Una investigación publicada en la revista científica The Lancet advierte que los informes de los datos provisionales del ensayo de Fase II de la vacuna Sputnik V son deficientes y poco transparentes.
La idea original de este paper encierra una clara paradoja: la misma publicación científica que dio el aval científico y la legitimación de cara a la opinión pública global sobre la evidencia en torno a la seguridad y eficacia de la Fase III de la vacuna Sputnik V contra el covid-19 -investigada, estudiada y desarrollada por el instituto ruso Gamaleya- ahora queda requebrajada en sus conclusiones y puesta en el banquillo de los acusados en cuanto a la documentación y datos científicos respaldatorios de su fase final, indispensables para que reciba luego la aprobación de las agencias regulatorias globales antes de ser inoculada en seres humanos en una contexto de pandemia global por el virus SARS-COV-2.
Cabe señalar que aún las dos principales agencias del mundo, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EEUU (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no han aprobado la vacuna de origen ruso.
También es cierto que estas objeciones que en la prestigiosa revista científica The Lancet señalan discrepancias en los datos e informes deficientes en el ensayo de Fase 3 de la vacuna Sputnik V llegan un poco tarde porque la vacuna ya fue aprobada en 64 países, que reúnen una población de más de 3.2 mil millones de personas que la mayoría han sido inoculadas con esta vacuna. Entre estos, la Argentina.
El acceso transparente y disponible a los datos que sustentan los hallazgos de los estudios son imperativos para verificar y confirmar los desarrollos científicos declarados y el acceso restringido dificulta la confianza en las investigaciones. Sin embargo, es aún más grave si hay aparentes errores e inconsistencias numéricas en las estadísticas y los resultados presentados. Lamentablemente, según una investigación publicada en la revista científica The Lancet, esto parece ser lo que está sucediendo en el caso del ensayo de Fase III de la vacuna Sputnik V.
La segunda preocupación que menciona la investigación se refiere al protocolo del ensayo.
Según el registro NCT04530396 de ClinicalTrials.gov, el resultado primario se cambió el 17 de septiembre de 2020. Inicialmente, el resultado primario debía evaluarse después de la primera dosis, pero la evaluación se pospuso para después de la segunda dosis.
Otro punto de preocupación sobre el protocolo del estudio se relaciona con el reclutamiento y la asignación al azar de los pacientes. Según el perfil del ensayo, se seleccionaron 35.963 individuos y se asignaron al azar 21.977 individuos. El registro del 20 de enero de 2021 menciona que se inscribieron 33.758 pacientes. Es de esperar que esta última cifra sea igual al número de participantes seleccionados o asignados al azar. Además, no hay información sobre qué causó la exclusión de 13.986 participantes, según el perfil del ensayo.
La tercera preocupación se relaciona con los datos reportados y los resultados numéricos. Los autores del estudio -son nueve calificados científicos: Enrico M Bucci, Johannes Berkhof, André Gillibert, Gowri Gopalakrishna, Raffaele A Calogero, Lex M Bouter, Konstantin Andreev, Florian Naudet y Vasiliy Vlassov- aseguran haber encontrado las siguientes inconsistencias en los datos: los datos para el grupo vacunado el día 20 se refieren a más personas que el día 10, como si faltara información para 100 participantes el día 10, o si los participantes se inscribieran después del día 10; y el número de participantes informado para las diferentes cohortes de edad vacunadas no se suma al total informado.