Opinión
Buena Data en La Prensa

Otro 8 de agosto y las PASO


La historia de nuestro país cuenta con varios hechos que por su heroicidad y trascendencia merecen ser calificados como gesta. Uno de esos hechos históricos ocurrió hace cinco años y fue lograr vencer a una parte importante del poder político y mediático que, con el apoyo de organismos internacionales, quisieron imponer el descarte de niños por nacer en 2018.

LA HISTORIA Y LA MEMORIA

Aquello que pasó esa fría madrugada de agosto fue trascendente. Miles de personas expectantes y dos modelos de Argentina gráficamente plasmados en una plaza partida por vallas de contención. La votación…y un estallido. Ese hecho histórico marcó un hito en nuestro país que rápidamente se extendió a casi toda Latinoamérica. Así fue. La historia se fundamenta en hechos reales que tienden a ser narrados lo más objetivamente posible y de forma estrictamente documentada.

La memoria de un hecho, en cambio, es subjetiva y diferente para cada persona. Es individual, los recuerdos son personales y están teñidos al calor de los afectos. Cada uno vivió de una forma diferente esa jornada y se fue a su casa con un sabor a triunfo o a decepción.
Cuando la memoria se desconecta de lo real se transforma en un mero relato, característico de la era de la posverdad; pero la historia sin memoria se pierde en el olvido.

La historia y la memoria necesitan conjugarse para que las generaciones venideras puedan tener la posibilidad de aprender de la experiencia de sus antepasados.

Es por eso, que guardar la memoria de lo acontecido aquella noche es un deber para con la posteridad que se manifiesta recordando públicamente el acontecimiento. Haciéndolo presente año a año.

El lector podría preguntarse ¿cómo se puede festejar cuando el aborto ya es ley y a miles de bebés se les niega el derecho a la vida? En el Día Internacional de Acción por las Dos Vidas se celebra que el 8 de agosto de 2018 una gran mayoría del pueblo se puso de pie frente a poderosos intereses que querían implantar el aborto en nuestro país…y ganaron la partida. Más allá de lo que haya pasado después, ese día es por sí mismo, memorable.

OTRA VEZ AQUÍ

Hace cuatro años escribimos en "Buena Data en La Prensa" una columna que se llamó "8 de agosto: un día inolvidable y las PASO". Estamos otra vez en el mismo lugar.

Nuevamente el inquisitivo lector podrá preguntarse ¿por qué insistir tanto con este tema, si la legalización del aborto ya no está en juego? Más allá de los deseos de derogación de tal norma inicua, a la hora de votar, es imprescindible reconocer que las actitudes y las prioridades que cada uno otorga a los valores tienden a ser coherentes entre sí. Muy probablemente aquellas personas que están a favor del aborto, también lo estén de la eutanasia, de la ideología de género y de otros temas que hacen a una agenda cultural mal llamada progresista. Demás está decir que, sin derecho a la vida, no hay derecho a la vivienda, ni a la propiedad privada, ni a la salud, ni se puede gozar de ningún otro derecho.

Nos encontramos nuevamente ante otra oportunidad de poder expresarle a la clase política cuáles son nuestros valores y cuáles nuestras prioridades. Estamos a horas de volver a las urnas para expresar qué queremos para nuestro país.

OTRA OPORTUNIDAD

En 2019 tuvimos la oportunidad de enviarles un fuerte mensaje a la clase política. No lo hicimos. Quizás no encontramos el candidato o el partido que nos convenciera, o quizás la mayoría descargó su bronca votando al principal candidato opositor como marcaban las encuestas. ¡Así nos fue! Los resultados están a la vista. Casi la mitad de la población está sumergida en la pobreza, sufrimos el encierro y sus trágicas consecuencias, la inflación anual está cercana al 120% y en aumento y avanzaron las políticas de género. Legalizar el aborto, quizás fue lo único que cumplió Alberto Fernández.

PARTICIPEMOS

Ante la lamentable situación económica y social en que nos encontramos y la seguidilla de frustraciones que venimos experimentando en estos cuarenta años de gobiernos elegidos por el voto popular, es comprensible que una parte de la ciudadanía esté pensando en no votar, votar en blanco o anular su voto. Si bien todas estas opciones son una manera de enviar un mensaje, también pueden ser una excusa para no informarse y no hacerse responsable.
Tomarse un tiempo y buscar información sobre los antecedentes de los candidatos constituye un esfuerzo, pero es necesario para actuar como ciudadano responsable. Puede ser de utilidad consultar la página del Congreso de la Nación y los boletines de NOTIVIDA, entre otros, para decidir si el 13 de agosto encontramos al partido o al candidato que pueda defender nuestras ideas. Aunque esta elección no sea tan decisiva como la general de octubre, sabemos que marca tendencia y posibilita a los partidos más chicos a seguir participando si superan el 1,5%.

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