En su última deposición, en “Cohete a la Luna” del domingo 22 de junio, el anciano montonero vuelve a las andadas al promover el uso de la violencia para dirimir asuntos de orden político. Como siempre lo hizo, ahora, retorna por más. En rigor no es el único que en el kirchnerismo está pensando de igual forma. Son muchos los que meditan salir del actual gobierno por medio de la violencia. La justifican apoyándose en una absoluta incomprensión del pasado argentino o mejor dicho distorsionando adrede la historia del peronismo.
Se escucha y se lee con profusión en medios kirchneristas y peronistas, siglo XXI, evocar los bombardeos a la Plaza de Mayo, (en rigor fueron sobre la Casa Rosada para matar a Perón) el equívoco no es ingenuo, el lector debe entender que la enmienda no promueve una disculpa cuando el objetivo del ataque era el crimen sobre un Presidente y la consecuente ruptura institucional. Pero las cosas deben ser enunciadas como son.
DISLATE INTELECTUAL
En un dislate intelectual vinculan el fallo de la Corte con aquella jornada sangrienta del 16 de junio de 1955 que revela un desacomodo emocional de proporciones gigantescas.
Se habla de proscripción, resistencia, fusilamientos, exilio, cárcel acontecimientos que caracterizaron la vida argentina a la caída de Perón con una liviandad producto de la decadencia intelectual del pero-kirchnerismo. Se evocan hechos que nada tienen que ver con la actualidad. Peras con manzanas. Hablemos claro ni el kirchnerismo es aquel peronismo ni el kirchnerismo está proscripto. Mientras Perón se ubicaba en el cuadrante que va del centro a la derecha como lo revelan sus amistades con Somoza, Stroessner, Trujillo y el enfrentamiento con la izquierda y el progresismo en la Argentina, Cristina va del centro a la izquierda como lo revelan sus amistades con Chávez, Castro, Maduro, Correa y la izquierda argentina. Y todos sus lenguaraces no dejan de hablar pestes de la derecha a la que hay que parar como sea. No tiene sentido seguir explicando lo evidente. En las elecciones de 1946 el progresismo hablaba de lo mismo, había que parar al nazi-fascismo y ganó Perón. Un Perón que había crecido a la sombra del general Justo. Pero volvamos al anciano reverdecido.
DEPOSICIÓN DE UN ARTROSO
Luego de realizar una serie de apreciaciones sobre Cristina, Kicillof y Máximo, sin ninguna relevancia, comienzan los ataques de siempre: “El fortalecimiento de Cristina es simétrico al descrédito de la conducción de la CGT que se negó a movilizar”. Acusando al movimiento obrero de no haber hecho absolutamente nada frente a la Revolución Libertadora pero si un paro a Aramburu porque desplazó a Lonardi. Nada nuevo, en tal caso explica los crímenes de Vandor, Klosterman, Alonso o Rucci cuya responsabilidad recae en el terrorismo guerrillero.
Avanza, luego, en un claro intento de mimesis con la actualidad, con una carta de Perón donde el exiliado afirma “que no nos vamos a dedicar rezar a la Virgen. Es necesario reaccionar y matarlos con los medios que sean, porque a las víboras se las mata de cualquier manera. Un gorila quedará tan muerto mediante un tiro en la cabeza como aplastado por casualidad por un camión que se dio a la fuga. Los bienes y viviendas de los asesinos deben ser objeto de toda clase de destrucciones mediante el incendio, la bomba o un veneno en el pan o en la fruta”.
No es una novedad que Perón era un deslenguado y un imprudente con las palabras. Félix Luna gran historiador y adversario del peronismo afirmaba que la violencia de Perón, precipitada y temeraria, se detenía en las palabras.
Siendo todavía Presidente y desde la casa de gobierno, un 31 de agosto fatal, dijo cosas peores. Una anécdota revela el desquicio mental en el que había caído el General y esto dicho sin mengua de su gobierno. Luego de los bombardeos del 16 de junio Perón dio un giro a su política cerrada y hermética y convocó al Ministerio del Interior a un radical riojano, Oscar Albrieu. El mandato recibido de Perón fue arreglar la grave situación con la Iglesia y con la oposición. Perón declaraba, para que se entendiera: “Dejo de ser jefe de una revolución para pasar a ser el presidente de todos los argentinos, amigos o adversarios”.
Las cosas parecían encarrilarse. Sin embargo llego el día maldito. El 31 de agosto Perón se descolgó con una catarata de barbaridades propias de alguien que había perdido el juicio. “A la violencia le hemos de contestar con una violencia mayor. Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden en contra de las autoridades constituidas o en contra de la Ley o la Constitución. Puede ser muerto por cualquier argentino. Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos”.
Esa noche en el balcón estaba Albrieu. Al ingresar a los salones interiores de la Casa Rosada, el Ministro abordó a Perón y le dijo: bueno General parece que mis tareas ya no tienen sentido. No Albrieu de ninguna manera yo digo esto pero usted negocie. (Sic)
Verbitsky procura alimentar al presente con viejos odios y errores del peronismo y el antiperonismo. Hace algunos años publiqué una carta, desconocida hasta ese momento de Ricardo Rojo a Perón, fechada en diciembre de 1969, en París. Allí Rojo le decía al exiliado que había estado a verlo el general Aramburu con la intención de contactarse con Perón a los efectos de acabar con la proscripción y permitir que el peronismo y Perón sean integrados a la vida democrática en elecciones generales pues aquí nos equivocamos todos.
No fue Aramburu quien llevó adelante la idea pues fue asesinado por Montoneros alegando la necesidad de su muerte no por venganza sino para evitar la integración del peronismo al sistema democrático. En esa runfla de asesinos se encontraba Verbistky. Perón retornó y las viejas heridas se cerraron. Las reabrió la guerrilla.
DISTORSION DE LA REALIDAD
Ahora el anciano montonero intenta recuperar viejos odios pues en sus disparates cree ver similitudes entre el 55 y el presente. Cita cartas del padre Benítez, confesor de Eva, y de Arturo Jaurteche que destilan una violencia inusitada, natural en aquellos años de brutalidad institucional de los golpistas.
Ahora, ¿que tiene que ver aquello con lo que ocurre actualmente? Esa extrapolación es un manejo criminal que incita al salvajismo. Naturalmente no hay clima hoy para aquello que el anciano promovió en los 60. Pero es importante observarlo porque fue Verbitsky quien le dio letra al kirchnerismo en el asunto de los Derechos Humanos que han destrozado la vida política argentina inmediatamente después que el Presidente Menem cerrara todas las heridas: desde el abrazo al almirante Isaac Rojas, el retorno de los restos del Brigadier General Juan Manuel de Rosas y finalmente los indultos, el kirchnerismo recargado de odio abrió nuevamente las llagas. El progresismo kirchnerista se tragó el zapo de la violencia y de allí no sale.
PALABRAS FINALES
Cierto es que concluye su artículo señalando la insistencia de Cristina de acudir únicamente a medios pacíficos, a pesar de violencia y la ilegalidad que sostienen al gobierno. Una buena en el marco de un dislate. ¿Violencia e ilegalidad del gobierno de Milei? Ciertamente en varios artículos he observado el error de Milei, que le traerá consecuencias, de revolear palabrotas y groserías propias de un advenedizo. Landrú diría un mersa. Pero el gobierno de Milei de ninguna manera es ilegal. Esta insidiosa idea de ilegalizarlo no hace otra cosa que abrir paso nuevamente a la violencia. El kirchnerismo debe sacarse de encima a todos los ancianos artrosos que sueñan con la arcadia violenta.