurrir a la Parroquia. Todo es inútil. Sabemos positivamente que en la parroquia de la Piedad no alcanzan a treinta los incriptos. Es necesario pues, que el pueblo sacuda la modorra que se ha apoderado del él, pues es lo más contagioso y lo que lleva a los pueblos a la inercia en todo y por todo”.
No faltan algunos avisos sociales como el que alerta que “el baile en lo del Sr. Saldías que debió tener lugar el sábado, se ha transferido para el siguiente por inconvenientes imprevistos”.
Ya en la quinta columna de la primera página se puede leer la primera denuncia de La Prensa
. Bajo el título “Asunto serio”
advierte: “Con frecuencia viene denuniciándose por la ´Nación Argentina´ varios prevaricatos que se cometen por empleados nacionales. Nos sorprende que el fiscal permanezca mudo ante esas graves denuncias. Las leyes son terminantes. Sus disposiciones prescriben como uno de sus principales deberes, iniciar el proceso aunque no haya acusador particular en los delitos notorios de alguna gravedad”.
En la primera columna de la segunda página se inaugura la sección “Gacetilla”. En la misma aborda, con ironía y humor, la idiosincrasia porteña en acuarelas de diferentes situaciones diarias. “Han visto ustedes ¿como se ha generalizado el entregar las cosas por entregas?”, comienza y habla de “esos individuos que no bien ha llegado el 31 del mes cuando están deseando que llegue el otro 31. Tiene obligaciones y cuanto gana no le alcanza para llenarlas. Sin embargo, se ve en el caso de mantener el rango. Con este objeto se presenta a un sastre y le dice: hágame un traje completo. En esta operación se le iría cuanto gana si no le quedara el recurso de las entregas”.
Sin embargo, advierte que esas personas se mudan de domicilio con rapidez y narra la misma estrategia con el almacenero italiano y una amabilidad interesada para lograr solamente un plan de pago en entregas.
En la sección siguiente se vierte una opinión firmada por Campoamor dedicada a: “La ley ¿es el derecho?”.
En la misma reflexiona: “El derecho es la geometría de la moral. El derecho es la ley, lo que la idea es a los términos con que es expresada. El derecho es la ley de Dios, y la ley es el derecho de los hombres (…) El verdadero derecho es uno, inmutable, pues se funda en los eternos principios de la naturaleza divina y humana. Este derecho es un ordenamiento del Creador, y el lugar donde está escrito es el universal sentimiento de equidad, depositado en la conciencia de todos”.
En esta sección realiza una revista del mercado. “Aunque las operaciones no carecen de importancia, los precios has seguido la tendencia en baja que manifestaron hace días (…) La importación está con mucha paralización en sus negocios debido a la mucha entrada y la limitada estracción para los ríos y campaña (…) Y en cuanto a la exportación es muy limitada las ventas en los mercados y estaciones. Los cueros vacunos en general conservan precios altos”.
Sobre la Exposición Universal del Río de la Plata en Buenos Aires, la oficina de la Administración hace público que “desde hoy queda abierta en la oficina, calle Cangallo 170, el registro especial en la que deben inscribirse los acendados, agricultores, industriales y poseedores de productos naturales del Río de la Plata, que deseen tomar parte como expositores en esta Exposición Universal”.
La primera publicidad aparecida en La Prensa se encuentra en la cuarta columna de la segunda y última página. “Baltazar Moreno se encarga de todo lo concerniente a corretajes y remates. Calle San Martín 92”. La segunda, a continuación decía: “Cigarrería La Argentina. Frente a la iglesia de San Nicolás. En esta cigarrería se ha recibido un riquísimo surtido de cigarros habanos de las mejores marcas que se conocen. También se venden cigarrillos ya acreditados en Buenos Aires por su gran demanda que hay de ellos”.
Luego un pedido en grandes letras: “Muchachos para vender diarios se necesitan en esta imprenta”
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Y la última publicidad fue de “Fotografía de Anonio Pozzo. Calle de Piedad 113. Se acaba de recibir en el establecimiento, una cámara solar giratoria, con cubierta ultimamente”
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El primer número de culmina con el título “Oficinas de Tierras Públicas” y avisa acerca de un “remate de dos terrenos de tierras públicas ubicadas en el partido de Dolores”.
En los días siguientes a la primera edición de La Prensa, el impacto del nuevo diario en el ámbito periodístico se hizo sentir. Los medios no lo recibieron de la mejor manera y hasta lo tildaron de "periodiquín".
La Prensa lamentó el silencio de la mayoría de los colegas, en especial “Nación Argentina” de Bartolomé Mitre. “La Tribuna” de los hermanos Varela, terció en la disputa: “No se aflija, colega, el sol alumbra para todos”.
A los dos meses de su aparición la circulación ya era de 700 ejemplares y a partir del 6 de julio de 1871 se transformó en matutino. A partir de ese momento comenzaría a recorrer un camino que lo llevaría a convertirse en uno de los diarios más influyentes el mundo.
En 1901 abre su primera sucursal en París y lo promociona con un libro escrito en francés calificando el matutino como el “Coloso de América del Sur”. El libro, de lujosa encuadernación y una profusa ilustración, fue publicado en 1903 por la editorial gala Creté.
A modo de final, una reflexión profunda y actual. Cuando La Prensa cumplió sus primeros cincuenta años publicó, aquel 18 de octubre de 1918, un editorial escrito por su primer director, Cosme Mariño.
En el mismo, sostiene:
“Un diario es, ante todo, un ideal en constante y parcial realización, un ideal que no se realiza, diríamos, usando un bello concepto de Ibsen: ´forjando anillos a una tradición´, sino con el doble juego del respeto a la idea orientadora, matriz y fuerza, y la fiebre de la creación constante, arreglada a los progresos morales y materiales de la sociedad (…) La Prensa no fue en ningún momento diario de exclusivismos, no fue ni es diario limitado a un gremio, a una clase, a una profesión, a un partido, fue y es un diario esencialmente nacional. Todos los habitantes, cualquiera sea su credo político, social o confesional, tienen libre la entrada en esta casa y a su alcance la fuerza imponderable de nuestra propaganda, solo se les exige que su causa sea de orden, de ley, y que no contraríe los principios de nuestra nacionalidad”.