Opinión

No es intolerancia, es sentimiento patriótico

POR MARIANGEL MARQUEZ

­ El pasado 28 de junio fue el Día del orgullo, fecha que conmemora un momento crucial en los inicios del movimiento LGTB, En Córdoba los funcionarios públicos junto a la comunidad LGTB quitaron la bandera argentina para izar la bandera de la diversidad en el mástil principal del Parque Sarmiento, junto con una plaqueta al pie del mástil, tal como si se tratase del  homenaje a un prócer que dio su vida por nuestro país. ``Flameará en lo alto de manera permanente como símbolo de nuestro compromiso'', manifestó el intendente de la ciudad de Córdoba. 

Y el justo repudio a este atropello no se hizo esperar. Un grupo de veteranos de guerra se presentaron en el lugar expresando su rechazo a la presencia de la bandera de la diversidad y la quitaron para izar nuevamente nuestra bandera argentina. López, uno de los ex combatientes de Malvinas manifestó:

``Nosotros, como veteranos de guerra, como ciudadanos y como argentinos, tenemos que respetar nuestra enseña patria. No consideramos que se tenga que sacar nuestra bandera para poner otra. Me parece algo nefasto lo que hizo el intendente. Esto es una falta de respeto grave a nuestros caídos y a nuestra representación como argentinos, No es intolerancia, es sentimiento patriótico. No es un capricho ni una locura. La sociedad está con nosotros. Somos veteranos que nos sentimos agraviados por esta situación. No estamos discriminando a ningún sector: solamente respetamos la enseña patria. Nosotros defendimos a la patria y muchos hombres murieron por defenderla. Que se quiera imponer esto, es absolutamente humillante: como argentinos, como patriotas y como veteranos de guerra''.

 Los voceros del progresismo mediático local y nacional no tardaron en manifestar sus opiniones de indignación y repudio hacia el grupo de veteranos de Malvinas. Al parecer, el hecho de hacer respetar nuestro símbolo patrio, significa  ``manifestación de odio e intolerancia'' que merece el escarnio público. ``¿Cómo se les ocurre a los ex combatientes de Malvinas, sacar la bandera de la diversidad sexual para izar de nuevo la bandera argentina?''.

 Es que para el panel de periodistas progres la comunidad LGTB es intocable, todo aquel que tenga la osadía de manifestarse en contra de una propuesta vinculada a la agenda política de la diversidad, deben ser etiquetados por simple añadidura como homófobos, antiderechos, intolerantes, dinosaurios, odiadores, etc. Al parecer se instaló la falsa idea de que el lobby LGTBQ+ constituye el orden moral dominante e inalterable por lo cuál no existe pensamiento crítico individual válido, en la medida que éste pensamiento discrepe con esta ideología. 

Mentes abiertas

 Esto nos lleva a reflexionar que para los partidarios de la política de la diversidad, tener mente abierta implica someternos a su dominio ideológico, de lo contrario seremos blanco de ataques. Y en parte tienen razón, tenemos que ser mentes abiertas. Pero las mentes abiertas de las que se sujetan a la independencia del pensamiento crítico propio, las mentes abiertas se hacen preguntas, indagan, investigan, se informan, las mentes abiertas, tienen la sana rebeldía de no dejarse ideologizar por un discurso mediático hegemónico y/o por una bandera multicolor, que predica diversidad, pero en ello no cabe la diversidad de opiniones, se embanderan de libertad, pero a través del Estado imponen dictaduras de pensamiento único y coerción, mediante organismos estatales para callar al disidente. ¿Eso es libertad?