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Nuevos bombardeos en Gaza: Israel y Hamás se acusan de haber violado la tregua

El Ejército israelí lanzó ataques aéreos contra infraestructura subterránea en Rafah y otras zonas de la Franja, luego de acusar al movimiento islamista de romper la tregua. Hamás negó su participación en los enfrentamientos y denunció que Israel ya había incumplido el acuerdo con 46 muertos en nueve días.

El Ejército de Israel anunció este domingo que bombardeó infraestructura subterránea de Hamás en el sur de la Franja de Gaza, tras denunciar lo que calificó como una “flagrante violación” del alto el fuego vigente desde el 10 de octubre. Los ataques, centrados en la ciudad de Rafah, causaron al menos 15 muertos, según fuentes médicas del enclave palestino.

En un comunicado, las Fuerzas de Defensa israelíes señalaron que “como parte de los ataques, el Ejército golpeó infraestructura utilizada por la organización terrorista Hamás para mantener rehenes”. La ofensiva incluyó varios puntos del sur y el centro de Gaza, aunque las autoridades israelíes aseguraron que se mantuvieron “dentro de los parámetros” del alto el fuego.

El primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó “responder con firmeza” después de que combatientes -presuntamente pertenecientes a la policía de Hamás- abrieran fuego contra tropas israelíes en una zona fronteriza. El movimiento islamista, sin embargo, se desmarcó de esos hechos y reiteró su compromiso con la tregua mediada por Egipto, Catar, Turquía y Estados Unidos.

Desde el inicio del acuerdo, Hamás acusa a Israel de violar repetidamente los términos pactados. En un nuevo comunicado, el grupo denunció este domingo que las operaciones israelíes dejaron 46 muertos y 132 heridos en nueve días, entre ellos una familia completa de nueve personas, incluidos siete menores.

Según la organización, Israel mantiene una “presencia militar activa” más allá de la llamada “línea amarilla”, una franja de retirada temporal acordada en el tratado. Esa presencia -afirma- se traduce en bombardeos, incursiones y disparos que impiden el regreso de los desplazados a sus hogares en una superficie estimada de 45 kilómetros cuadrados.

Hamás también acusa a Israel de bloquear el ingreso de alimentos, medicinas y combustible. De acuerdo con sus cifras, solo se permitió la entrada de 29 camiones de combustible y tres de gas en nueve días, apenas el 7% del volumen comprometido en el acuerdo. Además, denuncia incumplimientos en la liberación de prisioneros palestinos, en especial mujeres y menores, y asegura que algunos de los liberados fueron “golpeados hasta el momento de su entrega” a la Cruz Roja.

El grupo islamista instó a los países garantes del acuerdo a intervenir “para detener las violaciones israelíes”, advirtiendo que la continuidad de los ataques “podría hacer colapsar la tregua y reavivar el conflicto”.

Por su parte, Israel insiste en que sus operaciones son “defensivas” y que apuntan únicamente a “blancos terroristas”. Sin embargo, la nueva escalada de violencia vuelve a poner en duda la viabilidad del alto el fuego y reaviva los temores de una nueva guerra abierta en la región.