Ceviches, anticuchos, causas, tiraditos y sushi. Pero también risotto, pastas y carnes a la parrilla. El amplio menú del restaurante Jarana, de la mano de su chef ejecutivo Pablo Julca, es una invitación para descubrir nuevos sabores. Esos que combinan y terminan fusionando la gastronomía peruana con la japonesa y que lleva el nombre de nikkei.
Así se denominan a los emigrantes japoneses en el mundo y por extensión comenzó a llamarse de esa manera a la comida que surgió de su encuentro con la tan rica tradición peruana.
Jarana logra transportar al comensal a ese mundo nikkei tan de moda. “Nuestro concepto combina la tradición, con la innovación y el sabor auténtico, desde el ceviche hasta el tiradito, con un toque japonés”, señala Julca.
El lugar además invita a disfrutar de cócteles de autor, con nombres inspirados en danzas, lugares y frases autóctonas. El bartender Paúl Zárate, diseñó una selección de bebidas con frutas exóticas, hierbas aromáticas y otros sabores.
El increíble Jarana sour (pisco 1815, coco, maracuyá, almíbar y limón) es el mejor viaje a Lima que se pueda conseguir sin subir a medio de transporte alguno.
Además, Zárate ofrece una especial selección de vinos que permiten completar la excelente experiencia culinaria.
La ambientación del local, en tanto, invita a quedarse mirando. El espacio es amplio, con techos muy altos -seguramente fue un antiguo galpón de Palermo- y hacerlo tan ameno seguramente representó un verdadero desafío. Todo fue resuelto con un cálido entrepiso y una ambientación plena de detalles. Acompaña una imponente primera barra de cócteles y una segunda barra envolvente.
El ambiente es vibrante y animado, ideal para ir en pareja o con amigos.
¿Tip final?: no perderse los nuevos agregados a la carta: el black roll -un shari de tinte de calamar relleno de langostinos- y el pacha roll -hecho con pesca del día y salsa gratinada y quinoa-.
Dirección: Fitz Roy 1722
Horario: Martes a domingos de 12 a 1.
Reservas: +54 9 11 2833-5794
Instagram: @jarana.bsas