El estudio reveló que el malestar psicológico en la Argentina urbana ha mostrado un incremento sostenido, pasando de afectar al 18,4% de la población adulta en 2010 al 28,1% en 2024. Hoy, casi tres de cada diez personas manifiestan síntomas de ansiedad o depresión.
Con el nombre "Malestar psicológico: La evolución histórica en la Argentina urbana (2010-2024) y determinantes en el contexto reciente (2022-2024)", se realizó en una conferencia de prensa de la que participó La Prensa, y será transmitida al público hoy a las 18 hs. en "Hagamos Lío", el canal de streaming de la UCA.
El informe, basado en la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), un relevamiento anual con representatividad a nivel de la Argentina urbana en localidades con más de 80.000 habitantes y en que el tamaño de la muestra es de aproximadamente 5,750 hogares por año, aunque fue de 2,894 en 2024. La fortaleza del análisis reciente reside en su diseño longitudinal, para el cual se elaboró una base de datos tipo panel que siguió a las mismas 299 personas durante los años 2022, 2023 y 2024. Esto permitió estudiar los cambios y las trayectorias en la salud mental de los mismos individuos a lo largo del tiempo, ofreciendo una perspectiva más profunda que los estudios transversales, que recopilan y analiza datos de una población en un punto específico en el tiempo.
Este seguimiento longitudinal, que sigue a las mismas personas a lo largo del tiempo del período 2022 y 2024, expone las dinámicas detrás de las cifras. "En un período breve notamos que dos de cada 10 adultos, se deterioró la salud mental" , explicó la doctora en psicología Solange Rodríguez Espínola, coordinadora del estudio.
DATOS PREOCUPANTES
Los datos del panel trianual (2022-2024) revelan que, si bien un 58,2% de la población se mantuvo estable y sin malestar psicológico, el resto del 41,8 por ciento declararon sintomatología ansiosa y/o depresiva en al menos uno de los años de análisis. Dentro de este último grupo, se observó que un alarmante 18,4% empeoró su estado de salud mental, pasando de no tener síntomas a sí manifestarlos en la última medición. A esto se suma un 5% que sufre la sintomatología de manera crónica y persistente durante los tres años.
El estudio identifica con claridad los factores determinantes que incrementan la probabilidad de padecer síntomas de ansiedad y depresión. Las brechas son notorias y persistentes a lo largo de toda la serie analizada.
Por un lado, se señala la prevalencia de malestar psicológico en personas pobres (39,5%) llega casi a duplicar los valores de los adultos no pobres (21,8%) en 2024. En el análisis de trayectoria, el 23,8% de las personas en situación de pobreza empeoró su salud mental en el último año.
Por otra parte, se distinguen brechas consistentes año a año, con niveles significativamente más altos de malestar psicológico en las mujeres que en los hombres. En 2024, la diferencia es de casi diez puntos porcentuales señalando un 32,5% en mujeres frente a 23,1% en varones. Los modelos estadísticos del informe confirman que las mujeres "duplican las chances con respecto a los varones de tener malestar psicológico".
Otro factor mencionado es la calidad del empleo. Las personas desocupadas son las que manifiestan el valor más alto en la trayectoria de empeoramiento. Un 30,4% de ellas reportó empezar a experimentar malestar psicológico entre 2022 y 2024, duplicando los valores de quienes tienen un empleo pleno o precario.
En tanto, las personas con enfermedades crónicas o graves (déficit de salud) cuadriplican las chances de sufrir malestar psicológico en comparación con las personas sanas. El 31,4% de este grupo empeoró su salud mental en el último año.
Asimismo, en 2024, el malestar psicológico se concentró en el grupo de 60 a 74 años, alcanzando un 30,1%, mientras que el año anterior predominaba el grupo de 35 a 39 años, con un 30,9 por ciento.