Películas que se creía que iban a ser un éxito rotundo, con grandes nombres en sus elencos, están naufragando en la taquilla norteamericana y casi obligando a los estudios a apoyarse en las apuestas seguras (franquicias infantiles y reboots) para poder solventarse. ‘El beso de la mujer araña’, ‘Una batalla tras otra’, ‘Tron: Ares’ y ‘La máquina’ son ejemplos de una relación demasiado desigual entre los presupuestos de las películas y su posterior recaudación.
UN MILLON
Una diva archiconocida, un director con pedigree y la adaptación de un clásico de la literatura argentina: ¿qué podía salir mal? La nueva versión cinematográfica musical de ‘El beso de la mujer araña’, dirigida por Bill Condon (‘Chicago’, ‘Dreamgirls’) y protagonizada por Jennifer Lopez, parecía augurar un éxito. Fue muy aplaudida cuando la presentaron en el Festival de Sundance y los números en el sitio de crítica Rotten Tomatoes tampoco fueron malos. Pero cuando terminó el último fin de semana largo en los Estados Unidos la película sólo había recaudado 900 mil dólares. Menos de un millón para una producción independiente es una mala cifra, especialmente cuando costó treinta millones hacerla. Entonces, más allá de las banderas que levanta el filme -un elenco esencialmente latino completado por Diego Luna y el actor no binario Tonatiuh Elizarraz- y de ser la segunda adaptación cinematográfico (la primera fue la de Héctor Babenco de 1985) del inolvidable clásico de Manuel Puig, pareciera que al público la propuesta no le terminó de convencer.
Habrá que ver qué sucede cuando la película empiece a rodar por el mundo. En la Argentina en particular, abrirá la edición número 40 del Festival de Cine de Mar del Plata el próximo 6 de noviembre.
POCO RENTABLE
Nada menos que Steven Spielberg y Francis Ford Coppola habían contribuido al hype de ‘Una batalla tras otra’, adelantando que la película de Paul Thomas Anderson era algo sin precedentes en el cine y que la actuación de Leonardo Di Caprio iba directo al Oscar.
Sin embargo, el filme del director de ‘Petróleo sangriento’ se perfila como uno de los mayores tropiezos financieros del año. Según reportes de Variety, ‘One Battle After Another’ (tal su título original) podría perder cerca de 100 millones de dólares pese a los elogios que la antecedieron.
El drama bélico, con una duración cercana a las tres horas, ha recaudado 140 millones de dólares a nivel mundial, pero necesita al menos u$s 300 millones para recuperar su inversión. Warner Bros. destinó más de u$s 130 millones al rodaje y otros 70 millones a la promoción, sin contar la participación de Di Caprio, quien recibe un porcentaje de los ingresos desde el primer dólar recaudado. Ni La Roca se mantiene a salvo de la malaria de Hollywood. Su último filme, ‘La máquina’ (‘The Smashing Machine’), ya es catalogado como el mayor fracaso de su carrera actoral. La película, que relata la vida del luchador de MMA Mark Kerr, se estrenó en cines estadounidenses hace dos semanas y recaudó apenas seis millones de dólares, una cifra muy inferior al presupuesto de la producción, estimado en aproximadamente u$s 54 millones, lo que representa el peor debut en taquilla de Johnson hasta la fecha.
NO REMONTA
Algunas películas fueron tan malas que pasaron a ser parte del folklore de las redes sociales convirtiéndose en memes humorísticos. ‘Morbius’, con Jared Leto, es una de ellas. Y cuando se creía que Disney no volvería a apostar por el actor de ‘Réquiem para un sueño’ llegó ‘Tron: Ares’. A favor del alicaído Leto, la franquicia nunca había sido taquillera: tanto la original ‘Tron’ de 1982, dirigida por Steven Lisberger, como la secuela ‘Tron: Legacy’, de 2010, tuvieron una mala recepción.
Pero la de 2025 se encamina a ser la peor entrega dejando pérdidas en Disney de más de 130 millones de dólares. Con un presupuesto de u$s 180 millones, la compañía sólo ha recaudado 73 millones, cifras que indican que la película está muy por debajo de lo que se necesitaría para recuperar sólo los costos de producción (sin contar el marketing, distribución, etc.).
La única esperanza de Disney -que este año también vio hundirse a la infantil ‘Elio’- radica en la venta posterior de sus derechos en formato doméstico y en streaming, donde puede intentar buscarle una segunda vida.