Suplemento Económico

Motosierra infinita

Por donde pasa Sturzenegger no vuelve a crecer el pasto. En la última semana al ministro de Desregulación y Transformación de la Nación se le terminaron las facultades delegadas que por un año le otorgó la Ley Bases. Seguirá, sin embargo, blandiendo la motosierra. Perdió la capa pero no las mañas.

En un acto en la Casa Rosada, el Gobierno le puso un moño a un ciclo que por breve no deja de ser histórico: 365 días de implacable ajuste del Estado. A Sturzenegger le brillan los ojos claros cuando narra cómo, sin prisa ni pausa, fue podando la enramada estatal.

Como en un remedo invertido de aquella ceremonia de Fidel Castro en La Habana, cuando el 6 de julio de 1960 anunció una ola de estatizaciones, el martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, citó uno por uno los 65 decretos de disolución de entidades estatales y los 29 Fondos Fiduciarios cancelados.

El desmantelamiento de lo público va desde la mítica Vialidad Nacional hasta el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, pasando por el Instituto Nacional de Enfermedades Cardiovasculares, el Instituto Nacional de Medicina Tropical, el Instituto Nacional de Semillas, el Instituto Nacional Belgraniano, Browniano, Newberiano, el Instituto Juan D. Perón y la Comisión Permanente Nacional de Homenaje al General Juan Domingo Perón.

Además, se transformó en unidad organizativa el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), acotando sus funciones. Igual modificación sufrió el Instituto Nacional del Agua; y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Se convirtió en organismo desconcentrado el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y se convirtió al Banco Nación en Sociedad Anónima, paso previo de lo que podría ser su privatización.

Entre estas entidades hay algunas que son más emblemáticas que otras. El caso de Vialidad Nacional es paradigmático porque hace a la creación y mantenimiento de la red carretera del país.

El discurso del Gobierno es claro y directo, pero no por esto menos falible: asegura que casos de corrupción en la obra pública como los que implicaron a Cristina Fernández de Kirchner y Lázaro Báez en el segmento vial ocurrieron porque existía el organismo estatal. Creen, con ingenuidad, que roto el instrumento se terminará el robo.

En el juego de te quito pero también te doy, Adorni y Sturzenegger anunciaron la licitación de casi 10.000 kilómetros de rutas, ninguno de los cuales está previsto para la provincia de Santa Cruz. “La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena”, solía decir Don Ramón en la serie del Chavo del 8.

Nadie puede negar que el entramado estatal está repleto de vicios, falta de eficiencia y sobrepoblación de personal. También es cierto que las rutas, tanto de jurisdicción nacional como provincial, en muchos casos son un paisaje lunar. Y que esto afecta la logística del sector productivo, tal el caso de los camiones que llevan los granos al puerto para su exportación.

La pregunta del millón, sin embargo, es si el mercado estará interesado en hacer las obras que ya no hará el Estado. ¿Habrá oferta allí adonde la rentabilidad no esté asegurada? ¿Funcionará en la Argentina el esquema de construcción público-privada a la chilena?

El feroz recorte del Estado le ha servido al gobierno para obtener un rápido e inesperado superávit fiscal. El equilibrio de las cuentas públicas es a todas luces una bandera que asegura una baja paulatina de la inflación, resorte clave de cara a las próximas elecciones legislativas de octubre.

Para que quede claro que la motosierra no se detiene, la consultora Analytica informó que el gasto público primario devengado a nivel nacional registró una disminución del 2,4% interanual a precios constantes en junio.

Las partidas con mayores ajustes reales interanuales en el acumulado de los primeros cinco meses incluyen los programas sociales, que disminuyeron un 19,5%, la obra pública, con una reducción del 48,1%, y el gasto en subsidios económicos, el cual cayó un 57,7%. Dentro de los subsidios económicos, los asociados a la energía mostraron una disminución del 69,4%.

 

INTOCABLE

Casi en un pestañear ha llegado el mes de julio. Las elecciones legislativas están a la vuelta de la esquina. El Gobierno se acerca al trote al compromiso electoral por varias razones, aunque dos son trascendentales: ha logrado sofocar la inflación y, por otra parte, la oposición es un rompecabezas fragmentado, un desesperado intento por unir piezas que son incompatibles.

Los libertarios tienen en claro que todo puede cambiar, menos la política económica que les ha permitido morigerar de manera considerable el proceso inflacionario. Luego de octubre se verá si aflojan el torniquete, si le dan algo de oxígeno al sector productivo.

Lo cierto es que el plan de secar la plaza de pesos para reducir la inflación ha quitado capacidad de consumo, lo que se traduce para la producción y el comercio en un severo impacto por debajo de la línea de flotación. Muchos rubros hacen agua mientras florece la importación.

El mapa del consumo, sin embargo, es heterogéneo. La lectura de datos permite sacar conclusiones diversas. Así las cosas, mientras el Indice Construya -mide la evolución de la venta de insumos de la Construcción- exhibió un crecimiento interanual del 15,5% en junio, las ventas minoristas de las pymes experimentaron una caída de 0,5%, y del 6,7% con respecto a mayo.

Los economistas alertaron que la actividad económica pisó el freno en los últimos meses, y que la parábola ascendente del PBI perdió vigor, entrando en una especie de meseta.

Sirve ilustrar con un ejemplo: la División de Maquinaria Agrícola la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) informó que los patentamientos de cosechadoras, tractores y pulverizadoras de junio de 2025 alcanzaron las 506 unidades, una suba del 23,4% interanual. La cifra, en cambio, representa una caída del 40,7% con respecto a mayo.

El consumo interno muestra sus pliegues. La mayor flexibilidad para comprar productos en el exterior determinó que muchos argentinos reorientaran sus compras en detrimento del mercado local. Según un informe de la empresa Jidoka, dedicada a la logística en comercio exterior, revela “una transformación en el perfil de los pedidos, con un notable incremento en la participación de los consumidores particulares”.

Los pedidos de particulares han escalado hasta representar un 80% del total de las importaciones, mientras que los pedidos con fines comerciales se han reducido a un 20%. Dentro de los pedidos particulares existe una clara segmentación: la indumentaria representa el 50% de las compras en el exterior, seguida por la tecnología con un 30% y los accesorios con un 20%.

INVERSIONES

En la Argentina la confianza es un bien escaso. De allí que se demoren las inversiones extranjeras y que los propios argentinos miren para otro lado cuando son invitados a sacar y gastar los dólares guardados en el colchón. Todos prefieren esperar a la consolidación del gobierno, a que pueda sortear con éxito la valla de las elecciones legislativas en octubre.

Hasta ese entonces -y tal vez hasta mucho después- los movimientos será lentos. En la semana el Gobierno acercó posiciones con India, un mercado siempre prometedor, tras la visita del primer ministro Narendra Modi a Buenos Aires.

Según datos del Indec, Argentina tiene con este país una balanza comercial superavitaria en u$s 478 millones, producto de exportaciones por u$s 582 millones e importaciones por u$s 104 millones. India es el quinto socio comercial argentino pero el Gobierno intenta multiplicar los volúmenes ya que hasta ahora ese destino representa apenas el 8,2% de nuestras ventas al exterior.

Las inversiones caen con cuentagotas y hay sectores que, claramente, son más tentadores. El energético es uno de ellos. Tanto es así que el martes YPF anunció que logró un crédito por u$s 2.000 millones con los bancos Citi, Deutsche Bank, Itau, JP Morgan y Santander con el fin de financiar la construcción del Vaca Muerta Oleoducto Sur.

“América Latina -y particularmente Argentina- se posiciona como un espacio de interés para inversores que buscan activos vinculados a la transición energética, infraestructura y producción de recursos estratégicos. Las fuentes de energía convencionales y renovables, el gas, el petróleo emergen como sectores clave, impulsados por la necesidad global de acelerar inversiones con impacto real en las cadenas de suministro y la seguridad energética”, señala un informe de la consultora PwC Argentina.

El sector energético es clave en lo económico para el país; YPF es útil como instrumento de política electoral para Milei. Así lo muestran los números de la encuesta realizada por D’Alessio Irol: un 53% considera como principal responsable del desenlace negativo del juicio a los gobiernos kirchneristas, un 19% a los gobiernos posteriores y un 20% a todos los gobiernos.

La economía, desde ahora y más que nunca, deberá leerse en clave electoral.