Cultura

"Malvinas nos pinta tal cual somos"

La antropóloga Rosana Guber explica el proceso de escritura "Experiencia de halcón". El libro, que aborda las acciones del Grupo 5 de Caza en la guerra de 1982, describe el ambiente desconocido al que se enfrentaron los pilotos argentinos, las adversidades propias y externas y el sorprendente éxito de sus misiones.

"La quietud era sonora y visual; en una base aérea de movimiento diurno y nocturno, el silencio decía la novedad", dice una de las líneas de Experiencia de Halcón, el último libro de la antropóloga Rosana Guber, investigadora principal del Conicet y premio Konex 2016 en Humanidades.

Al contrario de lo que uno puede esperar de una guerra, la de Malvinas se anunciaba así, sin demasiados ruidos, en la V Brigada Aérea de Villa Reynolds (San Luis) donde se estacionaba el Grupo 5 de Caza con los A-4B. 

Los integrantes de dicho escuadrón tenían "una sonrisa de beneplácito por una causa de soberanía pendiente largamente compartida como nacional y popular, y una mueca de desconcierto" por lo que se avecinaba. Sabían que se enfrentaban a una potencia. 

Sin embargo, para muchos compatriotas quedaba claro que "había que ir", y ese coraje no tenía nada que ver con las razones del presidente de facto en 1982, Leopoldo Fortunato Galtieri. 

Perplejidad, improvisación, valentía y emociones se conjugan en esta historia de Editorial Sudamericana, donde nuestros combatientes se enfrentaron a un sinnúmero de situaciones desconocidas, desde pelear sin los recursos adecuados hasta hacerlo en un ambiente para el cual no habían sido entrenados.

"No reconstruyo todos los episodios de la guerra, de lo que tanto se ha dicho y escrito, sino sólo aquellos que me permitan mostrar cómo la hicieron y qué interpreto yo que fue para ellos", reconoce Guber.

La autora, quien además dirige la Maestría en Antropología Social en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y en la Universidad de San Martín, dialogó con La Prensa acerca de la confección de este texto, presentado hace unas semanas en el Círculo de la Fuerza Aérea Argentina. 

-Usted viene de la antropología. ¿Por qué se interesó en la aeronáutica y sobre todo en el Grupo 5 de Caza de Villa Reynolds? 

-Esto tiene y no tiene que ver con la antropología, y particularmente la antropología social, que es lo que yo hago. Me interesó la aeronáutica de la Fuerza Aérea (FAA) cuando hice mis primeros trabajos en los años "90, porque lo que esa institución hizo con Malvinas fue sumamente distinto a lo que hicieron las otras dos Fuerzas Armadas: el Ejército y la Armada. La FAA daba conferencias, publicaba libros y apoyaba a quienes lo hacían, y difundía imágenes de la guerra aérea a través de un gran pintor y aeronáutico, don Exequiel Martínez. Después de escribir un artículo que publicó una revista colombiana de antropología, un piloto del Grupo 5 que fue capitán y jefe de escuadrilla, Antonio Tony Zelaya, me propuso recuperar la experiencia humana del Grupo, o al menos la suya y la de los que quedaron en el frente de batalla. Acepté. Me pareció interesante trabajar científicamente lo que habían hecho y cómo lo habían hecho.

-El libro tuvo una gran investigación y le llevó muchos años de trabajo. ¿Qué fue lo más difícil de todo el proceso?

-Lo más difícil fue hacerme un panorama global de un mundo de prácticas y conocimientos que me eran completamente desconocidas. Pero a esto se accede con trabajo constante y continuo. Eso es lo que hice durante 7 años. 

-Cuando terminó de escribirlo, ¿cambió su perspectiva del conflicto en cuanto a lo que pensaba de él?

-Claro que cambió, porque mostró la enorme complejidad de lo que suele liquidarse con una simpleza desvergonzada como "la guerra absurda" del "general borracho". Del lado argentino, en cada una de las Fuerzas y aún al interior de una misma arma, hay cuestiones interesantísimas que nos pintan a los argentinos tal cual somos.

Esas cuestiones a las que se refiere se expresan en este nuevo título sobre la única guerra argentina en el siglo XX (ya había escrito De chicos a veteranos y ¿Por qué Malvinas?) cuando cuenta, entre otros detalles, la solidez emocional que debían tener los pilotos para sobreponerse a las muertes de sus compañeros y seguir volando, las respuestas ante situaciones adversas o la inventiva que permitió, por ejemplo, emplear la táctica del vuelo rasante, situaciones todas que derivaron en el respeto y admiración de los militares británicos. 

Con un costo de 9 vidas y 10 aviones, el Grupo 5 de Caza se fortaleció ante las iniciales caídas y supo llevar al éxito a una brigada que tenía una desventaja de 20 años de antigüedad en comparación con los Sea Harrier ingleses. No obstante la pericia de estos hombres llamados Halcones, se ponía de manifiesto que eran sólo un engranaje más del que participaban también los armeros, los mecánicos, los mandos jerárquicos y, sobre todo, su propia máquina.

-En muchos pasajes estudia la "humanización" de las aeronaves, ya que se convierten en una parte integrante del piloto. ¿Cómo vio ese amor entre ambos? 

-Por lo pronto descubro esa agencia conjunta de humano y aeronave. Así que mi respuesta no es cómo vi ese "amor" en tanto que juicio o valoración, sino cómo hice para ver ese amor. Más que humanización, diría que es vitalización: el avión se suele parecer a un caballo; incluso cómo lo tocan, lo acarician y palmean. Y los vi cuando traté, con todas mis limitaciones, de ponerme en la cabeza del piloto que debe decidir si eyectarse y abandonar su avión (mandándolo a una muerte segura), siendo que fue ese avión el que lo llevó al frente de batalla y en muchos casos le permitió volver: un avión noble, dicen, igual que un caballo.

-En una de las páginas se pregunta qué fue Malvinas para los A-4B. ¿Qué fue para usted?

-Un cristal desde donde ver las entrañas de nuestro Estado, de nuestras instituciones y de nuestra gente.
Precisamente, la imagen colectiva de este conflicto no es del todo clara. Pero sin duda, dice Guber, "las fuerzas argentinas hubieran actuado diferente si las condiciones en organización hubieran sido otras, pero fueron las que fueron por ser parte de la historia argentina. Ahora bien: si no estudiamos Malvinas nunca nos enteraremos qué tenemos que cambiar".