Santiago, Chile - La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció que el país necesitará créditos internacionales para emprender la reconstrucción de las regiones más afectadas por el terremoto del sábado pasado, una tarea que anticipó abarcará todo el mandato de cuatro años de su sucesor, Sebastián Piñera, quien asume el 11 de marzo.
"Si bien Chile tiene recursos para una cantidad de acciones, vamos a tener que pedir crédito al Banco Mundial u otras entidades", reconoció la presidenta, quien no precisó a cuánto ascienden los daños causados por el sismo aunque recordó que las primeras aproximaciones los cifran en 30.000 millones de dólares.
"Lo que hemos dicho es que Chile es un país que cuenta con recursos para enfrentar la emergencia y que vamos a gastar lo que sea necesario para ir en apoyo de todas las personas que están en una situación extrema en distintos lugares del país", agregó.
INFORMACION PARCIAL
Bachelet dijo que de momento sólo cuenta con información detallada de la situación las grandes ciudades o localidades pero aclaró que su percepción es que "hay zonas rurales donde está todo en el suelo y creo que será de una magnitud enorme".
Por eso arriesgó que la reconstrucción del país durará "prácticamente todo el gobierno próximo", en referencia a los cuatro años de gestión de Piñera que comienzan el 11 de marzo.
El propio Piñera coincidió con esa visión al señalar que, debido a la emergencia, tuvo que modificar su programa de Gobierno.
"Nuestro futuro Gobierno no va a ser el Gobierno del terremoto, va a ser el Gobierno de la reconstrucción", anunció al dar a conocer los nombres de sus intendentes en las regiones más afectadas por el sismo.
Piñera precisó que su administración enfrentará la catástrofe en varias etapas y que la primera consistirá en "superar la emergencia ciudadana, encontrar a las personas desaparecidas, restablecer los servicios básicos y poner el aparato productivo nuevamente en marcha".
El mandatario adelantó la designación de intendentes (gobernadores) de las regiones más afectadas a sugerencia de Bachelet, con el objeto de que se integren de inmediato a los comités de emergencia constituidos en cada una de las zonas para hacer frente a la catástrofe.
Por caso, en la región del Biobío, una de las más dañadas, fue designada intendenta Jacqueline Van Rysselberghe, actual alcaldesa de Concepción, quien había acusado de ineptitud al Gobierno de Bachelet en el manejo de la situación.
SIGUE EL MIEDO
Mientras tanto, las sucesivas réplicas del sismo de 8,8 grados Richter que hace cinco días sacudió a este país continúan asustando a los chilenos, y los dos millones de damnificados son todavía presa de la desesperación, a pesar de que la ayuda de emergencia comenzó a se repartida de forma más regular.
En Concepción, que sigue bajo toque de queda nocturno al igual que otras localidades de la zona y de la región del Maule, abrieron algunos supermercados por primera vez desde el terremoto y de los saqueos que en los días posteriores proyectaron la imagen de una ciudad sin ley.
Por otra parte, el jefe de la zona de catástrofe del Maule, general Bosco Pesce, afirmó que la cifra de muertos en la región es menor a la que se comunicó el miércoles, y mencionó a 316 fallecidos en vez de 587.
Pesce atribuyó el ajuste en los números al hecho de que se sumó en la categoría de fallecidos a personas que estaban desaparecidas y fueron encontradas.
El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, corroboró la incertidumbre respecto de los números y señaló que "es evidente que la cifra exacta de víctimas la tendremos una vez que terminen las labores de búsqueda, que están en pleno desarrollo".
Recordó el funcionario que son muy difíciles las labores de reconocimiento, sobre todo de los cuerpos devueltos por el mar, por lo que pidió comprensión y anunció que una vez al día se entregará un listado con la identificación de víctimas.
En función de esas consideraciones podría ser menor la cantidad total de muertos anunciada oficialmente en el país, que hasta el miércoles era de 802. (EFE, AP y ANSA)