Ciencia y Salud

Metales pesados en agua de lluvia: ¿qué nos está cayendo desde el cielo?

Es momento de cuestionarse con justificada preocupación cuáles son las repercusiones de la geoingeniería en los ecosistemas y sobre la salud de las personas a corto, medio y largo plazo.

La geoingeniería climática existe, es un conjunto de técnicas diseñadas para intervenir y alterar los sistemas de la Tierra a gran escala. Científicos han propuesto desde hace ya muchos años técnicas como la siembra de nubes y la dispersión desde aviones de aerosoles conteniendo químicos y nanopartículas (NPs) de diversos metales, como aluminio, estroncio, titanio y bario. El supuesto propósito sería el bloqueo parcial de los rayos del sol, vital para la vida, bajo pretexto de combatir el cuestionado “calentamiento del planeta” o el denominado “cambio climático”.
Los gobiernos de todos los países han venido negando prácticas activas de geoingeniería a pesar de las evidentes intervenciones que se observan desde hace tiempo en casi todos los cielos del mundo. 
Somos testigos con más frecuencia de extraños fenómenos climatológicos que no pocos vinculan a la geoingeniería y su poder como arma de control geopolítico, afectando pueblos, ciudades y extensas áreas productivas, pero existen además serios cuestionamientos por el impacto que los aerosoles de nanopartículas (NPs) pudieran causar sobre los distintos medioambientes, los suelos, las fuentes de agua, plantas, cultivos, animales y la salud de los seres humanos.
La Villa de Merlo es una pequeña ciudad turística de 24 mil habitantes, ubicada en la provincia de San Luis, República Argentina, famosa por poseer la mejor calidad medioambiental de país y la tercera del mundo con esas características.
Como sobre tantos otros sitios, la Villa de Merlo muestra casi a diario cielos surcados por largas y anchas estelas arrojadas a diferentes alturas que se difuminan lentamente, incorporándose a estructuras difusas de aspecto artificial  que como mantos tapan en gran medida el sol. Estas groseras intervenciones son negadas y consideradas por un sector de la ciencia, los gobiernos y los medios masivos de comunicación, como elucubraciones conspirativas.
Tanto la lluvia, como la nieve representan mecanismos de limpieza de la atmósfera más cercana a la superficie de la tierra, ya que en su caída arrastran gases y partículas en suspensión. Bajo esta premisa se realizó un estudio independiente de carácter exploratorio en el que se analizaron mediante Espectrometría de Masas con Plasma Acoplado Inductivamente (ICP-MS) muestras de sedimento de agua de lluvias caídas sobre la Villa de Merlo en octubre y diciembre de 2024.
Las muestras consistían en un fino polvillo color marrón claro con múltiples partículas brillantes y llamativa actividad ferromagnética. En el análisis elemental realizado en JLA, un laboratorio acreditado a nivel nacional ubicado en la provincia de Córdoba, se detectó en las mismas la presencia de 11 metales y metaloides, varios de ellos en concentraciones alarmantes. 
Resultados con concentraciones expresadas en mg/kg:
Aluminio 20399 - Zinc 349 - Bario 372 - Estroncio 66 - Galio 39 - Boro 27 - Cobre 22 Litio 20 - Cromo 11 – Arsénico 8.4 - Plata 0.20 – Azufre <300 – Mercurio < 0.01
Titanio no realizado
Por cuestiones de costos, no se pudo solicitar el análisis de más elementos, el estudio de compuestos, ni establecer el tamaño de las partículas para lo que hubiera sido necesario el uso de microscopía electrónica, tecnología de difícil acceso.
Entendiendo que la Villa de Merlo no se encuentra cerca de ninguna fuente de  contaminación y se caracterizaría por una alta calidad medioambiental, resulta llamativa la presencia en concentraciones elevadas de diferentes metales en las muestras de polvillo de lluvia recolectadas, en especial las de Aluminio, Bario, Estroncio, Zinc, Galio, Boro y Arsénico, estos últimos cuatro con valores entre 2 y 5 veces por encima de las referencias en corteza terrestre por lo que es válido preguntarnos si algunos de estos elementos pudieran provenir de actividades clandestinas de dispersión de aerosoles.

Nanotecnología, nanopartículas y nanotoxicidad

La nanotecnología consiste en la manipulación de la materia, la creación de materiales con tamaños menores a 100 nanómetros y su aplicación innovadora en diferentes áreas de la industria, las comunicaciones y las ciencias biomédicas. Si bien estos nuevos materiales prometen traer consigo una revolución científico-tecnológica también conllevan potenciales peligros al interactuar de forma singular con todos los sistemas biológicos.
Las nanopartículas (NPs) declaradas como parte en los aerosoles propuestos en la geoingeniería por definición miden entre 1 y 100 nanómetros (1 nanómetro equivale a la millonésima parte de un milímetro) y son precisamente estas minúsculas dimensiones las que le imponen a cualquier nanomaterial cualidades únicas.
Es importante reconocer que las NPs metálicas presentan propiedades físicas y químicas que difieren significativamente de las del material de origen, por esto no es posible predecir su perfil de toxicidad por extrapolación a partir de sus equivalentes de mayor tamaño. Esto nos obliga entonces a hablar de algo relativamente nuevo e intrigante en el campo de la biología y la medicina, la “nanotoxicología”.
Se ha demostrado en modelos animales y líneas celulares que las  NPs conteniendo metales como los encontrados en el agua de lluvia se absorberían fácilmente por piel, mucosas, tubo digestivo y principalmente por sistema respiratorio, distribuyéndose ampliamente por el cuerpo y acumulándose en la mayoría de los órganos.  Debido a su pequeño tamaño pueden atravesar desde la barrera hemato encefálica hasta las membranas de las células.
Las NPs metálicas son altamente reactivas, se unen y alteran proteínas funcionales, el ADN y el ARN causando genotoxicidad, por acción directa o por estrés oxidativo. Generan fuertes reacciones inflamatorias con gran aumento de citoquinas, apoptosis, fibrosis, disfunción endotelial y formación de trombos.
Algunas NPs de óxidos metálicos ingresan por la mucosa nasal vía nervio y bulbo olfatorio hasta la corteza cerebral, pudiendo afectar el olfato. En este sentido, recordamos las investigaciones de la científica italiana Antonietta Gatti, especialista en nanotoxicología, quien demostró la curiosa  contaminación con NPs de Aluminio, Sílice, Cromo, Titanio,  Manganeso y Zirconio en 9 tipos de hisopos usados para raspado profundo y abrasivo de las mucosas nasofaríngeas muy cercanas al cerebro en controvertidos testeos masivos durante la llamada pandemia Covid19.
Por absorción digestiva, las NPs de Zinc causarían pérdida de peso, anorexia, vómitos, diarrea, compromiso renal e inflamación intestinal, afectando la macrobiota.
A nivel del sistema nervioso central, las NPs de Zinc y Oxido de Titanio causarían toxicidad  por afectación de ciertas células gliales o del ADN.
Hay evidencia que correlaciona el cáncer de colon con la exposición a NPs de Bario.
En relación con las NPs de óxido de Aluminio se ha demostrado una extraordinaria capacidad de absorción y distribución con daño de órganos específicos como riñones, hígado, corazón y sistema nervioso. 
Por la relevancia de lo anteriormente expuesto, ante el avance de la nanotecnología y la posible dispersión en la atmósfera de diferentes compuestos en forma de NPs, la sociedad en general y la comunidad médica y científica en particular deberían empezar a cuestionarse con justificada preocupación cuáles podrían ser o pudieran estar siendo las repercusiones de la geoingeniería en los ecosistemas y sobre la salud de las personas a corto, medio y largo plazo. 

El día 08 de mayo del 2025 se presentó un informe ante el Concejo Deliberante de la Villa de Merlo con los resultados de este estudio e interrogantes que derivan del mismo siendo elevado a la Secretaría de Ambiente, Producción y Desarrollo Sustentable del municipio para que se realicen supuestamente las acciones investigativas correspondientes.  
Mientras tanto, muchos seguiremos preguntando… ¿Qué nos está cayendo o nos estarán tirando desde el cielo?

Leonardo González Bayona (M.N.97.300)
Médico especialista en medicina familiar