Política
Historias del conurbano

Fragmentar para polarizar, el método no pasa de moda

Las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires del próximo domingo marcarán un antes y un después. Será la bisagra que, entre otras cosas, va a perfilar el rumbo que tomará la relación entre La Libertad Avanza y el PRO, pero al mismo tiempo podría certificar un axioma que carcome al peronismo en sus diversas versiones: la fragmentación es sinónimo de derrota y la unidad los podría acercar a resultados más placenteros.

Conclusión lógica que no es tan sencilla de plasmar en la realidad porque la misma está atravesada de intrigas, acuerdos más subterráneos que visibles, apetencias personales y, sobre todo, conflictos que van más allá de las estrategias electorales y se enfocan en los resabios de tensiones personales. El caso de Salta, Jujuy, Chaco y San Luis asoma como el primer mojón en ese camino con la fecha clave del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires.

ESTRATEGIA DE LA ROSADA

La estrategia de la Casa Rosada es muy clara: Fragmentar para polarizar. Nada que no se haya probado en otras ocasiones. En definitiva, el ingreso a la vida política aún con un discurso y actitudes que la contradigan es asumirse partícipe de metodologías que no varían con los años. Desde Maquiavelo a la fecha, hay acciones que no se inmutan. Y forman parte de las estrategias de cada uno de los sectores políticos que capturan el poder para poder no sólo retenerlo sino agrandarlo.

Entre esas máximas, está aquella que encuentra a los oficialismos, sean nacionales, provinciales y municipales, buscando la manera de crear su propia oposición y ayudar al crecimiento junto al financiamiento de otras opciones que lo ayuden a dividir lo que más puedan el espectro que no los acompañará.

Sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires, la multiplicidad de opciones para el domingo quizá se convierta en un boomerang para el PRO que gobierna el distrito. De hecho, donde más asoma fragmentada la oferta es en el votante que alguna vez supo estar unido detrás de las candidaturas de Mauricio Macri primero, de Horacio Rodriguez Larreta después y más recientemente de Jorge Macri.

En la vereda de enfrente, el peronismo que lleva un candidato de origen radical como Leandro Santoro presenta una opción algo más compacta, que logró tener representantes de los sectores más notorios de lo que alguna vez fue el Frente de Todos.

Igualmente, la nacionalización del resultado porteño -todo lo contrario a lo que buscó Jorge Macri cuando decidió desdoblar- hará que muy poca atención se le preste a lo que se elige de verdad, es decir los legisladores. Lo que antes eran los concejales. La mirada se posará en si el PRO puede ganarle a la Libertad Avanza.

Aunque Manuel Adorni salga segundo, habrá triunfado si se ubica arriba de Silvia Lospenatto. A esta altura es Milei vs Macri. Esa será una de las claves del domingo. La otra es si el peronismo puede encontrar en un hipotético triunfo de Leandro Santoro la luz para bajar las armas en su intestina puja bonaerense. Y de paso olvidar el flojo papel que dejaron las contiendas provinciales del pasado domingo.

SIMBOLISMO VS. PODER REAL

La suma de las partes en política siempre es imperfecta. Aproximar los resultados de cada lista que pueda tener orígenes parecidos pero que se presentan en ofertas distintas es un ejercicio válido pero no siempre concluyente. La referencia es a la necesidad de unidad antes que fragmentar.

Unir las partes no es tarea simple, mucho menos cuando se trata de elecciones legislativas donde lo que se pone en juego es más un simbolismo que el poder real. En el aturdimiento que aún sigue provocando la llegada de Javier Milei al poder, estos comicios basculan entre ser un gran ordenador y provocar un sismo aún mayor.

Por si hiciera falta alguna muestra más, lo sucedido en Salta, Jujuy, Chaco o San Luis, puso de relieve que el kirchnerismo como tal es un fenómeno netamente del conurbano bonaerense. No es menor porque allí se dirime gran parte del padrón nacional.

Pero es insuficiente para plantear un proyecto nacional donde, además, los gobernadores están más preocupados en sostener sus territorios, escriturar los beneficios que la naturaleza le ha otorgado a la porción de Argentina que tienen la responsabilidad de gobernar, que de pensar en ir a pelear por la Casa Rosada.

De allí radica, en parte, la explicación de porqué los últimos candidatos presidenciales con chances salieron todos del Área Metropolitana. Por ahora, nada indica que eso vaya a modificarse en el futuro. Salvo que asome con mayor claridad una “revolución del centro”

que junte a Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.

“UTOPIA DE LA RUPTURA”

Hace tiempo escribimos “La utopía de la ruptura” en referencia a las pujas existentes en la provincia de Buenos Aires y a la inutilidad que sería para el peronismo bonaerense ir a una confrontación acelerada que, lejos de darle nacimiento a una nuevo liderazgo los sumerja en una crisis mucho más profunda.

Aún con dificultades y tensiones inocultables, el camino se ha ido pavimentando en el camino del acercamiento. La última estación se vio esta semana cuando quedó aprobado el cronograma electoral que pedía Axel Kicillof para que las candidaturas se presenten 50 días antes de las elecciones. “Va a haber unidad” suelta confiado un intendente de la primera sección electoral que tiene diálogo fluido con cada uno de los sectores en pugna. Las señales cada vez más elocuentes de que Axel Kicillof y Cristina Kirchner no romperán electoralmente, han provocado la aceleración del armado que venían construyendo intendentes cuyo límite es La Cámpora

.

 

Se trata de las reuniones cada vez más frecuentes entre Fernando Gray (Esteban Echeverría), Julio Zamora (Tigre), Guillermo Britos (Chivilcoy). La imagen del fin de semana pasado en el municipio de Chivilcoy los mostró junto al Senador Joaquín De La Torre (San Miguel), al ex Intendente de Hurlingham Juan Zabaleta y al ex jefe comunal de Zárate Osvaldo Caffaro. También apuntan a la familia Passaglia que gobiernan San Nicolás, distrito clave en la segunda sección electoral. Algún memorioso recordaba que las fotografías lo llevaban a la misma metodología con la que Sergio Massa fue armando el Frente Renovador en 2013.

 

SANTIAGO CAPUTO

 

 

Estos movimientos son seguidos de cerca -¿o impulsados?- por la Casa Rosada. Sobre todo por la oficina del poderoso asesor Santiago Caputo con quien varios de los mencionados tienen lazos y líneas de acercamiento. Como decía antiguamente Guillermo Patricio Kelly

, en política no hay amigos, hay coincidentes. Y podría haber un “match”

entre lo que le interesa a Caputo y también estos dirigentes.

 

Por el lado de joven consultor, desplegar una estrategia que permita que la Libertad Avanza pueda usufructuar la división del voto de origen peronista en territorio bonaerense y prescindir de un acuerdo con el PRO.

 

En la otra orilla, el grupo que asoma puede plantar bandera en un esquema de renovación que además capte bancas en la legislatura provincial. Y además, claro, las efectividades conducentes que se requieren para cualquier faena de estas características.

 

Pero hay un tercer elemento que no puede dejarse de lado: la diferencia de criterios que trascienden en el “triangulo de hierro”

sobre la manera de construir territorialmente. El domingo, tras los resultados provinciales, Javier Milei publicó una foto de su hermana Karina ratificando su jefatura. Mensajes cifrados puertas adentro.

 

PUJAS INTERNAS

 

 

También, en la óptica de estas pujas internas, se mira con mucha atención otra presentación que se dio en la provincia. Se trata de Unión, Renovación y Fe integrado por legisladores y dirigentes que formaron parte de la Libertad Avanza como Carlos Kikuchi quien conoce como pocos la dinámica libertaria pero sobre todo las metodologías de Karina Milei. “Ni con Milei ni con Cristina”

, dijeron en su presentación la semana pasada.

 

Muchos de ellos tienen mejor diálogo con peronistas que con integrantes del espacio que los llevó en sus listas en 2023. Y, de manera directa o indirecta, hay nexos con Santiago Caputo. En definitiva, el devenir de este nuevo espacio podría decantar en un mojón más de quien se queda con la lapicera en la Casa Rosada mirando el 2027.

 

En apelación a las prácticas habituales, el gobierno se ve tentado en utilizar los anuncios del gobierno -muchos de ellos positivos, como la baja de aranceles- en la previa de las elecciones. Las críticas no tardaron en llegar como la comparación que hizo el Director del Banco Provincia Sebastián Galmarini en su cuenta de X: “El plan platita de Milei: Carry Trade para los ricos, dólar subsidiado para la clase media, celulares y video juegos para los jóvenes y aires y TV para los más grandes”

. En esa línea de anuncios, Patricia Bullrich mostró una larga lista de quienes no podrán viajar al mundial de clubes en junio para ver a Boca y River. Entre los mencionados está Rafael Di Zeo el líder de la barra de Boca Juniors quien en su momento explicó que el origen de las internas en las hinchadas es, entre otras cosas, el derecho de admisión y la ausencia de público visitante en las canchas. Cuando no hay con quien medirse enfrente, lo primero que explotan son las pujas internas.

 

Las discusiones más taquilleras son intramuros y no extramuros. Una vez más, el fútbol nos permite acercarnos con enorme claridad, a los entretelones de la política.