El 30 de abril se cumplieron 80 años de la muerte del líder nazi, Adolf Hitler. Océanos de tinta se han escrito acerca de su desaparición en el búnker ubicado cerca de la Cancillería del Reich en Berlín en aquel lejano 1945.
La reciente desclasificación de los archivos secretos sobre el asesinato de John Fitzgerald Kennedy decretada semanas atrás por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reavivó -una vez más- la controversia sobre el posible escape del Führer a Sudamérica y concretamente a la Argentina.
¿Cuánto hay de mito y cuanto de verdad en estas teorías del escape? ¿Pudo ser posible? ¿Qué documentos fehacientes existen y cuales lo convierten en sólo una conspiración sin fundamentos creíbles?
Las respuestas a todas estas preguntas, y muchas otras, son las que aborda Julio B. Mutti (Buenos Aires, 1978) en su nuevo libro La última guarida de Hilter: mito y realidad sobre la muerte del Führer (Editorial El Ateneo, 368 páginas).
El autor es considerado el especialista mas destacado que tiene el país sobre nazismo y sus vínculos con la Argentina, a partir de la decena de libros que tiene escritos sobre el tema basados, en su mayoría, en fuentes inéditas locales e internacionales. Asimismo, lleva adelante el blog Uboat Argentina, con cientos de visitas diarias, sobre la misma temática. A continuación el diálogo que mantuvo con este diario.
PESQUISA
-¿Cuánto tiempo le llevó realizar esta nueva investigación?
-Este libro se comenzó a escribir hace quince años, lo que no significa, por supuesto, que llevó ese tiempo. Puedo decir que insumió unos tres años, no menos de eso. Es un libro que tiene una enorme bibliografía de consulta muy antigua. Al final de cada capítulo se detalla con precisión las fuentes, y el lector podrá corroborar su amplitud no sólo temporal, sino geográfica.
-¿Por qué, 80 años después, se sigue hablando y escribiendo acerca de la muerte de Hitler?
-Creo que la saga de acontecimientos que ocurrieron en abril de 1945 son tan impresionantes que cualquier aficionado a la historia queda inmediatamente atrapado. Durante décadas ha despertado el interés de generaciones enteras, y es por eso que el ochenta aniversario de esta historia es un excelente momento para poner en valor la verdad de lo que realmente ocurrió, con todos los pormenores, nuevos datos y detalles más profundos.
-¿A qué llama usted teorías conspirativas acerca de la muerte de Hitler?
-Se pueden tomar hechos objetivos y deformarlos notablemente a través de la subjetividad, en pos de una idea preconcebida. La desinformación también puede hacer su parte, porque muchos de los mitos en torno a la muerte de Hitler no son más que inexactitudes repetidas una y otra vez; es decir que ni siquiera son hechos objetivos deformados; son simplemente fantasías. Eso es una teoría de conspiración, a las que somos tan proclives en el mundo occidental.
-¿Cuándo y por qué surgieron?
-Surgieron inmediatamente después de la muerte de Hitler. Las razones son variadas: la desinformación provocada adrede por los soviéticos, la desesperación de Hitler porque su cuerpo no fuera exhibido como trofeo y la confusión propia del caos del final de la guerra en Berlín. Creo que en el libro se detallan extensamente.
-¿Por qué a la URSS le convenía hablar de una huida?
-No a la URSS, sino a Stalin y su camarilla. Muchos historiadores serios creen que Stalin no habría mantenido el poder tanto tiempo sin la guerra mundial. Antony Beevor explicó esto de una manera sobresaliente en uno de sus grandes trabajos: Se trataba de mantener al pueblo soviético en estado de guerra, aun terminada la contienda. Ahora el enemigo era el Occidente, y que mejor que instalar un rumor sobre que estos países eran cómplices de Hitler.
¿EN LA ARGENTINA?
-¿Por qué se sigue sosteniendo hoy en día que estuvo en la Argentina como una de las hipótesis más repetidas?
-En parte porque los grandes historiadores y académicos han pecado de elitistas, y se han rehusado sistemáticamente a intervenir en las teorías descabelladas que se han creado en torno a la figura de Hitler y de la historia de sus últimos días. Todos creen que involucrarse en un asunto de este tipo es de muy bajo nivel, pero no ven que las teorías de conspiración han tomado la escena pública y la gente común las repite incansablemente.
-¿Cuáles serían las principales pruebas y argumentos que respaldan su postura y darían por tierra las teorías conspirativas de una huida?
-No quiero develar el contenido total del libro, pero al lector le puedo asegurar que se incluyen muchos argumentos de tipo científico. Por ejemplo un análisis sobre la mandíbula de Hitler hecho hace pocos años.
-¿La psicología y la mente de Hitler pueden también usarse como una prueba del suicidio? ¿Por qué?
-Sería una prueba circunstancial, pero cualquier especialista serio en el nazismo podría argumentar decididamente en este sentido. Decir que Hitler escapó en medio de las ruinas humeantes de Berlín para jubilarse como un viejito en la Patagonia es equivalente no solo a no conocer la vida del Führer y su manera de ver la historia y la posteridad, sino también a desconocer la historia del nazismo desde su surgimiento.
DIA A DIA
-En su investigación usted realiza también una pormenorizada y atrapante narración del día a día de la vida de Hitler en el búnker desde mediados de enero de 1945 hasta el final. ¿Como describiría el clima que se vivió allí durante esos meses?
-Fue un clima lúgubre, por momentos, pero que se intercó con momentos de súbita reanimación y un sinnúmeros de vaivenes que deja al lector casi sin aliento hasta el final.
-¿Hitler estaba enfermo?
-Hitler estaba muy enfermo y también afectado por una cantidad enorme de medicamentos y drogas que le proveían. Se dedica en el libro casi un capítulo entero a este tema y al real estado de la salud de Hitler y la batalla entre sus médicos personales.
-Evidentemente, según su relato, se consideraba un hombre traicionado. ¿Cuál sintió como su peor traición y por qué?
-Sin dudas la de Himmler. Principalmente porque las SS y su líder hicieron de la lealtad y el honor su lema y su religión.
-El lector también podrá apreciar un detallado análisis sobre cada uno de los principales colaboradores de Hitler ¿Cuál destacaría por la importancia que ejerció sobre Hitler en ese período en el bunker? ¿Y por qué?
-Esta respuesta podemos relacionarla con la anterior. Después del atentado de julio de 1944, Hitler depositó todo su confianza sobre las SS. Por lo tanto, Himmler tomó el centro de la escena como el colaborador más poderoso del Führer. En los días finales de la guerra, en las profundidades de búnker, sin dudas Martin Bormann intentó manipular la voluntad de Hitler e influyó sobre muchas de sus últimas decisiones.
-¿Qué papel jugó Eva Braun?
-Al igual que en los años de guerra, Eva jugó un papel importante, pero solo circunscripto al círculo íntimo. Durante los días finales estuvo presente casi en cada episodio del drama y su participación en algunos eventos destacados se relata detalladamente en el libro.