Opinión
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Las drogas y un cambio de época

Había tiempos de poesía y sensibilidad humana como los que cuenta el médico y sociólogo José Ingenieros en una época que parece ya perdida (1911) en el “El Hombre Mediocre” cuando nos dice: “…vivir es aprender para ignorar menos, es amar para vincularnos; muchos nacen, pero pocos viven”.

Sigue diciendo el maestro: “…la vida vale por las obras que realizamos; no ha vivido más el que cuenta más años sino el que ha sentido mejor un ideal; las canas denuncian la vejez, pero no dicen cuanta juventud las precedió”.

ENSEÑAR A VIVIR

La clínica de todos los días nos muestra a muchas personas que no les enseñaron a vivir o que no han vivido. Ignoraron la experiencia del amor y los vínculos humanos base de las identificaciones y de los modelos a seguir para después lograr la tan ansiada autonomía.

En la clínica de las adicciones de hoy encontrar un guion de la enfermedad y transitarlo resulta muy difícil: familias rotas, padres ausentes, vínculos perdidos, traumas y duelos nunca elaborados, asumir lo irreparable.

La tarea de la curación es entrar en el guion de la vida de alguien y leerlo y sentirlo junto a él a través de un vínculo amoroso transferencial que permita abrir huellas y marcar senderos. Todo dentro de una casa como es la comunidad terapéutica ya que la experiencia de una casa como Ley no fue vivida por ellos.

Acá recuerdo a los griegos cuando decían “no hay Polis (ciudad, casa, etc.) sin ley. Nos encontramos con seres sin pertenencia o que buscan en Tinder una vinculación pasajera. Seres que han crecido sin pertenencias estables, sin contactos emocionales y sin transmisiones generacionales.


VERDADERA ENCERRONA

Así surge una paradoja que es una verdadera “encerrona” vital que se puede resumir en la maravillosa reflexión del maestro de la Medicina Luis Chiozza: “las cosas son para amar y las personas para usar”.

Crecen con la depresión a cuestas y un “porro”, la latita de cerveza, el tabaco inician el camino de una enfermedad crónica, progresiva y terminal como son las adicciones.

La depresión tiene mucho que ver con la caída del sistema inmunitario y entonces surgen alteraciones somáticas, enfermedades y mala evolución de las enfermedades. También hay que ver si el paciente tiene ganas o no de vivir.

Mientras tanto nos llenamos de objetos, pantallas, celulares, aplicaciones, TikTok, sitios de internet, nos vamos alienando en ese mundo de dinero fácil, sustituimos el amor por la pornografía. Por una aplicación nos traen la droga a casa. El delivery manda. A su vez se va subiendo en la escalera de las drogas; cocaína, éxtasis, crac, alucinógenos varios, opioides, etc.

CAE LA VIEJA SOCIEDAD

La descripción de José Ingenieros es una nostalgia frente a esta nueva sociedad que ha surgido desde ese nuevo tiempo atomizado, vertiginoso que nos rodea. Para que tener hijos…vivas a las mascotas …los vínculos se suplantan con pantallas, las relaciones son pasajeras y dejan en todo un vacío cada vez mayor.

Mientras tanto el pánico que creo en España y parte de Europa la sorpresa de la noticia: “…se cayó el sistema” fue mayúscula; no andan los aparatos de los cuales dependemos, la luz, las computadoras, la circulación del dinero. Vale ese dicho: “El Rey quedo desnudo”.

Que vamos a hacer si no surfeamos links; ese es el mundo que desde los 80 nos domina; entonces habrá que volver a ese mundo perdido en donde los vínculos nos entrelazan como personas. Aprendimos que la libertad estaba en desvincularse cuando la raíz de la palabra libertad es Fri o sea amistad, relación.

PSIQUIS PLANETARIA

Vivimos en una psiquis planetaria que desde los 80 nos inunda y destierra viejos vínculos: el video, la tv. Por cable, el streaming, la lluvia de noticias, las cadenas globales de comunicación, canales para niños, juegos por internet, apuestas deportivas, drogas popularizada negando consecuencias, caída de la Ley (base del orden de la polis o sea de las ciudades).

Vivimos en una marea de señales que superan nuestras limitadas capacidades de procesarlas cognitivamente.

Las nuevas tecnologías ponen en evidencia lo obsoleto de mantener dicotomías: individuo-sociedad; local-global; objetivo-subjetivo. La caída del sistema que anuncio España era el anuncio de la caída de una Psiquis Planetaria.

Se cae Internet y se cae esa Psiquis Planetaria que creíamos invulnerable. El mundo parecía ser esa autopista electrónica de información.
Nos damos cuenta de las vulnerabilidades que vivimos por la falta de contactos humanos, emocionales y de intimidades compartidas.

LA CLINICA DE HOY

Nosotros lo vemos en nuestros consultorios con pacientes cada vez más “rotos” con la nostalgia de haber sido abandonados o de haber abandonado a sus hijos.

La droga fue una anestesia momentánea pero no sirvió y los hundió más en la depresión con el incremento de daños en la memoria, en la voluntad y en el control de impulsos. Solos de soledad absoluta. Veinte o veinticinco años de consumo; inicio a los 11 o 12 años. Necesitan muletas para vivir y vínculos humanos para no morirse.

Nuestra tarea se asemeja a las reflexiones de V. Frankl (psiquiatra de nota del siglo XX) que al salir solo y sin familia de Auschwitz encontró un plan de vida, un proyecto, una misión, una vocación como medico y la distribuyó al mundo con su sabiduría para todos los pacientes.