Suplemento Económico

Los políticos han logrado disociar sus ingresos del bienestar de todos

Hay que concientizarse de que el Estado caro impide que los negocios lícitos prosperen en el país.

La rentabilidad es imprescindible para levantar la persiana todos los días, comprar un camión nuevo, pagar el mantenimiento de la maquinaria o los sueldos. O para pagar los impuestos.

La rentabilidad es la diferencia entre las ventas y los costos. Las ventas son el producto entre los objetos (o servicios) vendidos y el precio. O más o menos. Porque si no se cobra lo que se vende, no sirve. Entonces lo que importa es lo cobrado de todo aquello que se ha vendido.

Dentro de los costos tenemos los insumos, el personal y los impuestos. Así que la rentabilidad es la diferencia entre lo vendido que efectivamente logramos cobrar y todos los costos.

Ahora bien, los insumos ¿son los insumos? Porque si, por ejemplo, compramos cajas de cartón para embalar el producto de la empresa ¿Cuánto es caja y cuánto es impuesto?

La caja incluye todos los costos del fabricante de cajas pero también, por ejemplo, el impuesto a los ingresos brutos. Y el flete para llevar la caja, que incluye el costo del combustible -la mitad son impuestos-. Entonces cuando uno le compra un insumo a un proveedor, le está pagando todo el trabajo incorporado a ese insumo y además todos los impuestos que esa empresa o persona paga. 

Luego cuando la empresa en cuestión -la que compra las cajas de embalar- vende a su vez su producto, debe incluir en su precio todos los impuestos que paga y todos los impuestos de sus proveedores.

ESCONDIDAS

El sistema impositivo argentino esconde los impuestos a quienes los pagan. Si uno pregunta a cualquier vecino de Lanús cuáles impuestos paga dice "ABL". Punto. El impuesto directo. Como mucho agregará "ABL e Inmobiliario", o dirá "ABL, ARBA". Todos los otros impuestos no los ve. 

Cuando en la televisión estaban todo el día, todos los días, con el costo de las tarifas, no decían cuánto era impuesto, sólo el costo total.

A diferencia de otros países, acá no hay un impuesto a las ventas (minoristas). No. Acá se paga en todos y cada uno de los pasos de la cadena. El impuesto a los ingresos brutos no es a la venta final, sino cada vez que se vende algo. Cada insumo, cada servicio, cada litro de gas-oil, cada Kwh.

Impuestos que trasladan al próximo paso productivo. Y es un impuesto que se paga gane o no gane plata el que produce. Y que el trabajador lo paga siempre. Gane un sueldo de $ 80.000 o de $ 25.000, o sea jubilado.

El impuesto a los combustibles es un impuesto que afecta a la totalidad de la economía. Es arena en un engranaje. Sin embargo de eso nunca se habla. 

ABC1 Y SUS VICIOS

Los políticos han votado impuestos donde ellos (los políticos) se independizan del bienestar general, mandato constitucional. Ganemos o perdamos dinero, nos vaya bien o nos vaya mal, nos insertemos en el mundo o no, ellos siempre tendrán dinero para vivir ABC1 y para sus vicios.
Porque si uno mueve mercadería, ellos cobran impuestos.

Si vendo a pérdida, ellos cobran impuestos.

Si tengo un local y no entra nadie, ellos cobran impuestos.

Si el granizo arruina la cosecha, ellos cobran impuestos.

La Constitución Argentina sostiene que el Estado nacional debe vivir de la Aduana, y por si a algún despistado no le quedó claro, lo explica Juan Bautista Alberdi en Sistema económico y rentístico. 

A los políticos argentinos no les importa si se exporta o no, porque ellos cobran de otro lado, cobran del trabajador, del jubilado, de la mujer que tiene planes. Cobran de cada kilo de pan, de cada litro de gaseosa, de cada kilo de carne. Por el flete de la mercadería, cobran la mitad de impuestos en el combustible. Como las heladeras de los comercios consumen electricidad, pagamos impuestos aún cuando el comercio esté cerrado. Por cada pase de manos se paga impuesto a los ingresos brutos e impuesto al cheque. La patronal paga un tercio de impuestos sobre lo que le paga al trabajador. Y si alguien gana más de $ 38.000 les paga impuesto a las ganancias" que no es a las ganancias sino a los ingresos y que los diputados no deberán pagar cuando se jubilen.

Los políticos han logrado disociar sus ingresos del bienestar de todos nosotros.

QUE LASTRE

La rentabilidad de un negocio aceita la economía. La ganancia puede ser ahorrada o reinvertida, lo que a su vez crea trabajo, la inversión en sí, y el nuevo nivel de producción. El ahorro le da estabilidad a un negocio, ya que hay un colchón en caso de malas épocas.

Sin embargo, la carga impositiva mina la rentabilidad de todo negocio. El Estado caro (no así presente, porque no brinda ninguno de los servicios que debe brindar y los reemplaza por darle fortunas a bancos, empresas de energía y transportistas u organizar festivales musicales); el Estado caro impide que los negocios lícitos prosperen.

¿Cómo es eso? Porque encarece todos los costos. La electricidad no sale el costo de la electricidad sino electricidad más impuestos, el gas-oil igual, el trabajo igual. Todo insumo tiene una enorme carga impositiva porque a diferencia de otros países donde el impuesto se paga al final de la cadena productiva, acá se paga en cada una de las transacciones. Hasta se paga 1,2% por el hecho de pagar. Es invivible. Y no se vive.

Por toda esa carga impositiva no se exporta. Porque toda persona que exporte, exporta impuestos. Y nadie en el mundo exporta impuestos. Todos los países exceptúan de impuestos a las exportaciones. Aquí no.

Los políticos dirán: reintegramos IVA, y hay exención de impuesto a los ingresos brutos. Sí, de la última transacción. Pero no de todas las anteriores. Eso y no otra cosa es lo que hace no competitivas a las exportaciones argentinas.

Todo producto que compremos, la mitad son impuestos: un cuaderno, una remera, un alfajor, una cerveza, una docena de rosas. Ahora imaginemos todos esos productos a mitad de precio. A mitad. Un alfajor 15 pesos. Son 30 centavos de dólar precio minorista. ¿Qué país no compraría alfajores a 30 centavos de dólar minorista? Tablas de surf, kayaks, llaves inglesas, flores, quesos de cabra tucumanos. Todo a mitad de precio. Ahí sí, naturalmente, seríamos una potencia exportadora.

Pero de ninguna manera los políticos permitirían eso. Cada vez que le acercan un micrófono hablan de "reactivar el mercado interno". Claro, reactivar la eficiente e impresionante máquina recaudatoria, la única parte del Estado argentino que funciona.

Y se equivocan. Porque un empleado de una bodega mendocina que exporta toda su producción, compra cuadernos para sus hijos como cualquier otra persona. Al fabricante de papel y cuadernos no le importa si su comprador gana dinero con la exportación o es plomero, le importa que le compre cuadernos. Lo mismo le sucede a todos los empleados de la fábrica y al fletero que los lleva a Mendoza. Los obreros de la fábrica, el fletero, el mayorista, el librero constituyen el mercado interno, que se puede mover porque alguien puede exportar vinos a Gran Bretaña o Estados Unidos.

No es tan difícil de entender.

NO ENTENDIERON

Sin embargo cada vez que un miembro de la cámara de Pymes va a la televisión, se queja por el alto costo de tarifas y no por la carga impositiva. Los sindicalistas se quejan "de que la plata no alcanza", pero no dice que $ 500 en el almacén compran $ 250 de productos y $ 250 de impuestos. 

La economía argentina se achica año a año, década a década. Cada vez menos empresas, más desocupados, más pobres. Cada vez hay menos personas que quieren o pueden sostener a esta casta parasitaria. O se van del sistema (por voluntad o no) o se van del país (que es lo mismo) o cierran su empresa (porque no pueden más o no quieren trabajar más para estos vividores).

¿Cuánto tiempos más seguirán los políticos aumentando la exacción? Todo el tiempo que puedan. Se sienten avalados por la gobernanza internacional. Y lo están. No sienten ningún riesgo. Porque no lo tienen.

PROPUESTAS

* Eliminar todos los impuestos a los servicios públicos.

* Eliminar impuestos a los ingreso brutos, transacciones financieras, sellos.

* Eliminar IVA a combustibles, alimentos, forrajes.

* Eliminar los impuestos internos al combustible.

* Bajar IVA a 10% a todos los otros bienes sin excepciones.