Fuentes reservadas
Por Vicente Muleiro
Editorial Colihue. 174 páginas
La venganza es un plato que se come frío. En ese registro vibran los tonos de Fuentes Reservadas, la última novela escrita por Vicente Muleiro. Pero si esto fuera todo, sería bastante poco. Hay, claro, algo más en estas páginas que se empeñan en echar luz sobre algunos oscuros misterios.
La pluma de Muleiro encarna la figura de Lucio Maldonado, su alter ego, un periodista que luego de trabajar durante varios años en el diario de mayor tirada del país, decide dar un paso al costado y recluirse en la ciudad patagónica de Cabo Cruz. Desde allí contará sus verdades.
Maldonado ha sido testigo del modus operandi de El Diario y del accionar de sus periodistas y directivos, cuyos nombres falseados en la narrativa curiosamente se asemejan a otros de la vida real. Ser parte de esa redacción le valió contemplar de cerca las ligazones del matutino con el poder, su falta de escrúpulos, la ambición sin medida.
El autor sabe de lo que habla. En su vida profesional fue editor de la revista cultural Ñ que publica Clarín, periódico al que no nombra en su historia pero sobre el cual se dirigen todos los dardos. El recurso, sin embargo, dista de ser novedoso. Ya lo hizo Jorge Asís, el Turco, cuando publicó Diario de la Argentina, libro en el cual desnudó con mayor éxito las miserias del matutino más vendido de la Argentina, y también las de sus principales escribas.
En aquel pueblo costero Maldonado hace una de las cosas que más le gusta: toca la guitarra en un bar, donde seduce a las mujeres maduras que luego terminarán trenzadas con él en efímeros pero encendidos encuentros.
Entre el sexo y la denuncia, así avanza la historia. En el suceder de las páginas se alternan capítulos reflexivos de perfil existencial -donde se describen en detalle las rondas amorosas-, y las denuncias de las crónicas apócrifas, las operaciones creadas por El Diario para aniquilar rivales, ganar mercado y, sobre todo, armar la agenda que discutirá el país.