Espectáculos

‘Homo Argentum’ en primera persona

Rodeado de polémicas, el filme superó ayer los 520.000 espectadores. La taquilla sigue en alza y la película protagonizada por Guillermo Francella se ha convertido en el eje de un debate nacional. ¿Cómo piensan los directores?

En apenas cinco días de exhibición (hasta el lunes) ‘Homo Argentum’, la película de Mariano Cohn y Gastón Duprat compuesta por dieciséis viñetas que intentan trazar un perfil (subjetivo) del ser nacional, convocó a 527.879 espectadores a las salas de cine. Se trata, sin duda, de un fenómeno de taquilla (es la cuarta cinta más vista en su día de estreno en toda la historia del cine nacional) acicateado por la polémica que la rodea, que encuentra a kirchneristas y libertarios a uno y otro lado de esta grieta cultural.
Al filme protagonizado por Guillermo Francella, con participaciones menores de Migue Granado, Eva De Dominici, Graciela Stefani, Vanesa González, Milo J, Gastón Soffritti y Dalma Maradona, entre otros actores, se le achacan pecados de todos los colores: que es sesgado, ramplón, xenófobo, porteñocéntrico, pretendidamente abarcador, aburrido, demasiado comercial. De muchas de esas cuestiones hablaron los directores con este cronista aún antes de que la película llegara a los cines. He aquí un repaso por su análisis y las explicaciones sobre algunos temas centrales de ‘Homo Argentum’.
* Argentinidad
“El concepto que nos movilizó fue crear un mosaico de historias autónomas protagonizadas por un hombre de la edad de Guillermo, que tocara temas que nos atravesaran a todos. De ningún modo pretendíamos que fuese una película que abarcara la totalidad como para decir ‘esto somos los argentinos’. Es es un recorte apenas, arbitrario y en base a nuestro gusto” (Cohn).

* Contar corto
“De entrada pensamos en hacer una película no convencional, porque son dieciséis películas en una. Y ya que estábamos rompiendo el formato del largometraje y compartimentándolo, entonces queríamos trabajar con la mayor libertad posible y que esa libertad sirviera también para sorprender al público” (Cohn).
“Sabíamos que cada historia debía durar lo que fuese necesario. Hay una de cuarenta segundos y las más largas tienen trece o catorce minutos. Eso hace que la persona se mantenga alerta y es algo que a mí me gusta mucho” (Duprat).

* Composición final
“No fue difícil encontrar las historias. Lo complejo era lograr el balance que necesitábamos que tuviera la mezcla final. Elegir cuáles serían las dieciséis historias que quedarían y después de eso, en qué orden iban a aparecer. Eso también la da un sentido al producto final” (Cohn)

* La Iglesia
“A Mario Mactas, que colaboraba con nosotros, se le ocurrió el personaje del cura villero que nosotros retratamos con cierto sarcasmo. Sarcasmo con el cual el cine nunca pintó a ningún cura ni a la Iglesia Católica. Se expone ahí una cosa que estaba sin revisar, por eso es una de mis historias preferidas. Toca un tema que nunca antes se había abordado” (Duprat).

* Exceso de marcas
“Los anunciantes son necesarios por tratarse de un proyecto con financiación privada que demandó mucho dinero. Es una de las película más grandes que se han filmado en la Argentina en los últimos años. Necesitamos que el espectador vuelva a las salas para que eso nos permita recuperar la inversión. Y dentro de esa construcción hay también otro ingreso posible que es el que pueden aportar los anunciantes. Incluidos siempre dentro de la artística, es decir, con una idea detrás. Los anunciantes, al igual que los coproductores, son socios que se van sumando y que permiten que uno pueda hacer una película como esta, que costó más de cinco millones y medio de dólares” (Cohn).