"Un líder en retirada no tiene delfines, tiene pirañas” suele graficar con lucidez y experiencia política el ex legislador bonaerense Juan José Amondarain. La frase interpela por estas horas a quienes han guiado la polarización argentina al menos desde el 2007 hasta el 2023: Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Pero podría hacerse extensivo a otros territorios donde la imposibilidad de la reelección indefinida aumenta esa lógica, como así también se lo puede interpretar en la relación, claramente conflictiva, entre Javier Milei y el jefe político del PRO. En un escenario electoral que asoma fragmentado, La Libertad Avanza sigue apostando a la dicotomía con el kirchnerismo mientras que las peleas más interesantes ya no se dan extramuros sino intramuros.
“Kirchnerismo o Libertad” es el slogan que lleva el último spot publicitario de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires para apoyar a su candidato Manuel Adorni. Una elección local nacionalizada ya que en el mismo aparecen para apoyar al vocero desde Patricia Bullrich a Luis Caputo y el propio Jefe de Estado. Renuente a las cámaras, “el Jefe” Karina Milei no participa públicamente sabiendo que es la gestora del armado político en la ciudad como en el resto del país. Con cierta ironía, en diversas mesas políticas suelen observar que la imagen positiva de la Secretaria General de la Presidencia está muy lejos de la de su hermano. Y la comparan con Máximo Kirchner. “Karina es a Milei lo que Máximo es a Cristina” aseguran con cierta exageración.
En ambos casos, sus intervenciones en los armados políticos suelen ser más traer más inconvenientes que soluciones pero claro, no pueden prescindir de ellos por razones lógicas. Como nunca antes se está viendo con tanta claridad esta situación. Las principales pujas se dan puertas adentro de las fuerzas políticas. Por estas horas ha explotado en el rumbo del armado libertario en todo el país que comanda Karina Milei con el aporte permanente de los Menem, Martín y “Lule”. La cara visible de ellos en la provincia de Buenos Aires es Sebastián Pareja, que además preside el partido en su franquicia bonaerense. Pero su tarea no pasa por el mejor momento.
Como fue adelanto en este mismo sitio en el mes de abril del año pasado, en un nota titulada “Pami y Anses, tentaciones de la casta (http://www.laprensa.com.ar/La-Anses-y-el-PAMI-tentaciones-de-casta-543028.note.aspx) en la que se alertaba que las oficinas regionales de ambas reparticiones eran captadas por militantes de la Libertad Avanza para usarlas políticamente.
Lógica y pragmatismo puro. “Como mano derecha de Karina Milei en el armado del partido nacional se mueve Eduardo Lule Menem, sobrino del ex senador nacional y con amplia trayectoria legislativa ya que ingresó en la función en 1984. Es él quien está detrás de darle contenido político a esos nombramientos en las delegaciones de Anses y PAMI. Para, desde allí, desplegar poder territorial ante la falta de intendentes y gobernadores propios. De alguna manera, los Milei buscan emular la experiencia de La Cámpora cuando logró desde esos organismos proyectar candidatos y quedarse con municipios o bancas legislativas”. El fragmento del texto que ya tiene un año, ahora ha quedado en fuerte exposición por las mismas peleas que se dan en los vértices del triángulo de hierro entre Karina y Santiago Caputo.
Es cierto aquello que se dice que hay diferencias en las estrategias electorales entre ambos. Mientras la hermana presidencial sostiene que es necesario tener representantes propios para no depender de nadie en las provincias y en los distritos, se le atribuye a Caputo ser quien cree que lo importante en el congreso nacional y no lesionar posibles aliados territoriales embarrando lo local con candidatos de escasas posibilidades y extraño prontuario.
Una de las razones por la que le apuntan a Sebastián Pareja es por haber reclutado lo marginal de lo marginal. Es lógico. La Libertad Avanza fue a la búsqueda de los punteros del peronismo que no tenían lugar en las estructuras consolidadas de los distritos gobernados por barones del conurbano. ¿Qué pretendían? Era imposible sumar desde allí a figuras impolutas e intachables. Fue así como los esquemas se fueron poblando de lúmpenes, arribistas, barras bravas y hasta ex narcos o “cortadores de autos”. Todo este sistema entró en crisis. De hecho, semanas atrás Pareja presentó a Andrea Vera como coordinadora de la primera sección electoral en el lugar que ocupaba su padre Ramón “Nene” Vera, hoy diputado provincial en el bloque que preside el “caputista” Agustín Romo, oriundo de San Miguel pero que ingresó a la legislatura en representación de la séptima sección electoral. La idea del cambio es mostrar renovación en las caras de los delegados de Karina. Algo similar sucedió en la estratégica tercera sección electoral donde lo corrieron al ex jefe de barra de Laferrere Fabricio Martínez.
La estrategia que le atribuyen a Santiago Caputo en términos electorales y que parece haber avanzado un casillero en la interna libertaria, se explica en la idea de establecer vínculos con los alcaldes peronistas del GBA ya que su mirada está puesta en la puja nacional. En su momento, cuando se designó a Sergio Neiffert como titular de la SIDE trascendió que una de las razones de su llegada, además de la confianza con Caputo, se suponía que era por su nexo con el peronismo bonaerense y su conocimiento de la lógica del conurbano. ¿Comenzará una nueva etapa en la construcción territorial? Depende, entre otras cosas, de la evolución de la relación con el PRO de Mauricio Macri. La foto de Sebastián Pareja y Cristian Ritondo intentó ofrecer una lectura a varias bandas. Justamente, Ritondo es un gran conocer de las bandas. Su paso por el Ministerio de Seguridad le otorgó un know house imprescindible.
Mauricio Macri ve en Patricia Bullrich, Diego Santilli y Ritondo más a pirañas que a delfines. La Ministra de Seguridad ya oficializó su paso a las filas libertarias como una obviedad. En cualquier momento lo hará el mendocino Luis Petri que la acompañó en la fórmula presidencial del 2023 y en el gabinete les causa cierta gracia su trabajo constante para ser más mileista que Milei. A Petri le ganó de mano una coterránea suya, Hebe Casado, la actual vicegobernadora procedente de San Rafael quien ya firmó su ficha de afiliación a las “Fuerzas del Cielo”.
La génesis del desafío de Axel Kicillof a Cristina Kirchner es el mismo. Para el ex presidente es inadmisible que una creación suya quiera ponerse a la par. Y discutirle poder aún contra su voluntad, pero cansado del desgaste que genera Máximo Kirchner. El líder de La Cámpora es, probablemente, la causa principal de por qué Cristina ve a Kicillof más como una piraña que como su delfín.
Aquellos que rodean al gobernador sostienen que su jefe ya ganó en esta pelea. En primer lugar porque en las discusiones se habla de la necesidad de sentarse con Cristina Kirchner para terminar de cerrar sus heridas. Es decir, ya lo ubican como par. Aquello que en su momento definimos como el otro triángulo de hierro que conforman Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa. La sola existencia de esos tres vértices significa repartos equitativos en las listas si hay unidad como se pregona. Pero no todos están tan convencidos que eso será así.
Por lo pronto, Cristina Kirchner ha ido cediendo a las pretensiones del gobernador. Primero fue con el desdoblamiento de las elecciones y ahora con el cronograma electoral que permitirá que las candidaturas se presenten 50 días antes de los comicios para validarlas. Es verdad que también fue un reclamo de la Junta Electoral que preside la titular de la Corte Bonaerense Hilda Kogan. También avanzará la próxima semana en el senado provincial la posibilidad que los legisladores vuelvan a tener reelecciones indefinidas.
En un contexto que asoma también en Buenos Aires con extrema fragmentación y listas que surgen del desprendimiento de las fuerzas polarizadas, las percepciones son tan variadas como el escenario que se va configurando. Como sostuvo un empresario por estas horas: “guste o no, Milei ha generado un cambio de era”. Y sí. Hace unos años era inimaginable que en un barrio profundo del conurbano alguien vaya al municipio gobernado por un peronista a pedir una bolsa de comida y grite "viva Milei".