Desde que fue anunciado, ‘Mario Kart World’ generó una expectativa inusual, y no era para menos, era la por primera vez que Nintendo reimaginaba una de sus marcas más icónicas bajo un formato que combinara la adrenalina de las carreras con una estructura de mundo abierto. ¿El resultado final? Un videojuego expansivo, sólido y cargado de nuevas ideas que, más allá de aquellos que extrañan el juego tradicional, es una innovación que era necesaria y acerca a más público.
Su apuesta principal es una gigantesca zona exploratoria desde la cual los jugadores pueden moverse libremente, acceder a desafíos secundarios, descubrir atajos, recolectar objetos y, sobre todo, ingresar a las carreras sin necesidad de navegar menús. Esto le da al juego una sensación inédita ya que no solo hay que competir, sino de habitar encontrarse en un espacio que propone constantemente nuevas actividades. Eso sí, a veces, en determinados momentos, la carrera se torna un poco aburrida.
CAOTICA BELLEZA
La otra gran novedad es que ‘Mario Kart World’
eleva el techo competitivo al permitir carreras de hasta 24 jugadores, duplicando las entregas anteriores. Este aumento de participantes transforma cada carrera en un hermoso caos, donde si bien se necesita habilidad hay una clara imprevisibilidad, lo que mal que pese vuelve más entretenido el juego. Además, a los nuevos personajes se les suman también nuevos vehículos -algunos especiales como agua, nieve o superficies mixtas- que amplían la variedad y obligan a repensar estrategias, especialmente en carreras largas.
Desde el aspecto técnico, el juego le saca todo el provecho posible al hardware de la Nintendo Switch 2. Los escenarios son más detallados, las animaciones se perciben más fluidas y los efectos de iluminación otorgan una profundidad visual jamás vista en la saga.
El lado sonoro acompaña con gran nivel el resto del juego, rugido de motores, derrapes, ambientes y músicas temáticas se combinan a la perfección para darle a la atmósfera un marco vibrante y moderno sin perder la identidad musical de la franquicia.
MULTIPLAYER
Pero el lugar donde ‘Mario Kart World’ brilla especialmente es en su multijugador, tanto online como local. Nintendo recupera el modo LAN, una característica muy apreciada por los fanáticos más competitivos, lo que permite organizar encuentros presenciales con una estabilidad notable. En grupos, el juego alcanza su máximo potencial: carreras impredecibles, desafíos constantes y esa increíble sensación de caos que convierte cada partida en única.
Por el lado menos positivo encontramos que el sistema de desbloqueo exige más tiempo y dedicación, por lo que personajes, trajes, vehículos y mejoras requieren cumplir varias misiones, explorar zonas y/o completar objetivos. Mientras para algunos esto es una motivación, para otros, quellos que buscan todo ya, puede ser frustrante.
En lo que se refiere a estructura, el ‘Mario Kart World’ deambula entre el arcadde que siempre fue y el expansivo que busca ser.
CONCLUSION
‘Mario Kart World’ es un hito dentro de la saga. No porque perfeccione la fórmula clásica, sino porque se atreve a cambiarla. Nintendo presenta un título visualmente enorme, impecable y lleno de ideas nuevas que expanden los límites de lo era sólo un juego de carreras. Su mundo abierto es un claro antes y después, y ni hablar del modo multijugador, que no sólo es más sólido y más competitivo, sino también más bellamente caótico e irresistible.
¿Es el Mario Kart definitivo? Claramente no. Es sólo un primer paso (audaz, eso sí) de una franquicia que a pesar de los años decidió abrir nuevos caminos y demostrar que hasta las marcas más icónicas pueden evolucionar, y bien. Para algunos fanáticos puede significar una curva difícil de tomar. Para los nuevos jugadores, y muchos viejos, es una puerta de entrada a un mundo nuevo y vibrante. Está claro que para Nintendo el circuito ya no será nunca más el mismo.