Opinión

La batalla de las Malvinas

El nombre von Spee está íntimamente ligado al mar argentino, por la nave que se hundió en aguas del Río de la Plata al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, y por ser también el nombre del almirante de la Marina Imperial alemana que peleó la batalla de las Malvinas en 1914.

Al inicio de las hostilidades, la flota a cargo del almirante Graf (conde) von Spee había abandonado los puertos de ultramar de las colonias alemanas en Asia para dirigirse al Atlántico Norte donde se libraban combates con las fuerzas británicas. En octubre de 1914 las naves de von Spee vencieron a las  inglesas frente a las costas de Chile, en la batalla que se llamó de Coronel. La pericia de von Spee permitió una derrota aplastanste sobre los británicos que registraron la muerte de 1.600 marinos, incluidos el almirante Cradock al frente de esta flota.

Era esta la primera gran derrota marítima que los ingleses sufrían desde 1810. Entonces el almirantazgo estaba a cargo del príncipe Louis de Battenberg, de una noble familia alemana, como toda la casa real inglesa (que se vio obligada a cambiar su nombre a Windsor). El príncipe Battenberg fue reemplazado por el almirante John Fisher quien buscó vengar la afrenta inmediatamente.

En su camino de retorno a Alemania, von Spee decidió atacar puerto Stanley (que más tarde sería el Puerto Argentino), un lugar clave de reaprovisionamiento de naves inglesas en el Atlántico Sur.

Los alemanes tenían dos cruceros, tres cruceros livianos y tres naves de transporte. Algunas de ellas habían sido dañadas durante la batalla de Coronel. Los británicos enviaron cinco cruceros y tres naves livianas (entre las naves de apoyo estaba el SS Great Britain que había sido la nave más grande del mundo, diseñada por Isambard Brunel y reducida entonces a transporte de carbón).

Los británicos se formaron frente a las islas Malvinas en espera de los alemanes que llegaron el 8 de diciembre, después de haber atracado en Valparaíso para reparaciones. Cuentan que en la oportunidad, la comunidad germana de Chile quiso homenajear al almirante con flores. Von Spee declinó el ofrecimiento. “Se verán muy bien sobre mi tumba”, dijo como al pasar.

Ya en altamar recibieron las órdenes del Kaiser de condecorar a los marinos destacados en la acción con una Cruz de Hierro. Entre ellos estaba el mismo von Spee.

La flota alemana tenía la intención de llegar a su patria donde podrían colaborar en el conflicto europeo, pero sabían que los ingleses los estaban buscando.

Ese 8 de diciembre, el mar estaba calmo y la visibilidad era perfecta. La posición inicial de los alemanes era ventajosa pero las andanadas disparadas fueron insuficientes para dañar a las naves británicas, razón por la cual von Spee trató de poner distancia. Los ingleses comenzaron una persecución. La nave de von Spee, el SMS Scharnhorst, fue hundido después de 8 horas de lucha. El almirante se hundió con su nave.

Los otros barcos alemanes, aunque sin municiones, continuaron su retirada sin suerte. Solo dos de las ocho naves alemanas pudieron escapar.

Más de 1.800 víctimas cobró la batalla de las Malvinas, entre ellos el  almirante, que murió junto a sus dos hijos. El mismo Kaiser Wilhelm II escribió “Será un misterio saber porqué von Spee atacó las Malvinas”. Sin embargo, se sabe por testimonio de sobrevivientes que el almirante dio crédito a un mensaje recibió de Valparaíso donde informaban que el puerto de las Malvinas estaba libre de barcos británicos.

Lo cierto es que Graf von Spee fue un héroe de la Marina alemana y un acorazado de bolsillo llevó el nombre del almirante, hasta que su capitán Hans Langsdorff (un héroe condecorado en varias oportunidades durante la Primera Guerra) se vio obligado a hundirlo en aguas del Río de la Plata. Después de poner a salvo a su tripulación en Buenos Aires, se suicidó.

Su cuerpo yace en el Cementerio alemán de Buenos Aires donde siempre hay flores en su tumba, a diferencia de su predecesor, Graf Maximilian von Spee perdido en las profundidades del Océano.