“Teníamos la misión de potenciar y transformar la experiencia, pero sin imponernos”, dice la diseñadora de interiores Coty Larguía sentada en un taburete a un costado en la imponente confitería Viamonte del más imponente Teatro Colón. Y todo se ve tan cuidado y bello que bien puede decirse que cumplió con la consigna.
Los periodistas la observan. Ella no está sola. La acompañan directivos del Grupo L. que, a través de su marca Blue Catering, tienen a su cargo la renovación de los espacios gastronómicos del emblemático teatro.
Se trata de la inauguración de la confitería que da a la calle Viamonte. En los próximos meses, será el turno de las del cuarto y sexto piso y la que da a Tucumán. ¿La inversión?: 200 millones de pesos.
Larguía fue la encargada de rediseñar un espacio muy apreciado por los habitués del Colón. La Viamonte, ubicada en el primer piso, atiende a los concurrentes al teatro durante los 18 minutos que dura cada intervalo en una función. El tiempo es escaso, mínimo. Y todo debe ajustarse para que la experiencia sea rápida y placentera.
Antes de la reforma, había una barra que prácticamente abarcaba todo el salón. La interiorista decidió achicarla, colocar muy cómodos sofacitos y sillas, además de pequeñas mesas con taburetes. “La idea es que la gente pueda verse, charlar un poco y pasar un buen momento”, dice.
Para que esos 18 minutos puedan aprovecharse al máximo, el menú también es reducido, acotado, pero muy delicioso. La encargada de la parte dulce es la chef patisserie Romina Aliano quien, muy tímida, explica los secretos de unas masitas de chocolate deliciosas. Todo chiquito, pero absolutamente rico. A su lado, el sous chef Alfonso Manrique, resalta los ingredientes de primerísima calidad, muchos de ellos importados, Y explica que el gran desafío es cocinar sin fuego -prohibido en el Colón-. Revela que hay unos muy modernos hornos traídos de Alemania ideales para cumplir con las estrictas normas del primer coliseo.
La idea es continuar con las renovaciones en los próximos meses. Los responsables de las reformas quieren que la gente visite el restaurante del Pasaje de los Carruajes, ubicado en la planta baja del Colón y que, advierten, está abierto a todo público y en horario amplio, más allá de las funciones.
También se planea que las confiterías remozadas gocen de la misma amplitud horaria. Por ahora, están abiertas en los 18 minutos de los intermezzos y también para eventos.