Suplemento Económico
EL REGIMEN INDUSTRIAL, EN LA MIRA

“La producción de Tierra del Fuego no es competitiva”

El Gobierno eliminará paulatinamente los aranceles para la importación de celulares y bajó los impuestos internos. La industria local, en alerta. El economista Juan Carlos Hallak detalla cuál es el costo fiscal del sistema y qué otras oportunidades de desarrollo tiene la provincia.

La medida tomada por el Gobierno nacional de eliminar los aranceles a la importación y bajar los impuestos internos a la producción de celulares en la provincia de Tierra del Fuego dividió las aguas de la opinión pública, una vez más.

De un lado de la biblioteca se encuentran quienes sostienen que el régimen de beneficios fiscales para el sector productivo fueguino es clave en términos geopolíticos para mantener la población del confín austral. Del otro lado, en cambio, festejan los que consideran injusto que a la hora de comprar un teléfono móvil los argentinos paguemos un precio mucho más alto que en los países vecinos.

El miércoles el Gobierno confirmó en el Boletín Oficial que los aranceles para la importación de celulares pasarán de 16% a 0% en dos etapas: inicialmente a 8% para luego ir a 0% en enero del 2026. Por otra parte, bajaron de 19% a 9,5% los impuestos internos para celulares, monitores, televisores y aires acondicionados importados, y de 9,5% a 0% para Tierra del Fuego.

ALTO COSTO

“La medida es realmente positiva”, enfatiza el economista Juan Carlos Hallak, docente en la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet. “El costo fiscal del régimen en su totalidad es altísimo. Le calculamos más de u$s 1.000 millones por año. Eso no va a cambiar tanto con las medidas que tomaron. Después tenemos cómo funciona el subrégimen industrial”.

-¿Cómo funciona ese esquema en particular?

-El régimen más amplio exime de impuestos, por ejemplo, Ganancias, a quien vive en la isla. También al consumo. Si alguien se toma una cerveza en la isla, no paga IVA. Si compra un cuaderno, tampoco. El régimen industrial es mucho más fuerte porque tiene exenciones que no están conectadas con lo que se consume en Tierra del Fuego sino con lo que se consume en el resto del país. Estamos hablando de otro volumen. Las cosas que se consumen en el país, si fueron transformadas en Tierra del Fuego, quedan al margen de impuestos. Principalmente la operación del subrégimen industrial es hoy en día la electrónica.

-¿Cuáles son los bienes dentro del rubro electrónico?

-Los principales son televisores, aires acondicionados y celulares, que es el último capítulo que se incorporó.

-¿Cómo toma a las empresas esta medida en términos de competitividad?

-La producción de Tierra del Fuego no es competitiva internacionalmente, por eso necesita subsidios y protección comercial. Es una combinación de subsidios y protección comercial. Por un lado, no pagan impuestos. Y por otro necesitan que le cobren aranceles a las importaciones.

-Y pese a toda esa protección, los precios de los productos no logran ser más bajos.

-Esa es la locura de este régimen: tanto costo y tan poco beneficio en relación a su costo.

VALOR AGREGADO

-¿Los celulares tienen menos valor agregado que los otros productos?

-El celular es lo último que se incorporó y es lo que menos valor agregado tiene en porcentaje del valor del producto. Es donde menos proceso productivo hay y lo que más costo fiscal genera. Con estas medidas que se tomaron los únicos afectados son los celulares, no así los televisores y los aires. Está bien elegido ese segmento porque la relación costo-beneficio es la peor. Lo que se hizo fue sacar una de las capas de protección comercial que es el arancel de importación. La otra que queda es el diferencial del impuesto interno, que sigue. Se redujo al 9,5% y se mantiene como medida de protección comercial.

-Dada la lógica del Gobierno, ¿avanzarán en un mayor recorte de este régimen?

-No sé decirlo. Podría ser un poco más pero no me queda claro qué es lo que harán después. Nosotros en el trabajo que realizamos abogábamos por la gradualidad. Planteamos una reformulación posible del régimen que corrigiera muchos de los problemas de diseño que tiene, pero que también se retiraran muchos de los beneficios. Esta es una forma de gradualidad, atacar un producto solo y no del todo. Se habló de mucha pérdida de empleo pero no creo que vaya a pasar eso. El impacto creo que será menor y tiene una cota, que es la cantidad de empleo que hay en el segmento celulares. Deben ser aproximadamente 2.000 personas. Son estimaciones.

-El esquema de beneficios cumple 50 años. Usted ha hecho mención en otras declaraciones a la temporalidad que deben tener estos regímenes. ¿Fue demasiado tiempo?

-En general estos esquemas no son permanentes. La idea es que se montan por unos años para, en este caso, ayudar a que se poblara la isla. Eso se logró. Pero en algún momento se supone que la actividad económica promovida allí se debe volver autosustentable y eso no ha ocurrido. Al revés, cada vez necesita mayores subsidios. Ese es el problema. A los beneficios iniciales para los electrónicos se le agregó el diferencial de impuestos internos. Se encareció más la importación para que pueda ser competitivo el producto local.

ESTRATEGIA

-En el debate acerca de la calidad de las exportaciones argentinas suele remarcarse como negativo el nivel de primarización. Es decir, falta comercializar productos con más valor agregado. ¿Cómo entra a jugar la electrónica en todo esto? ¿Es demasiado para la Argentina?

-La electrónica tiene muchas partes. Hay empresas que ensamblan, otras hacen los chips, aunque está bastante integrado. No somos competitivos en eso. Para la electrónica de consumo masivo hace falta una escala de producción que jamás vamos a tener. Tenemos empresas que sólo puede apuntar al mercado interno porque dependen de la protección. No exportan. A veces hacen algunas exportaciones pour la galerie para decir que exportan algo y que se están volviendo competitivas las empresas de Tierra del Fuego. No tiene lógica que exporten. Si para vender en el mercado interno necesitan tantos beneficios, cómo van a ser competitivos afuera. Es imposible. La electrónica de consumo es un producto con el cual resulta muy difícil competir en el mundo. Sí en caso de que fuera una electrónica apuntada a determinados nichos. Por ejemplo, la diferencia con los otros productos es que en estos se hacen las placas electrónicas que comandan la actividad. Esas placas se hacen en Tierra del Fuego pero las del celular no, es parte del kit importado. También eso es un ensamblado, de alguna manera, porque lo que tienen es una tarjeta virgen adonde se le van insertando los chips. Ambos son importados pero hay una línea de montaje automática con máquinas muy modernas. A la escala de producción que tenemos acá, eso termina no siendo competitivo. Además, una producción tan lejana tiene grandes problemas logísticos. Cosas sofisticadas hay muchas en el universo de productos. Producir electrónica ha sido una mala elección.

-¿Qué otras alternativas de producción con bajo impacto de costo fiscal se plantean para Tierra del Fuego en la investigación realizada por ustedes?

-Nuestro trabajo consta de tres documentos. El tercero aborda la posibilidad de desarrollo de la provincia. No es que nosotros divagamos sobre las posibilidades. Fuimos, vimos y trazamos proyecciones reales y cuánta inversión se necesita. Lo cuantificamos y da que con la plata que se ahorra si no estuviera el régimen actual, podría financiarse mucho más de lo que se necesita para promover actividades que van a generar tanto empleo como lo que se podría perder en electrónica.

-¿Qué tipo de actividades?

-La número uno es turismo. Después está la economía del conocimiento, principalmente software. Luego las actividades del agro. Hay proyectos para realizar una base naval, un polo logístico para que los barcos hagan escala allí. Eso no se hace porque falta financiamiento. Son migajas de lo que se pierde por tener el régimen. Voy a dar el siguiente ejemplo para darnos una idea de la dimensión de lo que estamos hablando. Cuando se renovó el régimen bajo el gobierno de Alberto (Fernández), se creó un fondo con dinero de las empresas para promover nuevas actividades. Con esa plata, que son u$s 20 millones, piensan renovar el tendido eléctrico de Ushuaia. Una cosa de infraestructura tan básica como esa cuesta casi nada al lado de los u$s 1.000 millones del costo fiscal del régimen. Es la gran obra que va a cambiar la potencia eléctrica de la provincia. Por eso hay tanta gente que está en contra del régimen con mucha vehemencia. Nosotros encaramos el estudio con la mente abierta y sin prejuicios. Finalizado, pensamos que es inconcebible que se mantenga algo así. Es una increíble pérdida de recursos cuando con esa plata se podrían realizar muchísimas otras cosas que ayudarían a la gente. Comparemos 10.000 personas ensamblando celulares o televisores versus tener una base naval, un polo logístico. Si les interesa la geopolítica, usen la plata en serio para defender la geopolítica de Tierra del Fuego.

OTROS MODELOS

-La Argentina tuvo, décadas atrás, otro régimen similar en el noreste del país. ¿Qué ocurrió?

-El régimen de promoción económica que hubo fue el aplicado sobre las provincias de La Rioja, Catamarca, San Juan y San Luis. Terminó desactivándose en los ‘90. Se había desvirtuado mucho. Hay otros regímenes de promoción económica como el aplicado sobre la economía del conocimiento, que es nuevo; para bienes de capital también. Pero el de Tierra del Fuego es mayor que todos los otros. La magnitud es del doble de toda la plata que se invierte en ciencia y tecnología.

-¿Qué clase de países promueven estos esquemas de beneficios económicos a la producción?

-Esquemas de beneficios han usado y usan muchos países en diversos segmentos. En el caso de Tierra del Fuego, está mal diseñado, mal elegido los sectores. En el documento que elaboramos apuntamos al principal problema: no premia al valor agregado en la isla sino al valor de producción, que se compone principalmente de los componentes importados. No hay incentivos a mejorar el agregado de valor. Es un régimen mal diseñado en cuanto a incentivos económicos. Está tapado por el lobby.

-¿Se registra alguna cadena de proveedores a nivel local?

-Es mínimo. El costo principal de los productos electrónicos es el kit importado, y todo eso viene de afuera. En los aires acondicionados hacen algunos de los caños de bronce, hay algo de actividad metalúrgica. Tal vez algo de packaging, pero la mayoría viene del exterior.