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Indefensos en la escuela y redes sociales

Problemas como bullying y la manipulación en internet solo puede solucionarse con una participación activa desde el Estado, advierten especialistas. La importancia del diálogo y el conocimiento de las nuevas tecnologías.

Lara de 15 años sacó un arma de su mochila, y delante de sus compañeros del colegio nacional de La Plata se disparó el pasado 3 de agosto un tiro que acabó con su vida cinco días después. El caso, que aún conmociona y duele está lleno de interrogantes sobre qué llevó a la adolescente a esta terrible decisión.

Pero más allá de la tragedia, el caso de Lara parece mostrar una vez más las heridas que hoy tienen muchos jóvenes y adolescentes. Palabras como bullying y la desprotección en las redes sociales -la chica anunció su decisión final en una plataforma donde todos se presentan en forma anónima- vuelven a ser indicios de una realidad compleja, en donde gran cantidad de chicos buscan tratan de pedir ayuda sin que nadie los escuche.

"El de Lara es el caso de una joven con una profunda soledad, que se mete en una red social a buscar ayuda, donde nadie es identificado, hay todos mensajes anónimos, no hay moderadores", señala a La Prensa María Zysman, directora de la Asociación Civil Libres de Bullying.

La profesional indica que si bien Lara seguramente tuvo algún problema en su personalidad que la llevó a esta decisión, también pudo haber "un grupo que no fue hospitalario con ella y una Red social que en vez de ayudarla le marcó que la vida no tiene sentido. Hay que ver que pasó, como pudo llegar al colegio con un arma".

Zysman cuenta que lleva 23 años trabajando en el tema del bullying y que se debe estudiar bien cada caso. "Muchas veces se dice el grupo en el colegio no la integró, pero luego se observa que es el chico o la chica es la que se aisla, no quiere integrarse".

"Por eso es fundamental -continúa- que la escuela pueda llegar a ver que pasa. Tiene que adelantarse. También estar atenta la familia, y el Estado intervenir a tiempo".

La respuesta profesional es central pero en muchos casos no es suficiente. "Gran cantidad de escuelas no tiene un gabinete psicológico y psicopedagógico, pero cuando hay es insuficiente. En un colegio con 1500 chicos no alcanza con un psicólogo o un gabinete por distrito".

Para Zysman es "muy desesperante ver a los jóvenes con falta de esperanzas. Esto muchas veces es transmitido por las familias, los docentes, medios periodísticos que muestran siempre al joven desde un costado negativo, sin resaltar nada positivo".

La profesional agrega que con la tecnología la agresión llega a mas gente. "Genera gran vergüenza quedar expuesto en una red social. El tema es que los padres, los abuelos no tienen idea de lo que se está hablando. Una burla con una foto publicada en una red puede tener 5 mil vistas, por ejemplo, todo se magnífica".

En este caso aparecen quienes festejan al agresor. "Generalmente son chicos que buscan ponerse a salvo, que lo hacen porque no quieren estar en ese lugar".

Zysman señala que el bullying se extiende de Jujuy a Tierra del Fuego, atraviesa todas las clases sociales, y tiene como denominador común la discriminación.
"En clases más acomodadas puede haber burla por el apellido, por el auto que tiene. Siempre aparece la envidia, los celos. Incluso años atrás pensaba que este tipo de agresiones en los pequeños pueblos tal vez no había, pero comprobé que es peor porque son más limitados los grupos de pertenencia. Entonces si no es aceptado queda totalmente solo".

Para Zysman es central que haya un sistema que le permita al chico tener a quien recurrir cuando es víctima de bullying. "El tema es que acá cada escuela es diferente y encara la situación a su manera".
"Cada una aplica un protocolo distinto, cuando se debería hacer algo común a todos. Incluso muchas veces la escuela privada prefiere no mostrar el problema y entonces la situación se complica".

La directora de la ONG señala que la única alternativa para salir de estas situaciones es la prevención. "Educar con palabras, valores. Es el adulto el que tiene que tomar el mando y encarar el problema". La psicopedagoga indica que "hay que generar acuerdos y normas en el colegio. Fomentar lo positivo y abrir espacios para hablar sin minimizar ni exagerar".
"Tiene que actuar toda la escuela no es cuestión solo del docente. Apoyarse padres y maestros armando redes, no echándose culpas", expresa Zysman.

María Belén Rey, directora ejecutiva de Argentina Cibersegura expresa, en tanto, que "internet es un nuevo mundo con oportunidades y desafíos que son más complejos para quienes no somos nativos digitales".

Y precisamente, esa a veces incomprensión de este nuevo mundo puede jugar en contra al momento de cuidar a un hijo en relación al uso de las redes sociales.
"Es importante que siempre el chico tenga un adulto que lo pueda orientar. Así como uno cuando le enseña a un hijo a cruzar la calle o ve a donde va a bailar y le da consejos, también hay que guiarlo en el uso de internet". "El problema -continúa- es que muchas veces le damos primero el celular o la tablet y después más tarde o nunca le decimos cómo tiene que usarlos, como cuidarse".

Sobre el caso de Lara, a la especialista le llama la atención que haya usado una plataforma -Voxed- en donde se puede chatear en forma anónima. "Generalmente se pide usuario y contraseña".
"Además -agrega- una de las riquezas que obtienen las plataformas digitales suele ser la información sobre sus usuarios. Seguramente cuando usan estas redes anónimas es porque no fueron escuchados, no se sienten seguros".

Para Rey es también importante para combatir abusos en las redes contar con una buena legislación. "El tema es que es algo muy nuevo y se va modificando. Hay que ir viendo los casos. El problema y no es solo aquí sino en todo el mundo es que muchas veces la ley llega cuando hubo un grave problema, es importante actuar antes para prevenir".

La especialista da como consejo a los padres que estén informados sobre el tema de las redes. "Hoy hay muchos tutoriales, se puede aprender. Ver que aplicaciones usa, estar atento a los cambios de hábito, si el chico se encierra con el teléfono, si hubo cambios en la modalidad de expresión. Y tener mucho diálogo".

Para Maria Zerboni psicóloga infanto juvenil de la asociación civil anti bullying argentina (ABA) es importante distinguir que las redes sociales, internet, muchas veces potencian estas agresiones. "Antes el acoso terminaba en el colegio. Ahora la agresión si está en red puede durar las 24 horas".
La víctima de bullying expresa la especialista suele presentar "depresión, ansiedad, falta de apetito. Afecta la vida del chico. Muchas veces se pelea la familia por el tema".

Para prevenir estas situaciones Zerboni señala que es muy importante tomar el tema desde la promoción de la salud. "Hay que fomentar las relaciones sociales sanas, y no naturalizar el hecho de que alguien sufra acoso o lo dejen de lado en el grado o curso".
Los profesionales de ABA realizarán el próximo 26 de agosto una charla abierta a la comunidad en General Roca 898, Vicente López. Para más información consultar a info@equipoaba.com.ar

Una buena experiencia en las escuelas de Finlandia

La doctora Sara Zusman de Arbiser indica que temas como los del bullying no son nuevos, sino que ocurren hace bastante tiempo. "Ahora la gente se entera más, los casos son más espectaculares, pero es un problema de hace mucho".
La profesional, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) destaca que una de las soluciones que se ha encontrado para enfrentar el problema nació en Finlandia, en un método que se lo conoce con el nombre de Kiva.

La práctica hace foco en los chicos que están de alguna manera como espectadores, y festejan lo que le hace el agresor a la víctima. "A estos chicos que serían "el coro" se los hace reflexionar para que no se acoplen al victimario. Se observó que cuando el agresor no tiene un "público" que lo festeje para de agredir".
Del lado de las víctimas suelen aparecer, señalar Zusman "chicos con carácter débil, o una chica que se destaca porque es linda o porque saca muy buenas notas".
Por el lado de los adultos lo fundamental es influir para que no se haga el acoso. "Lo central es el diálogo. Y siempre tratar de que el papá o la mamá hable con su hijo. Esto tiene que hacerse desde chico, porque si no ya en la adolescencia el diálogo es más difícil de conseguir o lo que los padres creen que le aportan ya no sirve".

Muchas veces, expresa la profesional a los chicos que son víctimas de bullying les cuesta hablarlo en la casa. "Les da vergüenza o pasa que los padres lo toman como un hecho menor".
Una encuesta realizada por Argentina Cibersegura el año pasado mostró que 64 % de los docentes del país afirmó haber vivido un caso de ciberbullying en su escuela.

La misma se realizó con la colaboración de la Organización de Estados Iberoamericanos y abarcó a más de 500 maestros de todo el país. Dentro de los resultados de la misma se destaca que el 64% de los encuestados afirmó haber vivido un caso de ciberbullying en su escuela. Por ciberbullying se comprende el molestar, agredir, amenazar, humillar o acosar a una persona utilizando medios informáticos.

 

Un fenómeno que responde a una juventud violentada

La psicoanalista Ana Rozenbaum menciona que "el tiempo de la adolescencia es un tiempo de cuestionamiento del equilibrio psíquico, que trae cambios en la vida mental que hacen al sujeto más vulnerable a la desesperanza".
"En el caso de un suicidio logrado brusco e inesperado -continúa-, abundan a continuación toda clase de interpretaciones tratando de encontrarle un sentido al no sentido, vana "autopsia psicológica", ya que nunca se alcanzará a saber verdaderamente, si se trató de un absurdo gesto impulsivo, o si esa muerte sella el final de un largo y silencioso proceso de sufrimiento".
Rozenbaum, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) expresa que luego llega un "doloroso tiempo de resignificaciones, de interrogantes, de culpas y de reproches para unos y otros, ya que el sujeto suicida, víctima de su acto, engendra a su vez, un tendal de sujetos-víctimas, enfrentadas siempre a duelos de muy difícil elaboración".
"Actualmente nos enfrentamos en la clínica con el fenómeno del bulliyng. Los medios dan cuenta de ello todos los días y llueven los testimonios; se trata de sucesos que conciernen a una juventud violentada".
La profesional expresa que "estos jóvenes nos muestran como por su natural situación de dependencia y desamparo, son objeto de depósitos de la patología de otros; además, debemos admitir que resulta a veces difícil acceder a ellos ya que, el miedo, la vergüenza y la culpa, hacen que no les resulte fácil contar lo que les está sucediendo, lo que con frecuencia, los lleva, lamentablemente, a padecer sucesivas experiencias traumáticas, que pueden conducir al suicidio".
Rozenbaum expresa que "ante todo, el adolescente "acosado" por bullying debe ser considerado como alguien que sufre inmensamente, incapaz de encontrar la manera de apartar sus sentimientos de tormento, sumido en un extremo estado de resignación ante una situación frente a la cual se siente impotente".