El jurado de Enjuiciamiento que investigó la conducta de la jueza Julieta Makintach resolvió este martes, por unanimidad (11 votos), su destitución como magistrada. La decisión, adoptada tras seis audiencias y plasmada en una sentencia de 115 páginas, fue comunicada pasadas las 10:40 en el Anexo de la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires, donde se desarrolló todo el proceso originado por el escándalo del documental Justicia Divina.
Makintach no estuvo presente para escuchar el fallo. Con la resolución, además de quedar destituida, se le impide ejercer nuevamente funciones en el ámbito judicial y perderá el derecho a la jubilación de magistrada. La sentencia será remitida en los próximos días a la Suprema Corte bonaerense.
El caso se abrió después de que se conociera que la magistrada había participado del documental mientras se llevaba adelante el debate oral por la muerte de Maradona. Durante las audiencias, la fiscal Analía Duarte sostuvo que Makintach “perdió las condiciones que exige la Constitución para el ejercicio de la magistratura” y pidió su destitución. Según la acusación, la jueza aceptó la propuesta de una amiga vinculada a la productora con la condición de que la participación estuviera bajo su supervisión y aprobación, y conocía contenidos del proyecto -incluido el trailer y los títulos de los capítulos- en momentos en que el juicio todavía estaba en curso.
Testimonios incorporados al jury, entre ellos los del dueño de la productora, apuntaron a una vinculación directa entre la producción del material y la figura de la jueza, lo que según los fiscales afectó la imparcialidad e independencia exigidas para el cargo. En su alegato, Duarte remarcó que las pruebas demostraron que el proyecto “no se podría haber llevado a cabo sin la doctora Makintach”.
La presencia en la sala de familiares de Maradona -Verónica Ojeda, su hijo Dieguito Fernando y Mario Baudry, abogado del caso- subrayó la sensibilidad pública del proceso. Voces institucionales representadas en el jury fueron contundentes: el senador y conjuez Sergio Vargas advirtió que “cuando se encienden las cámaras, corre peligro que el ego de un juez apague la justicia”, mientras que el Colegio de Abogados de San Isidro describió el daño causado a la credibilidad del Poder Judicial a nivel provincial y nacional.
La destitución marca un cierre muy distinto al que la propia magistrada había imaginado cuando en junio presentó su renuncia, esperando que el gobernador bonaerense Axel Kicillof se la aceptara y así conservar la posibilidad de algún reintegro futuro al Estado. En declaraciones previas al veredicto, Makintach había afirmado que, tras la experiencia como imputada, no quería seguir perteneciendo al Poder Judicial y aspiraba a “irse en paz”.
El jury concluyó que la conducta de Makintach generó sospechas fundadas respecto de la motivación de sus actos, al priorizar una exposición mediática sobre las obligaciones de su función. La sentencia completa del jury explicita los fundamentos que llevaron a la sanción máxima contra la exjueza y ahora queda en manos de la Suprema Corte el trámite final administrativo sobre la resolución.
— Vía Szeta (@mauroszeta) November 18, 2025