Espectáculos
La gran pianista china cautivó al público del Colón como solista y directora

Otra descollante visita de Yuja Wang


Concierto de Yuja Wang (piano), con la Mahler Chamber Orchestra. Ciclo Grandes Intérpretes. Repertorio: Beethoven: Obertura ‘Coriolano’, op 62; Chopin: Concierto para piano y orquesta N° 2, op. 21; Stravinsky: Concierto ‘Dumbarton Oaks’; Chaikovsky: Concierto para piano y orquesta N.º 1. El sábado 14 en el Teatro Colón.



Una de las figuras descollantes del movimiento pianístico mundial es, sin lugar a dudas, la interprete china, nacida hace 38 años en la capital, Pekín, Yuja Wang, quien este fin de semana realizó una nueva visita, la tercera, a nuestra ciudad.

Proveniente de una familia de músicos, estudió desde los seis años, se formó en el Curtis Institute de Filadelfia y en Canadá, y tuvo su gran avance cuando fue llamada a reemplazar nada menos que a Martha Argerich como solista de piano en un concierto de la Boston Symphony Orchestra. De ahí en más el estrellato fue suyo, con apariciones ya universales, logrando premios y accediendo a grandes escenarios de concierto.

En esta oportunidad vino asociada a la Mahler Chamber Orchestra, en vez de con un recital pianístico propio como el del año pasado. Cabe aclarar que esta orquesta ya tiene cerca de tres decenios de fundada y se caracteriza por autodirigirse ella misma con sus propios integrantes. En el programa se la califica como un “colectivo global”, con su concertino José María Blumenschein.

Este orgánico se plegó por momentos en la interpretaciones con Yuja Wang para que ella hiciera las veces de solista y directora, lo cual también fue parte de su labor en esta sesión, sumada a su presencia pianística.

No cabe duda que con su faz vistosa, vestuarios siempre llamativos y propios, y su absoluto dominio del teclado, se compró, valga el término, rápidamente a un público enfervorizado y con plena razón que la recibió con aplausos ya en su primera interpretación, impactante: el Concierto para piano y orquesta Nº 2 en fa menor, op.21 de Fréderic Chopin, expuesto con una digitación sensible y potente en sus tres movimientos.

AL FRENTE

Yuja Wang se levantaba en los momentos puramente orquestales para ejercer la dirección, lo cual también seguía haciendo sentada al piano. Previamente se había presentado la orquesta, con la conocida obertura ‘Coriolano’, de Ludwig van Beethoven, demostrando su impecable ensamble y genuina actividad.

Ahora bien, al inicio de la segunda parte la orquesta ejecutó el concierto de Igor Stravinsky en mi bemol mayor (que figuraba en primer término según lo anunciado en el programa) con buena concertación en sus diferentes secciones, y todos esperaban la nueva presencia de la virtuosa pianista china, con nueva vestimenta esta vez, para el concierto de cierre dedicado a Pior Ilich Chaikovsky, en este caso el N° 1 para piano en si bemol menor, op.23, en tres movimientos.

Aquí la explosión (valga el concepto) del público fue espontánea premiando la actuación de este nuevo regreso de la intérprete con su toucher impecable y donde arrebatadores instantes dramáticos y momentos sensibles se alternan en sus románticos compases.

Mientras los aplausos seguían y salía a saludar con leves inclinaciones de cabeza llegaba el momento de esperar encores, y allí ejecutó del programa anunciado, la cadenza y final del concierto para piano Nº 4, op.56, del ucraniano Nikolai Kapustin (1937-2020), y siguiendo los aplausos y pedidos, el Danzón Nº 2 del compositor mexicano Arturo Márquez, que tocó a un ritmo impactante. El público se retiró feliz de esta nueva visita por cierto muy festejada.

Calificación: Excelente

FOTO: GENTILEZA JUANJO BRUZZA.