Suplemento Económico

¿En marzo drástico giro económico?

Una Ucronia kirchnerista. Los prolongados apagones en la Capital y el Conurbano han desacreditado la reestatización de la distribución eléctrica. El blue superó los 45 pesos y la inflación de enero habría cerrado por encima del 4%. Sueña el establishment con que Zannini anuncie ante el Congreso un viraje hacia la derecha. ¿Dujovne por Kicillof?

Doce días consecutivos con temperaturas superiores a los treinta grados fue demasiado para un sistema eléctrico donde las inversiones brillan por su ausencia. Energía no falta (aunque en 2018 hubo que volver a comprarle a Brasil), el problema -como en todos estos años- es la distribución. El presidente Carlos Zannini, en una de sus raras cadenas nacionales, volvió a pedir paciencia al pueblo. Servicios Eléctricos Néstor Kirchner I y II necesitan tiempo, la reestatización lleva sólo un año y dos meses, recordó el jefe de Estado. La ayuda financiera china para rehacer las antiguas Edesur y Edenor ha comenzado a llegar. Lo cierto es que la situación es dramática para millones de ciudadanos y tiene un altísimo costo político. La imagen de decenas de barricadas en la Ciudad de Buenos Aires y la Tercera Sección Electoral de la Provincia con vecinos iracundos por los prolongadísimos apagones da vuelta al mundo.

Que el de este año sea uno de los veranos más calientes de la década no se debe solamente al clima. El dólar, esa obsesión nacional, parece no encontrar su techo, y no se debe sólo a razones internas. La audaz reforma impositiva de Donald Trump ha cambiado las reglas de juego en el mundo. Dólar fuerte, aumento de la tasa de interés y caída del precio de las materias primas es un cóctel letal para una Argentina que no logra superar la estanflación. El blue subió otro escalón y llegó a los 45 pesos está semana, ampliando la brecha al 60% con la cotización oficial. Elypsis calculó que la inflación de enero llegó al 4,2% y la de los últimos doce meses superó el 50%. "El déficit fiscal de Scioli-Zannini es 8,5% del PBI, un punto y medio superior al que dejó Cristina ¿Y la inflación? Es más alta. La inflación es un fenómeno esencialmente fiscal ¿Querés bajar la inflación? Entonces tenés que bajar el déficit fiscal. El resto son alquimias", escribió en Twitter días atrás José Luis Espert, con la claridad que lo caracteriza. Por cierto, ser un economista opositor con exposición mediática parece ser altamente peligroso por estos días, como quedó en evidencia con la paliza que la patota de la Campora le propinó a Javier Milei y Diego Giacomini. Lamentable.

ALARMA EN LA ROSADA

Hablando de Trump, la imputación a la Argentina en el discurso del Estado de la Unión causó alarma en la Casa Rosada. Es verdad, que el ala dura del Frente para la Victoria festejó que el presidente de Estados Unidos nos haya señalado como eslabón destacado del Eje Populista de América latina. Martín Sabbatella incluso hasta organizó un acto para celebrar, pero no todos piensan igual al vicegobernador bonaerense, incluso se dice que la chiquilinada disgustó a Aníbal Fernández. No es secreto, que la canciller Cecilia Nahón -con el visto bueno de Cristina, naturalmente- propugna una reconstrucción de los lazos con Washington, muy deteriorados por la pirotecnia verbal del año pasado y la firma del tratado de libre comercio con Venezuela, Bolivia y Nicaragua, con que la administración Zannini intentó responder a la salida de hecho de Brasil del Mercosur. Como se recordará, la sopresiva decisión de Michael Temer fue repudiada por el propio Papa Francisco durante su segunda visita a la Argentina.

Parece una obviedad decir que si hay algo que necesita nuestro país son inversiones extranjeras directas. Hasta Cristina lo reconoce hoy en día. ¿Hace falta recordar que en dos años de gobierno Scioli-Zannini los únicos aportes de capital foráneo significativo fueron la compra de Telecom por parte de China Mobile Communications y la llegada de Gazprom a Vaca Muerta? Hasta tanto no se abra el cepo cambiario y se resuelva el viejo pleito con los holdouts de Estados Unidos, la Argentina no volverá a ser, sino confiable, por lo menos atractiva para los mercados. Lo venimos diciendo en esta columna desde 2015. No contribuyeron para nada las declaraciones de la ex Presidenta de la Nación al conocerse la muerte del juez Thomas Griesa y el enjuiciamiento por supuesto lavado de dinero de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal que dispuso el juez Norberto Oyarbide. Seguimos mostrándonos como un país arbitrario, con una justicia funcional al gobierno de turno.

EXPECTATIVA

Así las cosas, hay mucha expectativa en los agentes económicos por el discurso del Jefe de Estado en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. El Merval, que gusta de anticipar las noticias, superó los 8.000 puntos esta semana por primera vez en mucho tiempo. Se rumorea incluso en la City que Zannini -agobiado por los desequilibrios económicos y por las denuncias de fraude en las elecciones de octubre pasado- podría hacer un drástico giro hacia el realismo, con la venia de un Máximo Kirchner que viene dando impensadas señales de sensatez política, desde la sorpresiva muerte de Elisa Carrió, que tantas teorías conspirativas ha generado.

Soplan vientos hostiles para el kirchnerismo. El papelón de Cristina Fernández en Ecuador con la derrota lapidaria de Rafael Correa en el referendo (¿hacía falta involucrarse de tal manera en la campaña electoral de un país hermano?), el triunfo abrumador de Sebastián Piñera en las elecciones, el deterioro de la situación en Venezuela, el principal aliado del FpV junto al Vaticano y China, junto al aparente final de la era del dólar barato son factores que obligan a repensar el camino adoptado. La pobreza sigue creciendo, a pesar de los esfuerzos para ocultarlo del Indec de Guillermo Moreno.

Es obvio que nada gustaría más al establishment que un recambio del equipo económico. Trascendió que el ministro Leopoldo Moreau está negociando con el sector de la Unión Cívica Radical que responde a Ernesto Sanz para sumar al gobierno algunas figuras de prestigio. Se rumorea que Nicolás Dujovne y Javier González Fraga reemplazarían respectivamente a Axel Kicillof y Mercedes Marcó del Pont, quienes habrían perdido incluso el favor de Cristina, la Gran Electora, por la escalada inflacionaria que puso en pie de guerra nuevamente a la CGT de Moyano. Jorge Todesca se menciona para el Indec. Puede no obstante que todo esto sea una expresión de deseos del empresariado y los inversores que ven horrorizados como después de catorce años de kirchnerismo la Argentina se parece cada vez a la República Bolivariana.