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Fuerte reclamo de la UCIP por el crecimiento del comercio ilegal y la falta de controles en Mar del Plata

La entidad afirma que los comerciantes están cada vez más asfixiados por la competencia desleal. Apuntan a la plaza Rocha, la playa Bristol, el frente costero y las veredas de las principales calles de la ciudad.

En una carta dirigida en simultáneo al intendente municipal, Guillermo Montenegro; al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y al presidente de la Nación, Javier Milei, la UCIP (Unión del Comercio, la Industria y la Producción) de Mar del Plata denunció el crecimiento exponencial del comercio ilegal en la ciudad y advirtió sobre sus graves consecuencias para la economía formal, el espacio público y la imagen turística de la ciudad.

La entidad empresarial expresó su “enérgico reclamo” ante lo que considera una “tolerancia estatal” hacia prácticas que vulneran de manera sistemática la legalidad y perjudican directamente a los comerciantes que cumplen con sus obligaciones.

En el extenso comunicado, UCIP detalla que los comerciantes legalmente establecidos –que tributan impuestos, garantizan condiciones de salubridad, seguridad e higiene, y generan empleo formal– se ven cada vez más asfixiados por una competencia desleal que prolifera en distintos puntos de Mar del Plata bajo la aparente mirada pasiva de las autoridades. Aseguran que la falta de control, fiscalización y sanción no es responsabilidad exclusiva del municipio, sino que compromete a todas las jurisdicciones de gobierno, ya que el fenómeno abarca desde contrabando de mercadería hasta situaciones de presunta explotación laboral.

Uno de los puntos más sensibles de la denuncia tiene que ver con los focos de ilegalidad que UCIP considera. Plaza Rocha, convertida –según la entidad– en un “mercado informal” que opera sin habilitación ni controles, alterando el uso público del espacio y generando un impacto negativo tanto para vecinos como para turistas. Le sigue la playa Bristol y el frente costero, donde “la postal turística por excelencia” ha sido invadida por vendedores ambulantes que ya no son esporádicos sino permanentes, generando –afirman– un “asentamiento fijo” con implicancias serias en materia de seguridad. El tercer foco señalado es la invasión de veredas en calles comerciales, particularmente sobre Güemes, donde UCIP detectó un crecimiento desmedido de puestos ilegales durante el último fin de semana largo.

La carta también advierte sobre la venta de productos sin control bromatológico, como alimentos o anteojos, y la circulación de mercadería robada, importada ilegalmente o sin trazabilidad. A su vez, alertan sobre el componente social de la problemática, señalando que muchos de los vendedores son personas en situación de vulnerabilidad sometidas a esquemas informales de trabajo, sin derechos ni protección laboral.

“La inacción por parte de las autoridades en la fiscalización y erradicación de estas prácticas ilegales no solo atenta contra los derechos de quienes cumplimos con la ley, sino que degrada el espacio público y daña la imagen de nuestra ciudad”, sostiene el documento. Desde UCIP solicitan, en consecuencia, la inmediata intervención de los organismos competentes y la implementación de políticas sostenidas en el tiempo que permitan erradicar el comercio informal y garantizar condiciones equitativas para quienes apuestan por la formalidad y el desarrollo económico.

En el caso del Municipio de General Pueyrredon, la entidad también solicitó una audiencia personal con el intendente Guillermo Montenegro, con el fin de que pueda escuchar directamente a los comerciantes afectados por esta problemática.

La carta cierra con un llamado al compromiso institucional y a la responsabilidad política. “Confiamos en su compromiso con la ley y con el desarrollo de nuestra ciudad, para una pronta respuesta a este urgente reclamo”, expresa UCIP, dejando en claro que la situación ha superado el límite de la tolerancia y que, si no se toman medidas concretas, el tejido económico y social de la ciudad continuará deteriorándose.