Por Maria Alejandra Muchart *
La juventud argentina enfrenta un panorama complejo que se ve marcado por la crisis económica, la alta inflación y la inestabilidad política que han caracterizado al país en las últimas décadas.
Para muchos jóvenes, estos factores generan una sensación de incertidumbre, donde la dificultad para acceder a estudios superiores, encontrar empleo digno y alcanzar una independencia económica parece un sueño cada vez más lejano.
DIFICULTADES PARA ESTUDIAR
En un contexto donde la educación es clave para el desarrollo personal y profesional, las dificultades económicas han llevado a muchos jóvenes a abandonar sus estudios.
Las altas tasas de deserción escolar y la falta de recursos para costear materiales, transporte y, en algunos casos, la matrícula universitaria son barreras que afectan su futuro. A pesar de que existen oportunidades de becas y programas de apoyo, no son suficientes para revertir esta situación.
LA BUSQUEDA DEL EMPLEO
La inserción en el mercado laboral es otro desafío significativo. Muchas veces, los jóvenes se enfrentan a ofertas laborales precarias, con salarios que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas. La falta de experiencia, sumada a un entorno laboral inestable, genera un círculo vicioso que desanima a aquellos que buscan su primer empleo. A esto se suma el fenómeno de la “fuga de cerebros”, donde, ante la imposibilidad de desarrollarse en su país, muchos optan por buscar oportunidades en el extranjero.
LA IMPOSIBILIDAD DE LA INDEPENDENCIA
La independencia económica se convierte, por lo tanto, en una meta inalcanzable. La presión de vivir con los padres por factores económicos, la imposibilidad de acceder a una vivienda propia y la falta de opciones de financiamiento dificultan a los jóvenes la formación de un proyecto de vida. Todo esto contribuye a un sentimiento de frustración y desencanto que puede llevar a la desesperanza.
EL SUEÑO DE EMIGRAR
Frente a este panorama, muchos jóvenes consideran la posibilidad de emigrar en busca de mejores oportunidades. Dejar su hogar, su familia y su cultura se convierte en una opción tentadora, pero también dolorosa. Sin embargo, es esencial reflexionar sobre el impacto de esta decisión: el potencial que tienen para contribuir a la construcción de una Argentina más justa y equitativa.
PROPUESTA DE CAMBIO
Como candidata a legisladora por Unión Porteña Libertaria, Lista 707, propongo un cambio que contemple la realidad de nuestros jóvenes. Es urgente implementar políticas públicas que fomenten la educación accesible, generen empleo de calidad y faciliten el acceso a la vivienda. A través de programas que promuevan el desarrollo de habilidades y el emprendimiento, así como incentivos para empresas que contraten a jóvenes, podemos crear un entorno más favorable.
MENSAJE DE ESPERANZA
Mi mensaje es claro: quédense y luchen. Ustedes son el futuro de Argentina. Su energía, creatividad y determinación son fundamentales para transformar nuestra realidad. No debemos permitir que las adversidades los empujen a abandonar la tierra que los vio crecer. Al quedarse y pelear por sus derechos, pueden ser parte del cambio que tanto necesitamos.
En este contexto, el compromiso ciudadano y la participación activa en la política son fundamentales. Ustedes tienen el poder de reclamar una mejor educación, trabajo digno, y condiciones que les permitan construir su propia vida en su país. La democracia se fortalece con la voz de los jóvenes y, juntos, podemos hacer de Argentina un lugar donde todos podamos prosperar.
La juventud argentina enfrenta desafíos sin precedentes, pero su potencial es inmenso. Con un enfoque renovado y una participación activa, podemos transformar las dificultades en oportunidades. Juntos, construyamos un futuro en el que nuestros jóvenes se sientan empoderados para luchar por el país que merecen.
* Abogada. Magister. Presidente del Partido Demócrata Cristiano.