Tel Aviv, Israel (AP) - Israel e Irán intercambiaron ataques el viernes, una semana después del inicio de su guerra, mientras el presidente estadounidense Donald Trump consideraba la participación militar de su país y se ponían en marcha nuevas gestiones diplomáticas.
Pero la primera reunión cara a cara entre funcionarios occidentales e iraníes durante la actual guerra concluyó cuatro horas después sin señales de un avance inmediato.
Para dar una oportunidad a la diplomacia, Trump dijo que pospondría la decisión de unirse a la campaña aérea de Israel contra Irán por hasta dos semanas. La participación de Estados Unidos probablemente implicaría usar bombas antibúnkers estadounidenses contra la instalación subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordo, en Irán.
Independientemente de si Estados Unidos se une o no, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la operación militar de Israel contra Irán continuaría "todo el tiempo que sea necesario" para eliminar lo que llamó la amenaza existencial que representa el programa nuclear de Irán y su arsenal de misiles balísticos. El principal general de Israel también dijo que el ejército israelí estaba listo “para una campaña prolongada”.
Al concluir las negociaciones en Suiza, los funcionarios europeos expresaron su esperanza de futuras negociaciones. El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, dijo que estaba abierto a mantener el diálogo.
Pero enfatizó que Teherán no tenía interés en negociar con Estados Unidos mientras Israel continuara atacando.
"Irán está dispuesto a considerar la diplomacia si cesa la agresión y el agresor rinde cuentas por sus crímenes cometidos", dijo a los reporteros.
No se fijó una fecha para una siguiente ronda de conversaciones.
En el acuerdo alcanzado con Estados Unidos, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania en 2015, Irán accedió a limitar su enriquecimiento de uranio y permitir la visita de inspectores internacionales en sus instalaciones nucleares a cambio del levantamiento de sanciones y otras disposiciones. Pero tras la retirada unilateral de Washington en el primer mandato de Trump, Teherán comenzó a enriquecer uranio a niveles más altos y a limitar el acceso a sus instalaciones.
Después de que Israel dijera que sus aviones de guerra alcanzaron docenas de objetivos militares en todo Irán, incluidas instalaciones de fabricación de misiles, un misil iraní cayó en la ciudad norteña de Haifa en Israel, enviando columnas de humo sobre el puerto mediterráneo e hiriendo al menos a 31 personas.
La guerra entre Israel e Irán estalló el 13 de junio, cuando el ejército israelí lanzó ataques contra instalaciones nucleares y militares, y contra altos generales y científicos. Al menos 657 personas, incluidos 263 civiles, han muerto en la República Islámica y más de 2.000 han resultado heridas, según un grupo de derechos humanos iraní con sede en Washington.
Irán ha respondido disparando 450 misiles y 1.000 drones hacia Israel, según las estimaciones del ejército israelí. La mayoría han sido derribados por sus defensas antiaéreas, pero al menos 24 personas han muerto en Israel y cientos más resultaron heridas.
PREOCUPACIÓN
En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, dijo que no se deben atacar los reactores nucleares de Irán, particularmente su única planta nucleoeléctrica comercial en la ciudad sureña de Bushehr.
“Quiero dejarlo completamente claro: en caso de un ataque a la planta nucleoeléctrica de Bushehr, un impacto directo resultaría en una liberación muy alta de radiactividad al medio ambiente”, señaló Grossi. "Este es el sitio nuclear en Irán donde las consecuencias podrían ser más graves".
Israel ha centrado sus ataques en la instalación de enriquecimiento de uranio de Natanz, talleres de centrifugadoras cerca de Teherán, laboratorios en Isfahán y el reactor de agua pesada de Arak, al suroeste de la capital iraní. Grossi ha advertido repetidamente que tales sitios no deberían ser objetivos militares.
Después de informar inicialmente que no había daños visibles por los ataques israelíes del jueves contra el reactor de agua pesada de Arak, el OIEA dijo el viernes que había evaluado que "edificios clave en la instalación fueron dañados", incluida la unidad de destilación.
El reactor no estaba en operación y no contenía material nuclear, por lo que el daño no representaba un riesgo de contaminación, dijo el OIEA.
Aunque los ataques contra instalaciones de enriquecimiento de uranio como Natanz pueden conllevar el riesgo de contaminación radiológica, los expertos dicen que la posibilidad de un incidente grave es mucho menor que en otros reactores, como la nucleoeléctrica de Bushehr, construida por Rusia.
Después de una llamada con Netanyahu, el presidente ruso Vladímir Putin dijo que recibió la promesa de Israel de no poner en peligro a los trabajadores rusos en la planta.
Irán ha defendido desde hace años que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Pero es el único Estado no poseedor de armas nucleares que enriquece uranio hasta un 60%.
Se presume que Israel es el único país de Oriente Medio con un programa de armas nucleares, aunque nunca lo ha reconocido.
PRONÓSTICOS DEVASTADORES
Docenas de aviones de guerra israelíes atacaron objetivos en diversas partes de Irán el viernes, incluidos sitios industriales en el norte, almacenes y lanzadores de misiles en el oeste, y la sede de un instituto de investigación avanzada en Teherán conocido por su acrónimo SPND.
Estados Unidos alega que el SPND ha realizado investigaciones y pruebas que podrían ser aplicables al desarrollo de dispositivos explosivos nucleares.
Los medios estatales iraníes reportaron explosiones por ataques israelíes en un área industrial de Rasht, a lo largo de la costa del mar Caspio.
Mientras elogiaba los "logros significativos" de su ejército en el conflicto con Irán, el jefe de Estado Mayor del ejército de Israel, el teniente general Eyal Zamir, advirtió que "días difíciles aún están por venir".
"Nos estamos preparando para una amplia gama de posibles desarrollos", dijo en comentarios grabados, y describió la ofensiva contra Irán como la más compleja en la historia de Israel. "La campaña no ha terminado".
Desde las ruinas del Instituto Weizmann de Ciencias, que fue alcanzado por misiles iraníes esta semana, Netanyahu también prometió que Israel lucharía tanto como fuera necesario para destruir el programa nuclear de Irán, llamándolo un “peligro existencial”.
Irán ha insistido en su derecho a enriquecer uranio. Pero Trump, al igual que Israel, han exigido que Irán termine su programa de enriquecimiento de uranio por completo.
Al cuestionarle sobre el desarrollo de plantas nucleoeléctricas civiles por parte de Irán, Trump respondió que "estás sobre una de las mayores reservas de petróleo en cualquier parte del mundo... Es un poco difícil ver por qué necesitarías eso".
EDIFICIOS DAÑADOS
El ejército israelí cree que ha destruido la mayoría de los lanzadores de misiles balísticos de Irán, contribuyendo al declive de los ataques iraníes.
Pero varios de los aproximadamente tres docenas de misiles que Israel dijo que Irán disparó el viernes superaron el sistema de defensa aérea del país y cayeron en un área residencial en la ciudad sureña de Beersheba, un objetivo frecuente de misiles iraníes.
Un puñado de coches se incendiaron en el ataque, pero nadie resultó gravemente herido, ya que los residentes se habían refugiado en refugios antiaéreos. El ejército israelí dijo que Irán había disparado un misil equipado con municiones de racimo en su ataque a Beersheba el viernes.
En el norte de Israel, un proyectil cayó en el centro de Haifa, hiriendo a por lo menos 31 personas, según el Centro Médico Rambam de la ciudad. Humo negro se elevó sobre el puerto principal de la ciudad. Las ventanas y paredes de varios edificios, incluida una mezquita, fueron destruidas por la explosión.
El presidente israelí, Isaac Herzog, compartió fotos de la destrucción y dijo que el ataque hirió a varios clérigos y feligreses musulmanes.